Café dulce en tu mirada

Capítulo 2

Hace un año y medio...

- Probablemente no debí hacerte caso, ya es tarde - Le dije a mi mejor amiga mientras caminábamos por la calle - Además siento que va a llover y no traje sombrilla.

- ¡Ay no empieces! Es algo rápido, verás que no tardaremos nada.

Por supuesto que tuve opción, al menos hasta hace 5 min cuando estábamos todas reunidas en la salida del instituto y a Kara se le ocurrió la brillante idea de pasar por su casa antes de despedirnos por completo. Como es lógico las chicas se negaron rotundamente, porque su plan no tenía otro objetivo que dejar su laptop resguardada en el departamento, para luego formar parte del paseo que hacíamos diariamente al salir de clases.

Lo que sucede es que Kara vive nada más y nada menos que a una mísera cuadra del instituto, y ese dichoso "paseo" que realizábamos todos los días, consistía en caminar 3 cuadras en sentido opuesto a la ruta de mi amiga, hacia la parada de autobuses, para así separarnos finalmente. Las chicas usando buses distintos y yo caminando un poco más hasta llegar a mi casa.

Y podrá parecer ridículo complacerla en su pequeño capricho, pero de alguna manera me sentí mal porque nunca había podido ser parte de nuestra rutina diaria. De todas formas no era la gran cosa caminar con ella hacia su edificio, dejar la laptop y después regresar para encontrarnos con las chicas en la parada.

¿Un plan muy estúpido? Si. Pero sólo me costaría tal vez unos veinte minutos más llegar a mi casa, lo que ya no era algo nuevo. Por otro lado, sospechaba que su repentino interés en recorrer este trayecto no se debía a algún tipo de integración por parte de nuestro grupo de amigas, sino más bien en una posible conquista que se encontrara precisamente en ese destino final. ¿Y cómo no ayudarla en ese caso?