Capitulo 25: La niña de los ojos raros

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Alice estaba en la cueva con Zafika y yo quería desmoronarme, odio a esa bruja que me arrebato la posibilidad de ser feliz pero en fin, averigüe el secreto, logre resolver una de las interrogantes que rondan en mi cabeza y eso es bueno, creo

Mi vida es normal, vivo en un internado para gente sobrenatural, mi gemela me odia y se unió a una antigua enemiga que quiere matarme, como dije:... normal.

Hoy es otro día, quedan exactamente cinco meses para mi cumpleaños y con ello mi coronación, según lo que he averiguado el día de mi cumpleaños es especial puesto que hay un fenómeno meteorológico muy extraño, algo así como una lluvia de estrellas mezclada con un eclipse, pronto acabarán las clases y cada uno regresara a su hogar excepto yo, nada para mi volverá a ser como antes.
Toc toc
- Quien es?? - pregunte al escuchar el ruido de la puerta
• Soy Max y vengo a sacarte de tu encierro
- No quiero vete
• Okkkk, parece que iré solo a conocer todo el espacio que abarca el reino, adioooos
- Espera, espera voy contigo
• Entonces date prisa, ya nos están esperando
- Como que ya nos están esperando??? y si me negaba a ir???
• Te conozco y se que no lo hubieras hecho, apúrate vamos a llegar tarde - dijo haciendo un puchero
- Donde quedo el chico malo que la directora me presento ??
• Huyo para no contagiarse de toda tu dulzura
- Te amo
• Y yo a ti pero si no te apuras..
- Que???
• Esto - Max me cargo como si fuera un bulto y comenzó a correr por las escaleras
- Bajame!!!! - grite pero siguió corriendo
Cuando llegamos al auto me arrojo dentro y se sentó conmigo, más bien encima mío, me acomode lo mejor que pude y Max me acercó a su pecho, me abrazo y beso mis labios con suavidad.

MAX

Anabett se durmió acurrucada en mi pecho, yo separaba los cabellos que caían en su bello rostro, era perfecta, nunca fui una persona abierta pero ella me había cambiado, ya no era él de antes pero se que algún día tendré que decirle toda la verdad, no quiero perderla y menos por un error del pasado, faltaban algunas horas para llegar, mis párpados pesaban y solo podía hacer una cosa, me acomode en la cabeza de Anabett y me deje llevar por el sueño.

ANABETT

- Max, Max - lo llame para que despertara
• Que? - dijo en un bostezo
- Ya llegamos
• Ok ok - dijo levantándose y abriendo la puerta
Bajamos del auto y lo primero que vimos fue un arco de flores que adornaba la entrada al pueblo, era un lugar precioso como cuento de hadas, todo estaba adornado y decorado con flores de todos los colores, al pasar el arco sentí un dolor en el pecho y un recuerdo de mi niñez brotó a mi cabeza, mi madre nos había traído aquí cuando cumplimos tres años y nos contó la historia de este lugar, nos hizo correr por la pradera y jugar con otros niños, fue un día increíble.
Max me tomo de la mano y nos acercamos a lo que parecía la plaza, los niños corrían persiguiendose unos a otros, se veían muy tiernos y de alguna forma supe que era mi responsabilidad que siguiera así, seguimos caminando y vi como la gente se inclinaba ante mi, a lo lejos vi a una niña de cabello gris y ojos parecidos al de un gato que me miraba, cuando se dio cuenta que la observaba se inclinó aún más, me acerque delicadamente y me arrodille
- No tienes porque hacer eso - le dije
• Claro que si, tu eres una princesa - dijo con una vocecita melodiosa e inocente
- No, todos somos iguales ninguno es diferente a otro
• Mis padres me enseñaron antes de morir que siempre debía obedecer e inclinarme ante la gente de la realeza - dijo bajando su cabecita
- Mira ahí tenemos una cosa en común, yo tampoco tengo a mis papas ni a mi hermana
• Si, pero yo no tengo tantos poderes como tu
- Que te parece si vienes conmigo y nos hacemos compañía para ya no estar tan solas - le dije sonriendo
La niña me dedico una sonrisa enorme y se tiró encima mío, yo la estruje entre mis brazos y luego le dije al oído
- Seremos hermanas te parece??
• Si - me respondió en un susurro
- Como te llamas? - le pregunte
• Laila
- Bueno ven, te quiero presentar a un amigo - le dije y tome su pequeña mano
Camine hasta donde estaba Max y le presenté a la niña, le dije que iría con nosotros a casa, Max jugo con ella y con otro niños hasta que se hizo muy tarde y tuvimos que partir, Max tomo a Laila en sus brazos, subimos al auto y la cabecita de Laila se acomodó en mi regazo, el viaje no fue largo y llegamos en menos tiempo del que creíamos, acosté a la pequeña en mi cama y la arrope, Max y yo nos fuimos a su habitación y el me dio un beso profundo y lleno de emociones
- Te amo lo sabes, eres muy buena con todos - dijo besando mis labios con cuidado
• Me vi reflejada en ella, sola sin nadie igual que yo
- Y yo no existo
• Claro que si pero me refiero a que no tiene familia igual que yo, mi padre no volvió a hablarme desde que mi madre murió, mi hermana intentó matarme y luego huyo con la persona que más me odia, mi familia es un desastre y mi vida también lo es, no se que haría si no tuviera tu apoyo, estaría más sola que ahora
- Siempre estaré contigo princesa, no lo olvides
• Te amo

Guerra de gemelasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora