❝ ━ Tres veces ❞ ; Medic x Pyro (Burnward)

; tercera vez

La noche estaba bastante avanzada y en la base RED no se escuchaba otra cosa que no fuese el sonido de los grillos o las aves nocturnas. Medic llevaba horas metido en una investigación, sin que él se percatara del paso del tiempo. No había salido del laboratorio durante todo el día, y su estómago rugía furiosamente exigiendo algo de comer. Finalmente decidió hacerle caso a su propio cuerpo, solo cuando sus ojos estuvieron lo suficientemente agotados como para seguir leyendo nada.

Se inclinó contra el espaldar de la silla, tallando sus ojos por debajo de los lentes, queriendo convencerse a sí mismo de que no estaba cansado. Finalmente se levantó y estiró sus entumidas extremidades, dejando salir un gruñido casi erótico en el proceso. Guardó todos los papeles que estaban desparramados sobre su escritorio y salió del lugar en dirección a la cocina.

Junto a esta se encontraba la sala común, donde usualmente los demás se relajaban en sus ratos libres—algo que Medic nunca hacía. Eran más de las tres de la mañana, de modo que se sorprendió cuando notó una tenue luz venir de su interior. Se asomó con cierta curiosidad. Las luces estaban apagadas y lo único que iluminaba la sala era el televisor encendido. Cuando sus ojos se acostumbraron a la poca luz se acercó a la única persona que se encontraba ahí.

— ¿Pyro? —preguntó. El pirómano estaba recostado en el sofá, los visores de la máscara apuntando a la televisión. Pero era imposible saber si estaba dormido o despierto. Medic obtuvo su respuesta cuando el aludido se volteó a mirarlo al instante, haciendo un suave sonido de alegría—. ¿Tú tampoco puedes dormir?

El incendiario negó con la cabeza, bajando la mirada. Se notaba desanimado. Unos ruiditos salieron de su máscara y Medic identificó las palabras.

—Tuviste una pesadilla, ¿uh? —repitió. Pyro asintió lentamente—. En ese caso podrías venir conmigo. Estaba a punto de buscar algo de comer, ¿quieres?

El ánimo decaído de Pyro rápidamente fue reemplazado por la emoción más pura. Asintió con la cabeza, diciendo pequeños "Hmmph!" de felicidad, a lo que Medic tuvo que pedirle que no fuera tan ruidoso para no despertar a los demás. Pyro asintió y se levantó del sofá para luego apagar la televisión.

Se dirigieron a la cocina en silencio. Después de lo sucedido hace unos días con los dichosos espaguetis, Medic no quería arriesgarse a intentar cocinar nada. Así que tomó unas rebanadas de pan, les untó mermelada y ya con eso fue suficiente.

— ¿Tú no tienes hambre? —le preguntó Medic al pirómano. Pyro negó, pero un rugido en su estómago lo delató—. Claro —agregó con una suave risa.

Pyro no dijo nada, solo señaló su máscara con el dedo índice.

— Ja, tienes que quitártela para comer —dijo Medic remarcando lo obvio. Le tomó unos segundos captar qué era lo que Pyro realmente quería decir—. Oh... ¿no quieres que te vea?

Pyro bajó la mirada, sintiéndose avergonzado. Nadie nunca en la base había visto su rostro, pero Medic pensaba que era simplemente porque aquella máscara de gas le gustaba mucho. No pensó que era algo que iba más allá. No iba a insistir, así que se levantó cuando terminó de comer y preparó un segundo sándwich de mermelada. Lo colocó delante del pirómano y le dio una palmadita en la espalda.

—Estaré en la sala —le dijo en un tono suave, dándole a entender que lo dejaría solo si eso era lo que quería.

Pyro iba a acceder, pero tomó a Medic de la muñeca antes de que se fuera.

—Hmm mn.

— ¿Quieres que me quede? —preguntó el alemán alzando ambas cejas. Pyro asintió—. Claro.

Volvió a tomar asiento, y pudo sentir su corazón latir frenéticamente cuando las manos de Pyro fueron hacia la base de su máscara. El pirómano titubeó un poco, a lo que Medic rápidamente desvió la vista. No quería hacerlo sentir incómodo.

Cuando lo hizo, Pyro comenzó a levantar su máscara con lentitud. Medic no pudo evitarlo y le miró de reojo, percatándose de la piel quemada de su cuello. La máscara siguió subiendo, revelando más los detalles de su piel. Era morena y no le faltaban cicatrices. Al final se detuvo cuando la máscara estuvo lo suficientemente arriba como para dejar su boca al descubierto, dejando el resto de su rostro oculto.

Medic dejó salir el aliento que no sabía que había estado reteniendo.

Para no hacer la situación incómoda, se levantó y tomó el plato donde momentos antes había estado su propio sándwich. Fue a lavarlo y cuando regresó ya Pyro se había devorado más de la mitad del suyo.

—Parece que sí tenías hambre —comentó Medic, viéndolo comer con avidez.

Pyro soltó una risita, pero no dijo nada. No dijo nada en todo el rato que tuvo la boca al descubierto.

Boca que Medic no dejaba de mirar.

Oh, mierda.

Apenas terminó de comer, Pyro se bajó la máscara rápidamente. El corazón de Medic seguía latiendo con rapidez, pensando en lo íntimo que había sido ese gesto de parte de Pyro. ¿Tanto confiaba en él como para mostrarle, por lo menos, parte de su rostro? No podía negar que la idea lo emocionaba.

Se levantó para lavar su plato también, y una vez lo hizo no tuvo ni tiempo de secarse las manos cuando sintió el látex contra su piel. Pyro le estaba tomando ingenuamente de la mano a la vez que un sonido opacado venía de su máscara.

—No tienes que agradecer nada, Kleine.

El aludido no dijo más nada, solo apretó un poco más su agarre en la mano de Medic.

Fue entonces cuando él finalmente se dio cuenta de que Pyro no era solo un amigo para él.