Chapter 1.

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Me despierto por el sonido del relámpago, faltaban exactamente 10 minutos para que sonara la alarma, y el cielo estaba completamente oscuro, pues al parecer iba a haber tormenta todo el día, algo típico en Oslo, suspiré y me levanté a colocar la ducha, ni loca con este frío me bañaba con agua normal.
Entré al baño e hice todo lo que tenía que hacer, me puse el atuendo que elegí hoy y las mismas tenis de siempre, agarré mi kånken y coloqué los libros que me tocaban hoy, suspiré y bajé a buscar mi desayuno.
Bajando las escaleras, me sorprendió ver a mi mamá sentada en el desayunador, pero no le tomé importancia, me dirigí a la refri y la saludé con un buenos días.
- Cómo pasaste tu fin de semana princesa? Espero que bien, de una vez te aviso que este fin tu padre y yo nos vamos a Madrid, tenemos que atender unos asuntos, no te olvides de ir a misa y te dejaremos dinero para que pidas algo y no cocines.- Exclamó Serena, su madre, una mujer muy bella, con ojos verdes esmeralda que dejaban impactado a cualquiera, aunque igual los años se le notaban un poco.
- No te preocupes, mamá, y gracias, te amo, nos vemos en la tarde- dije un poco apresurada dirigiéndome a la puerta, el bus pasaba en cualquier momento y me dejaba botada, y tendría que tomar taxi por tercera vez esta semana.

Entraba a las 7:00 con Educación física, la materia que más odio, no me gusta el deporte, aveces salgo a correr pero no es lo que más amo definitivamente, y tras de eso, el profesor no ayuda en absolutamente nada, siempre nos exprime como limones y nunca se le queda bien, parece de esos instructores obsesionados con los grandes músculos.

-¿Vamos? ¿O te vas a quedar ahí parada?- habló su mejor amigo Erick, quien la sacó de uno de sus muchos pensamientos, que como siempre, la distraían de todo.

¿Sabes? Mejor saltémonos la clase, y vamos a dunkin' donuts. -Dijo ella, para que segundos después se sorprendiera de lo que había dicho.

Erick, la quedó viendo sorprendido, serio por un momento para que luego se le formara una sonrisa maliciosa en la comisura de los labios.

-¡Wow Em! ¿Estás hablando en serio? Esta no es la niña que yo conozco. - Dijo su amigo para luego tocarle la frente -¿te sientes bien?- le preguntó.

-Si pelotudo, estoy bien, vámonos antes de que me arrepienta. - Dijo Emma ya un poco molesta, ya que Erick no la creía capaz de escarparse.

Y así siguieron peleando todo el camino hacía allá, sin saber lo que a Emma le esperaba.

Se sentaron en su mesa favorita, la muchacha que los atendía, Matilda, se quedó sorprendida al verlos tan de mañana.

-¡Vaya! ¿Que hacen acá tan de mañana?- Preguntó sonriente la delicada mujer, mientras servía en tazas su café favorito y dos donas espolvoreadas de azúcar.

-Pues, al parecer la niña quizo saltarse una clase.- exclamó Erick riendo, para luego ser golpeado por su amiga, quien lo veía con cara de pocos amigos.

-Ya ya, es broma, no tuvimos clase simplemente- mintió.

-¿Erick porqué no te callas?- dijo Emma para luego darle un golpe en la cabeza.

-Bueno, lo siento jaja.- dijo él.

-Y tú Matilda, ¿cuando vas a salir de este lugar?- preguntó Emma.

Bueno, sabes que esto es lo único que me paga la universidad, mi sueño por ser profesora de matemáticas está muy cerca, ya queda poco, así que tengo que conformarme. - dijo la chica mientras servía un poco más de café.

Estuvieron hablando un rato, reían y Emma la estaba pasando bien, al menos no se sentía culpable de no haber ido a clase, ya que resultó que tuvo la suerte de que el profesor no llegara.

Story times and fall. (Lesbian) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora