Una Nueva Integrante (Eddsworld y Tu)

« Capítulo 19 »

Las palabras que salieron de la boca de aquel chico hizo que todo quedara en silencio, "¿Sacrificar a cinco personas...?" La pregunta resonó en la cabeza de cada uno de los presente, dar su vida para salvar a la de su amiga... era una decisión difícil.

-Patrick... nosotros lo aceptamos con mucho gusto, pero -trago duro- Solo somos cuatro-

-Yo me ofrezco-

-¡Hanny! ¡No! -gritaron los dos adultos-

- Papás -sonrio- Necesitan mi ayuda para hacer esto... y no quiero dejarlos solos-

-Pero... cariño-

- Estaré bien -les dio un beso en el cachete a cada uno- Los quiero con todo mi corazón, no se olviden de mi ¿Okey?

-Hija. . .-

- Mamá ¿Que es lo que tenemos que hacer?

Con una sonrisa forzada, Patrick les indica a cada uno la posición que les pertenecía (NOTA: Tubieron que formar la figura de un triángulo, los que entendieron entendieron). Ahí estaban los cinco, con algo de miedo por lo que les sucedería.

-¿Están listos?

- ¡¡SI!!

-Muy bien...-

-Ten cuidado Patrick-

-Tranquilo amor -sonrio- Todo saldrá bien-

Terminando esas palabras, este comenzó a susurrar algunas palabra incomprensible a los oídos de todos los presente a lo cual no tanto mucho en abrir sus ojos completamente en blanco para así después elevarse junto a los cinco que estaban en el círculo.

Las marcas en el suelo comenzaron a tomar un tono rojizo y bordes negros, a cada uno de los chicos les cubrió una fuerte luz roja. Aparentemente aquella luz les comenzó a tapar el cuerpo de ellos hasta el punto de ya no notar sus caras.

Aquel chico llamado Patrick terminó de hablar y calló rendido con dirección al piso pero por suerte su esposo está ahí para amortiguar su caída.

-¿Patrick? ¿Estas bien?

-Si, si estoy bien... Ya terminé con el ritual -suspiro- Lo único que tenemos que hacer es esperar-

-¿Cuanto tiempo?

-No mucho... por lo tanto yo me voy a  desmayar en 3, 2, 1...

[ . . . ]

Habían pasado 40 minutos desde que el ritual había comenzado y las luces rojas se comenzaron a suavizar poco a poco hasta el punto de que ya no estén... todo había salido a la perfección, el de cejas grandes llamado Paul se levantó del suelo y se acercó a la pequeña que aún seguía en el suelo pero esta vez no tenía nada de sangre y respiraba.

Ella comenzó abrir los ojos y se enfocaron el de cejas que la miraba con algo de tristeza y alegría.

-¿P-Paul? -se incorporó- ¿Que paso? ¿Donde están los demás?

-¿No te acuerdas?

-¿Acordarme que? -pregunto- Lo único que se me viene a la memoria son varias voces que decían mi nombre que aparentemente eran lamento o algo así-

-No te acuerdas. . . -susurro-

«Seré muy sincera con ustedes. . . Realmente en ése momento estaba perdida, no sabia que era, que fue, ni como fue lo que hicieron para que nuevamente este con vida.»