Guerra de gemelas

Capitulo 31: Lazo quebrado parte 2

ANABETT

Estaba en un lugar oscuro, estaba sola como en las pesadillas que tenía hace un año, gritaba buscando ayuda pero nadie aparecía y entonces vi una sombra y me acerque corriendo hacia ella, pero al tocarla se comenzó a desatar un polvo negruzco y ahí comenzaron mis gritos, dolía y era insoportable, era como una sensación de ardor en el pecho pero mientras más tiempo pasaba más dolorosa se convertía y mis gritos eran más fuertes, necesitaba a alguien para que me ayudase, necesitaba que me quieran este dolor, comencé a rasgar mi ropa y mi piel intentando extinguir el dolor pero nada funcionaba y al fin me di por vencida y solo me hundí en el sonido de mis gritos

MAX

Anabett estaba acostada en su cama cuando comenzó a gritar y balbucear frases sin sentido, empezó a arañar su pecho y yo solo corrí hasta ella y la detuve, le sujete los brazos y la acurruque en mi pecho, recordé las palabras de la directora <sólo queda esperar> pero yo no podía solo hacer eso, tenía que ayudarla de cualquier forma, gritaba fuerte y lloraba, ya no recuerdo la primera vez que supe de ella, me arrepiento de haber sido parte del plan de Zafika para destruirla, si tan solo pudiera retroceder el tiempo cambiaría mis elecciones pero eso no se puede así que lo único que me queda es ayudarla porque aunque tenga que elegir algún día si ayudar a Zafika, la mujer que me crió o a Anabett yo sin duda alguna elegiría a Anabett, ella era la persona más importante en mi vida, ella me enseño que se puede dejar atrás el pasado y solo mirar hacia el futuro, lo que siento por ella es más fuerte que todo y nada ni nadie la separara de mi.
Comencé a leer acerca del vínculo y todo lo que tenía que ver con el, era un lenguaje extraño, complicado pero intente con todas mis fuerzas traducirlo, una parte casi al final llamo mi atención, decía:

Un dolor semejante a la separación de vínculos no existe, es un sufrimiento único e inmenso, después de que el lazo se haya roto no podrá unirse nuevamente y sólo una de las partes tendrá la mayor fuerza que la otra

Esta nota demostraba que Anabett no moriría y aunque sufriera ella sería aún más poderosa, deje los libros a un costado y me acomode a su lado, estaba caliente y helada a la vez, su respiración era suave, ya había pasado la parte más dolorosa ahora solo quedaba esperar a que despierte, me pareció extraño no ver a su padre por aquí pero le resté importancia, la única que importaba ahora era Anabett.
Tome su rostro entre mis manos y empece a acariciarlo, era tan linda, una piel tan suave y delicada y unos labios carnosos y llenos de color, parecía una muñeca de porcelana, la abrace y le deposité un beso en sus labios, luego dormí con ella con solo un pensamiento en mi mente, mañana seria otro día.

ZAFIKA

La poción ya estaba haciendo efecto en ella, era odioso escuchar los constantes alaridos de Alice pero que importaba con tal de llegar a mi meta, esa niña que pronto gobernara nunca debió haber nacido, su madre tuvo suerte al vivir y aunque me encargue de ella más tarde olvide a sus patéticas hijas, una niña tímida e insegura con un gran poder y otra niña vengativa y cruel, sin nada que la hiciera especial, tenía que matar a la futura reina para adueñarme del trono que siempre debió ser mío, tanto que hice por obtener el reino, mate a las dos razas del linaje real pero claro tuvieron que sobrevivir, ya me decide de uno de los hermanos y solo quedaba Max, yo lo críe, decidí no matarlo porque encontré oscuridad en el, pero ahora esa niña lo cambio, mi única misión en este momento es acabar con ella.