I.

30 2 1
                                    

Querido anónimo.

Tus cartas no han dejado de llegar cada día, y como si de la cosa más embriagante se tratase mi mente se ha visto inundada por el agridulce sabor que me dejan cada día.

Hasta ahora, no me he atrevido a escribirte, quizás por qué una parte de mi realmente desea que te calles y dejes de apuñalar a mí desgastado corazón con tus pensamientos atosigantes y tú realidad imperturbable.

Quisiera a veces ser lo suficientemente valiente, para buscarte...Observar a tus ojos vacíos y regocijarme al saber que te has echado para atrás con mi presencia, tomar tu mano entre las mías y decirte "No hay vurlta atrás, cuando caes en este pozo sin final"

Es algo que dirías ¿Verdad? Yo pienso que sí, y quizás por eso, no puedo dejar de darle vueltas a cada carta, por qué te encuentro tan cercano y al mismo tiempo sé que somos lejanos, que no hay palabra que defina al contrario, que no hay una explicación con lógica para lo que ambos estamos viviendo.

Estamos atrapados en un tira y afloja constante, deseando resurgir cual fénix de estas cenizas que aún en sus últimos momentos perforan nuestra piel y nos manchan de sin sabores.

Para mí, no hay una salida, hace un tiempo que he dejado de ver aquellos colores que tanto ves tú. Soy consciente que, cuando nos encontremos, la magia de esto acabará, por qué nos desnudamos en estas cartas y nos deleitamos sabiendo que no estamos solos.

Admito que me sorprendió, saber que alguien se siente como yo, a veces la vaga idea de que intentas liberarme de estos demonios que me atan a la fría soledad de mi habitación se vuelve algo tan gracioso, que me siento por primera vez como alguien risueño...

Hacía tiempo que no reflexionaba sobre cómo me sentía, había aprendido a vivir con eso, y ahora no sé cómo sentirme, has abierto una puerta que se supone nadie debería abrir, ¿Nadie te dijo que abrir la caja de pandora liberaría los demonios dormidos en cada uno?

Supongo que no. Querido anónimo, eres tan extraño, tan magnético....

Y yo estoy completamente loco...

Un loco que busca con desesperación una manera de salir de este mundo vacío y se aferra a tus cartas para no sentirse tan solo... ¿Estaría mal...Si en la fría oscuridad de la noche, pronunciará una palabra que podría atarnos y cambiarnos por completo?

Por qué deseo con tanto ímpetu susurrarte aquello que tanto he anhelado, antes de que la arena de mi reloj se escurra entre mis dedos sangrantes de una venenosa soledad.

Simplemente debo susurrar una palabra.....

Una palabra con el poder de dar vuelta el tablero...

"Ayúdame"

Cartas anónimas para un extrañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora