Consecuencias

Capitulo 3

BRUCE.

Es impresionante como con tan solo la mirada de una persona el estado de ánimo puede cambiar rápidamente.

Ella no solo me miró con sorpresa, yo vi el miedo en sus facciones cuando le dije mi nombre por más que intento ocultarlo y odio que me miren de esa manera, yo no merezco todo esto.

Mi regreso a clases luego de dos años empezó mal pero terminó peor.

Por empezar tuve que retirarme antes de que terminaran mis horarios de clases y falté a dos de ellas ya que mi hermano me llamó para que fuera hacia el edificio en donde vivo con él desde que llegué para informarme que mis padres están con el.

Por eso mismo ahora me encuentro caminando con prisa y por mi cabeza pasan los recuerdos de todas las cosas que me dijeron mis padres la última vez que me vieron.

Doblo en la esquina y de un callejón salen tres tipos, quienes comienzan a golpearme sin darme la oportunidad de hacer otra cosa más que aguantar y rogar para que paren.
Luego de unos minutos en los que parecen satisfechos de haberme golpeado se dan la vuelta como si nada pasara pero poco antes de desaparecer de mi vista uno de ellos frena y me dice.

-ya sabes quién nos mandó y por qué, no te conviene hacer como si nada pasó y te recomiendo que vayas a hablar con él antes de que venga a buscarte el mismo- se marcha junto a los otro dos y gimo adolorido intentando levantarme.

-no te esfuerces tanto, déjame ayudarte- escucho una voz hablándome y luego pasos acercándose a mi. Permanezco inmóvil viendo como un chico rubio de más o menos mi edad se agacha y pasa mi brazo derecho sobre su hombro para luego levantarme junto con el.

-¿qué fue lo que te sucedió?- suspiro dejándome ayudar por él, empezamos a caminar y mientras le cuento lo ocurrido hace unos instantes antes de que apareciera veo de reojo como mira detrás de nosotros para asegurarse de que no nos sigan.

-¿conocías a esos tipos?¿le debías dinero?¿algo?- niego con la cabeza y me mira con sospecha antes de respirar profundo -esta bien no más preguntas, ahora iremos a mi casa a curarte. Estás hecho mierda- ríe

Llegamos a una casa pequeña de dos pisos que se encuentra a unas cuadras de donde estábamos y Alex que es como se llama, me recuesta sobre la pared al lado de la puerta y busca las llaves en sus bolsillos para luego abrir la misma y ayudarme a entrar.

-hogar dulce hogar!- exclama tirando las llaves en la mesita de al lado de la puerta y guiándome hacia un sillón que se encuentra en la mitad de la sala -espérame aquí vuelvo enseguida- camina hacia unas escaleras y sube corriendo hacia no se donde.

Intento levantarme al recordar la razón por la cual iba tan de prisa pero no logro hacerlo al sentir un dolor punzante en mi estómago, al levantar mi camisa me horrorizo al ver que el lugar en donde me duele está comenzando a formarse un moretón bastante grande.

-eso si que debe doler- levantó mi mirada hacia Alex y fuerzo una sonrisa mientras lo veo agacharse y mirar atentamente el golpe -no te preocupes, no hay costilla rota solo es un golpe que se curará solo, al menos que te sucedan cosas así más seguido- bromea.

-No eres gracioso y está mierda si que duele, por cierto gracias por ayudarme- le resta importancia con un gesto de mano y luego saca de un pequeño botiquín que recién me percato que tiene, una pomada y la aplica con cuidado sobre mi estómago -¿qué es eso?- le pregunto con los dientes apretados por el dolor.

-esto ayudará a que no se te hinche más de lo que ya está hinchado- responde de manera automática como si supiera que iba a preguntarle eso
-¿cómo te llamas?- me mira con curiosidad.

-soy Bruce, Bruce McLean- alza su mirada hacia mí y luego de mirarme confundido por unos segundos niega con la cabeza.

-Bruce el chico de los rumores, pensé que eras más no se ¿intimidante?- baja mi camisa para luego pasar la pomada por mi pómulo derecho -listo mi trabajo aquí está terminado- guarda la pomada en el botiquín y se sienta a mi lado.

-¿qué rumores?- pregunto.

-oh ya sabes. esos de que mataste a una chica, de que vendes porquerías ilegales y no se que más cosas- dice desinteresadamente mientras me tenso. -descuida yo no creo eso que dicen y además por si te lo preguntas te hubiera ayudado igual aunque si lo hayas hecho.

-¿por qué?- suspiro -¿Por qué me ayudas?

-porque es mi deber como estudiante de medicina y futuro medico- infla el pecho con orgullo.

Cuando me siento mejor y puedo mantenerme en pie por mi cuenta me despido de Alex y tomo un taxi hacia donde vivo.

Desde el pasillo del se escuchan los reclamos que le hacen a mi hermano ocasionando que abra la puerta abruptamente y tanto mi hermano como Sarah y James mis padres, quienes se encuentran sentados alrededor de la pequeña mesa que tenemos, posan su atención en mi.

-hasta que por fin llegaste, parece que no te bastó con todo lo que sucedió para encima también llegar tarde- agacho la cabeza arrepentido y me quedo parado en la puerta sin saber que hacer.
-¡mírame Bruce, te estoy hablando!- exclama.

-mamá basta déjalo tranquilo, Bruce ¿estás bien?¿qué te sucedió en la cara?- pregunta mi hermano Connor, mientras se levanta de un salto de la mesa. levanta mi mentón con sus dedos y examina mi rostro con el ceño fruncido.

-ahora también te metes en peleas, no puedo creerlo Bruce me decepcionas- mi madre se levanta de la mesa y mi padre, quien hasta ahora solo nos observaba en silencio hace lo mismo y luego ambos se dirigen hacia nosotros.

Mi madre pasa por al lado mío y me dedica una mirada llena de rencor antes de salir por la puerta y resonar sus tacones mientras avanza directo al elevador del edificio en cambio mi padre me observa con tristeza, palmea mi hombro y se va cerrando la puerta de entrada.

-ellos nunca van a creerme- susurro para después encaminarme a mí habitación y encerrarme ahí procurando que el día termine.

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1075 palabras, increíble!

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Saludos Rosi.