Me gustaría creer que a mis 24 años tendría una vida más entretenida, que disfrutaría de mi vida al terminar la universidad, salir con mis amigos, beber hasta muy tarde y viajar a donde yo quisiera, pero aquí estoy sentado como idiota mientras escucho los preparativos para mi boda, sobre la cual no puedo opinar sobre nada, ni si quiera sobre los malditos centros de mesa.
-¿Qué crees? ¿Lavandas o Lirios?- la pregunta era molesta, en especial porque no interesaba lo que yo dijera.
-Lirios, son hermosos- su sonrisa flaqueó un segundo, no le gustó mi respuesta
-Pero las Lavandas son preciosas también- dijo con la sonrisa volviendo a sus labios y observando a la planeadora de la boda- serán Lavandas.
Por supuesto que serían Lavandas. Miré a Sunhee, era hermosa, su cabello castaño caía liso por sus hombros y sus ojos oscuros resaltaban con su maquillaje en su pálida piel. Recuerdo cuando la conocí, fue en una reunión de ex compañeros de clases de mis padres, todos con sus perfectas familias, y perfectas vidas sin problemas, llenos de dinero, fingiendo cosas que no eran, agrandando sus proezas tratando de mostrar quien era mejor entre todos ellos. Pero allí también estaba ella, teníamos 20 años, estaba callada y asintiendo a todo lo que su padre decía, de vez en cuando aportando pequeños comentarios, a diferencia de todos los otros hijos allí, ella no hablaba de donde estudiaba, que carrera estaba siguiendo o los países que había visitado en el ultimo año, tampoco mencionaba cuantos autos su padre le había regalado o exageraba los pretendientes que poseía, en su mayoría solo escuchaba, y eso nos conectó en ese lugar en ese momento, a través del gran jardín donde sucedía la reunión, puede sonar más romántico de lo que en verdad fue, pero así lo cuenta ella. Yo me acerqué primero, quería tener una conversación real, no la basura que todos contaban, quería ser su amigo, así comenzó todo.
Comenzamos a vernos diariamente cuando nos dimos cuenta que estudiábamos en la misma universidad, y yo dejé de almorzar con mis amigos para almorzar con ella cuando me enteré que siempre lo hacía sola.
La primera vez que nos besamos fue en una fiesta en el campus, la invité para que conociera a mis amigos, quizá así se uniría a nosotros y podría pasar más tiempo con ellos, pero se encerraba en hablar solo conmigo y comenzamos a quedarnos solos cuando el resto notó que ella no estaba interesada en hablar con alguien más, y en ese momento sucedió, solos en una banca entre los arboles, ella se acercó y tomó mi rostro entre sus manos y me besó, fue corto, no muy apasionado, y aunque no deseaba ese beso, si lo correspondí, quizá por instinto, no lo sé, pero desde ese día las cosas cambiaron, ella tomaba mi mano y me besaba cuando deseaba y con el tiempo eso fue avanzando a otras cosas, el sexo solo fue un paso natural a seguir en esa relación, y así continuó, ninguno nunca le pregunto al otro que éramos, pero cuando fui a su casa por primera vez me presentó a sus padres como su novio y así fue también con los míos.
La quiero mucho, la consideré durante mucho tiempo como mi mejor amiga, comenzó a abrirse más a mis amigos y eso hizo hizo que mi cariño creciera, su esfuerzo por encajar hizo que mi corazón comenzara a sentir un poco más, hasta que finalmente acepté que estaba enamorado de ella, y tres años después de haberla conocido, le pedí que fuera mi esposa, a aquella dulce chica que siempre demostró lo mucho que me amaba y que se preocupaba por mi. Sin embargo el último año había sido una tortura, planear una boda era horrible, y al parecer sacaba lo peor de las personas, Sunhee no era dulce en estos momentos, no era amable, ni preocupada, solo gritaba cuando no se hacían las cosas como quería y regañaba a todo aquel que no siguiera sus ordenes y no opinara como ella, siendo yo uno de ellos.
-Las invitaciones fueron impresas, solo falta la aprobación final y estará todo listo- la mujer frente a nosotros sonrió, hasta ella estaba harta de Sunhee- Se las mostrará quien me reemplazará desde hoy en adelante, su nombre es Ten, les aseguro que tiene muy buen gusto y es muy organizado- suertuda, entrecerré mis ojos hacia ella y su sonrisa aumentó, su licencia de embarazo comenzaba ya y no tendría que lidiar mas con Sunhee.
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Compromiso - NOMIN
Fanfiction-No deseo casarme Jaemin- sus ojos se abrieron sorprendidos. -Okay, yo no esperaba eso- sonrió un poco incómodo y se puso de pie para sentarse más cerca de mi- Pero deben ser los nervios Jeno, apuesto a que debe ser eso, tu amas a Sunhee, siempre me...