Capitulo 3

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En aquel momento Lidia se relajaba en el sofá del salón, mientras veía una de sus series favoritas del momento. Estaba en pijama y en la cara llevaba una mascarilla verde para hidratar la piel.

Estaba todo tan silencioso y tranquilo que le parecía raro. El hombre pez no estaba en la casa y en el fondo se preocupaba por como estaría. Aunque no eran amigos en si, solo compañeros de piso, sabia que su "trabajo" era bastante duro, y que podía llegar el día en que algo raro le ocurriera.

Cambio de postura en el sofá tres o cuatro veces durante todo el capitulo hasta que se dio cuenta que no estaba lo bastante concentrada en este. Apago la televisión y fue hasta el baño para quitarse aquella mascarilla.

Mientras se lavaba la cara escucho como la puerta de entrada se abría y los pasos de Arthur entrar. Estaba tan acostumbrada ya a vivir con el, que podía reconocer sus pasos desde lejos. Pero algo raro pasaba, no eran pasos acompasados. Y se convenció del todo cuando escucho un fuerte golpe.

Se seco la cara y salio corriendo del baño, esperaba verlo luchar contra alguna criatura acuática extraña, pero no había nadie mas que Arthur tirado en el suelo del salón.

-¿Arthur? -La chica se acerco a el corriendo, se agacho en el suelo a su lado e intentó darle la vuelta, pues estaba tumbado boca abajo. Le fue difícil por lo grande y pesado que era aquel hombre. Parecía estar consciente, pero respiraba con dificultad, una de sus grandes manos estaba taponando una herida en su abdomen, la cual sangraba bastante.

-Estoy bien. -Dijo el con una voz ronca, que denotaba que no estaba nada bien y que estaba sufriendo bastante dolor.

-Y yo soy la reina de atlantida. -Dijo ella mientras intentaba ver de que magnitud era la herida. El hombre soltó una ronca carcajada y después un gruñido de dolor, causado por haber reído.

-Podrías serlo si. -Dijo simplemente estaba vez con la voz mas suave. Parecía estar extrañamente tranquilo. Lidia no dejaba de pensar que si fuera ella la que tuviera aquella herida, estaría. gritando de dolor y nerviosa perdida pidiendo un medico.

-¿Que puedo hacer para ayudarte? -Respondió la chica estando medio desesperada por el momento, si seguía perdiendo sangre así, muy pronto viviría sola, y no quería que eso pasara por la muerte de su compañero.

-Dejadme dormir. -Dijo el simplemente, para después cerrar los ojos.

-¡¿Estas loco?! No te vayas a dormir. -Dijo ella zarandeándolo con algo de fuerza. -Necesitas un medico. -Dijo ella intentando evitar que el chico se durmiera.

-En mi móvil... hay un teléfono de un medico. Llamalo. -Dijo Arthur convencido de que la chica no lo dejaría tranquilo hasta que alguien le curara aquella herida. Y aquel medico sabia a que se dedicaba y le curaba las heridas mas grandes sin hacer muchas preguntas.

El medico tardo apenas veinte minutos en llegar a la casa, todo aquel tiempo Lidia había estado taponando la herida de Arthur y tenia ya las manos totalmente manchadas de sangre. Con la ayuda del medico pudieron tumbarlo en el sofá para que el medico pudiera hacer su trabajo de forma mas cómoda.

Lidia caminaba de un lado a otro en el salón mientras observaba al medico curar a Arthur, tras limpiar su herida, le puso los puntos y vendó. Parecía ser que Arthur no se quejaba del dolor, como si aquello fuera algo que le pasaba normalmente.

El medico salio de la casa un par de horas después. Lidia no dejaba de observar al hombre que seguía tumbado en el sofá, el cual estaba sin camiseta y con parte del abdomen vendado. El parecía estar dormitando.

-Lidia, me siento observado. -Dijo el hombre abriendo los ojos para mirar a la chica.

-Es que nunca había visto a nadie con una herida tan grave... estar tan tranquilo. -Respondió ella, que temía que en cualquier momento algo le pudiera pasar al mayor.

-¿Y te vas a pasar toda la noche mirando? -Respondió el, ella asintió rápidamente sin pensarlo. -¿Porque? -Volvió a preguntar Arhtur.

-Para vigilar que no te pase nada. -Respondió ella, como si fuera lo mas natural del mundo.

-¿Vas a controlarme las pulsaciones? -En aquel momento Arthur se estaba divirtiendo por lo exagerada que era su compañera de casa.

-La verdad es que si, en cuanto te quedes dormido, cada cinco minutos. -Respondió ella, cuando se dio cuenta de que el estaba de broma. -Realmente me preocupo por ti, me he asustado demasiado al verte en el suelo de aquella forma.

-¿Porque? -Volvió a preguntar Athur, que estaba algo aturdido por la sangre que había perdido y por lo cansado que se sentía.

-Porque... no lo se. -Respondió ella, que no sabia porque se preocupaba por el, no eran amigos por así decirlo, solo compartían casa y cada uno iba a lo suyo. -Supongo que por las veces que yo me hacia días de grabaciones intensivos y tu me traías picoteo... por las veces que necesitaba montar un set con algo pesado y tu me ayudabas con eso... o cuando me quedaba dormida en el sofá y me llevabas a la cama en brazos. La primera vez me asuste debo admitirlo. -Dijo ella riendo con suavidad. -Tu cuidas de mi, aunque parezca que no me doy cuenta, se que lo haces.

-¿Y sientes que me debes algo? -Dijo el, que no estaba acostumbrado a que la gente se preocupara por el, de forma desinteresada. Toda su vida se había rodeado de gente que solo lo quería cuando lo necesitaba.

-No, simplemente siento que también quiero cuidarte. 

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⏰ Última actualización: Sep 04, 2019 ⏰

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Viviendo con un Super Heroe #Wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora