El sombrero seleccionador

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-Por cierto. Jean, ¿puedes irte un momento que Harry y yo nos tenemos que cambiar?- me pregunto Ron haciéndome enrojecer. Cogí mi túnica y me marché del compartimento lo antes posible.

Al salir de el compartimento me encontré con Hermione Granger que al verme me sonrió. Luego regrese con los chicos.

-Jean, te queda de maravilla la túnica- dijo Harry asombrado.

Le sonreí y mire por la ventana. Se podía distinguir entre la oscuridad de la noche un bonito castillo.
Faltaban cinco minutos para llegar.

Recogimos las golosinas que sobraron y nos dirigimos al pasillo de tren que estaba lleno de alumnos más nerviosos que Harry y Ron. Harry no paraba de moverse de aquí para allá y Ron le temblaba las manos.

Pero la más nerviosa de los tres era yo, mis piernas no me sostenían de pie y por poco caigo encima de Harry.

De repente las puertas del tren se abrieron y todos los niños empezaron a empujarse unos a otros.

Al salir del tren nos encontramos con un largo sendero en el que parecía no tener fin. Entonces apareció un hombre alto al que yo ya conocía.

-¡Los de primer año!¡Los de primer año por aquí! ¿Todo bien Jean? ¿Como estas Harry?¡Los de primer año por aquí!- los otros alumnos aparte de Harry y de mi estaban impresionados con Hagrid.

Todos los alumnos nuevos seguimos a Hagrid por el sendero que parecía no tener final. Cuando ya hubimos caminado un largo trozo Hagrid se paró y se apartó de delante.

Delante nuestro en la cima de una montaña, situada al otro lado de un hermoso lago, había un enorme castillo, lleno de torres y ventanas. Era espléndido.

-¡No más de cuatro por bote!- delante nuestro había unos botes alineados al lado de la orilla.

Los chicos y yo nos subimos a un bote con Neville. En unos momentos llegamos al otro extremo del lago.

-¿Estáis todos bien?-Hagrid nos conduzco hasta la entrada del enorme castillo mientras gritaba a todo pulmón.

-Vaya estupido- susurró fríamente una voz detrás mío.

Draco Malfoy miraba a Hagrid despreciándolo

Hagrid levantó el brazo y llamó al enorme portal tres veces. La puerta se abrió de inmediato.

Una mujer de avanzada edad y con severo rostro lleno de sabiduría nos miraba desde las escaleras de enfrente.

-Profesora McGonagall, los de primer año.- le dijo Hagrid a la profesora.

-Muchas gracias Hagrid. A partir de aquí los conduzco yo.-Dijo la mujer con un tono mandón.

Seguimos a la profesora McGonagall a través de un hermoso vestíbulo. Pude sentir miles de voces que provenían de una puerta situada en la derecha de ese gran vestíbulo.

-Bienvenidos a Hogwarts. El banquete de comienzo de año se celebrará dentro de poco, pero antes de que ocupéis vuestros lugares en el Gran Comedor, deberéis ser seleccionados para vuestras casas. La Selección es muy importante porque, mientas estáis aquí vuestra casas serán como vuestra familia. Tendréis clase con el reto de vuestra clase, dormiréis en los dormitorios de la casa y en el templo libre lo podréis pasar en la sala común de vuestra casa. Las cuatro casas se laman Gryffindor, Hufflepuff, Ravenclaw y Slytherin. Cada casa tiene su historia y de ellas han salido notables brujas y magos. Mientras estéis aquí vuestros triunfos serán puntos para vuestra casa y cada  infracción hará que perdáis dichos puntos. Al final del curso la casa con más puntos ganará la copa de las casas. La selección de inicio de año será de aquí unos instantes enfrente de todo el colegio. Ahora si me disculpáis voy a buscar unas cosas- este fue el discurso de bienvenida de la profesora McGonagall, que si hubiera durado un poco más no habríamos quedado sin profesora por falta de aire. Luego McGonagall se fue.

Jean Dekker ( Draco Malfoy y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora