Cuando finalmente Sakura Haruno se cansa del desprecio y poco interés de Sasuke Uchiha, que pasará con el pelinegro del sharingan y los sentimientos que nunca ha confesado ahora que siente que se le escapa de las manos la mujer que él pensó que jamá...
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Después de terminar la cuarta guerra ninja, todo era esperanzas y sueños en la aldea, se tenía fe, un héroe, los villanos derrotados y mucho trabajo por hacer, era obvio que todo era un caos ahora, pero era uno lleno de anhelos de que vendría algo mejor a partir de ahora.
- Sakura Chan! – Un Naruto lleno de energías venía hacía ella radiante como siempre – Que harás para hoy en la tarde? Tengo muchas cosas que hablar contigo.
- Naruto, yo.... Supongo que debería ir al hospital, estoy ayudando a gestionar algunos asuntos relacionados a la rehabilitación de los ninjas heridos y sus familiares, pero estaré contigo para la 5pm, de seguro ya estaré libre a esa hora.
- Ohhh seria genial Sakura chan! – se gira para volver por el camino que venía para levantar su mano vendada en señal de despedida, nos vemos luego, te estaré esperando en el campo de entrenamiento, de veras!
Con esas palabras finales se marchó escalando entre edificios que estaban siendo reconstruidos; varias aldeas habían ayudado a financiar las reparaciones de la aldea del héroe del mundo ninja, era un trabajo arduo y todos deseaban dejar esos trágicos momentos en el pasado lo más pronto posible. Ver el brazo de Naruto inevitablemente siempre traía a su memoria a su viejo e indomable amor, después de ser desencarcelado y llevar casi dos años fuera de la aldea era muy posible que se hubiese adaptado un poco a la falta de su extremidad, pero, aun así, no dejaba de mortificarla el hecho de su rechazo por la prótesis en señal de redención.
Llegada la hora del encuentro Sakura se encontraba en el punto de encuentro, esperando a su amigo que probablemente estaba siendo retrasado por un sin número de gente que ahora lo admiraba y pedía su atención, ¿en qué momento las cosas cambiaron así? ¿Desde cuándo ese niño solitario y rechazado era el núcleo de toda la atención y los halagos? No podía dejar de sonreír al pensar en cómo Naruto con su arduo esfuerzo había logrado cambiar su vida y la de todos.
- Sakuraaaa chan! – el rubio venía con una amplia sonrisa – hace mucho estas aquí?
- No, no ha sido mucho, ¿vamos a comer algo?
- Traje algo – dice al tiempo que estira unas bolsas con algunos envases de ramen y un termo de agua que según la situación debía estar caliente para la cocción – vamos a las esculturas en roca de los Hokage.
- Está bien – dice para posteriormente seguirlo, sin evitar sentir la decepción de comer ramen instantáneo como cena.
Al llegar a las esculturas que habían sido las primeras en ser reconstruidas, no se podía simplemente pasar por alto la bella imagen del atardecer, se sentaron para lo que creía Sakura sería una charla divertida y desestresante en medio de una merienda.
- Sakura chan – dice Naruto en todo pausado y calmado, haciendo a un lado las bolsas y poniendo ambas manos entre sus piernas – sabes que ahora salgo con Hinata, y quería pedirte algunos consejos, estoy siendo un poco torpe al tratarla
- ¿Torpe? – dice Sakura sin evitar su asombro, era extraño que el propio Naruto se diera cuenta de su torpeza, acaso era tanto el esfuerzo que hacia al estar al lado de Hinata que lo hacía más consiente de el mismo, debía realmente impórtale esa chica de una manera diferente ahora – bueno, y que quieres saber exactamente?
- Kakashi.... Kakashi- Sensei, le pedí algunos consejos y creo que fue peor, en mi última cita, yo quizá, me sobrepasé....
- ¿Sobrepasarte? – Sakura no podía cerrar la boca su mente se dispuso a imaginar una y mil posibilidades de como un hombre podía sobrepasarse con una chica, y cada una era peor que la anterior – qué hiciste idiota? – le dice Sakura en un tono molesto por todas las cosas que habían pasado por su cabeza
- Le dije que deberíamos casarnos – dice en un tono resignado y avergonzado
- ¿Que? – el asombro se hizo aun mayor, no podía creer lo que oía, apenas tenían 19 años y Naruto estaba pensando en casarse – bueno y que hay de malo en eso? ¿Qué te dijo? – no podía evitar la curiosidad al tiempo que sentía un poco de envidia y celos por lo afortunada que era Hinata al lograr que el amor de su vida le propusiera casarse finalmente.
- Bueno, ella se quedó muda, y luego solo respondió que eso no era una propuesta adecuada – finaliza con un suspiro y dejando caer su cuerpo hacia adelante en señal de resignación
- Wooow, Hinata es asombrosa
- Lo sé – pero ahora no sé cómo debe ser una propuesta adecuada
- Ya veo... - dice mientras mira a su lado a un Naruto triste y confundido – yo puedo ayudarte con eso – dice al tiempo que se pone de pie invitando a Naruto a levantarse – y a todo esto.... que tiene que ver Kakashi Sensei?
- Bueno, yo le dije que realmente amaba a Hinata y el me pegunto como estaba tan seguro, así que le dije que quería pasar toda mi vida con ella y......
- ¿Y?
- Y que quería que fuéramos mas íntimos – dice al momento que pasa la mano por su nuca - tú entiendes Sakura chan....
- No creo que esté entendiendo bien – Sakura imaginaba algo con las palabras de Naruto, pero no podía aun ver a su amigo como un hombre lujurioso
- Ya sabes.... quiero que tomemos el siguiente paso, después de los besos y esas cosas – estaba hablando un Naruto sonrojado a mas no poder con los ojos cerrados por su sonrisa mientras reía de nerviosismo
- Ohhhhh si, olvídalo, no quiero saber – finaliza Sakura para invitarlo a empezar con la practica – ya tienes un anillo?
- Si - dice para sacarlo de su bolsillo – justo iba a mostrártelo – dice al tiempo que saca un hermoso anillo en plata sencillo con una perla en el centro que combinaba a la perfección con el perlado de los ojos de Hinata
- Es hermoso Naruto, ahora imagina que soy Hinata – dice la pelirrosa para ponerse expectante e imitar un tono de voz que contrario a la suya era delicado y suave – ¿para qué me pediste vernos Naruto – Kun?
- Hinata.... Yo, tu, quieres, este anillo, para tí – no funciona Sakura chan! ¡Dime que debo decir!
- Vaya que eres idiota Naruto, haz tu de Hinata y yo te mostrare lo que debes hacer, yo seré tú – le dice para encarnar ahora un papel de chico seductor de novelas – Hinata... - dice a la vez que toma su mano y empieza a acariciarla suavemente entre las suyas – ha sido un tiempo y he podido asegurarme que eres la mujer con quien quiero pasar mi vida – le dice al momento que se acerca a él y lo abraza, siente como el cuerpo de Naruto se tensiona, no quería engañarse a ella misma, estaba disfrutando y divirtiéndose con las reacciones de su tonto amigo, en medio del abrazo se acerca a su oído para susurrar suavemente las palabras que a ella le gustaría oír en esa situación – eres la única persona a la que puedo amar, y todo este tiempo me ha dejado en claro que no abra nadie más, te amo, te amo y mi corazón podría explotar si tú decides apartarte de mi lado.
Una voz ronca y lúgubre rompió el ambiente que la chica había creado entre su juego con el rubio.
- ¿Fue para esto que me invitaste a venir aquí Naruto? – el tono de Sasuke sonaba más frío que de costumbre
