- YoonGi, hermano, debes descansar
Aconsejó NamJoon una vez más, preocupado, desde el otro extremo del escritorio.
Ojos inflamados por deshacerse ya tres días en lágrimas silenciosas, y la falta de sueño; el aspecto de su rostro y cuerpo, era descuidado y maltratado, expresando aquello que también sufría su lobo. Tal apariencia en Min YoonGi no era algo que se haya visto antes.
- No, NamJoon. Necesito... necesito encontrarlo- un susurro acompañado de nuevas lágrimas que tan solo hace minutos habían parado de fluir, tal vez por cansancio o concentración que mantenía en lo que estaba haciendo.
Dejó de lado lo que averiguaba en su computadora, posicionó sus manos sobre su rostro y los codos en el borde del bufete intentando, inútilmente, retener el llanto.
-YoonGi- lo llamó para luego soltar un suspiro; NamJoon sabía lo que venía, exactamente lo mismo que ha estado pasando esos tres últimos días, más sufrimiento y negación a la realidad, que nadie más que él mismo había formado.
Al entender que no obtendría respuesta del mayor. se dispuso a hablar. - Ya te lo dije y entiendo que no quieras hacerme caso, pero comprende, JiMin se fue; él quiere empezar de nuevo. Cometiste muchos errores, conociendo su actitud, él ya te los perdonó todos y no te guarda rencor. Entiende que tienes que dejarlo ir.
Simplemente esperó la reacción del pálido, intuía que sería la misma que la última vez que le dijo eso; tan solo la noche anterior.
- Pero... y-yo lo amo- intento acallar sus sollozos- n.... necesito saber que está bien.
NamJoon estuvo a tan solo milésimas de segundo de hablar, pero el estruendoso sonido de la puerta golpeándose contra la pared al ser abierta con furia, lo interrumpió.
- ¡¡Si en verdad lo amaras, nada de esto estuviera pasando!!- Jin, el hermano mayor de JiMin acababa de entrar. YoonGi solo seguía llorando en su lugar, no tuvo el valor de verlo a los ojos. Le había prometido a Jin cuidar de JiMin, cuando los ayudó a escapar, y cada vez que llevaba los recados de su parte al joven omega había jurado una y mil veces que lo amaba y daría su vida con tal de verlo sonreír. Y es cierto, solo que cometió el peor error de su vida al descuidarlo y traicionarlo.
JiMin. Perdóname, por favor.
Volvió a rogar en su mente, ignorando la situación a su alrededor.
A pesar del imprevisto, NamJoon, estaba feliz de ver a su prometido después de tanto tiempo y tan inesperadamente; desde que lo transfirieron a Londres por su trabajo, hace ya casi un año, habían tenido pocas oportunidades de verse, pero ese no era el mejor momento, y lo entendía; con rapidez se puso de pie para evitar que llegara a YoonGi, sabía que Jin lo golpearía. Pero grande fue su sorpresa al ser él quien recibió el primer golpe.
Su lobo aulló sorprendido y alterado, dando vueltas, mientras que él se quedó estático, mirando los ojos llenos de lágrimas, ira y preocupación del mayor.
- ¡¡NamJoon, Tú sabías todo!!, ¡¡¿Por qué no me dijiste nada? ¡Ni siquiera sabía que JiMin está desaparecido! - Gritó con cólera hacia su alfa. Se sentía traicionado, preocupado y herido. Aquella persona a quien le confió su hermano menor, había faltado a su palabra. Nadie sabía del paradero de su pequeño JiMin, ni siquiera su mejor amigo TaeHyung; su propio novio, su alfa, su futuro esposo, no le dijo nada al respecto sobre el maltrato al que estaba siendo sometido su hermano menor; pero lo que más le dolía era el hecho de que esa persona a la que le entregó su tierno e inocente JiMin lo había lastimado hasta el punto de tener que huir.
-J-Jin- El más alto apenas y pudo pronunciar el nombre de su amado -y-yo... lo siento - soltó en suspiro, sintiéndose culpable, sabía desde un principio que todo lo que hizo su amigo estaba mal, y lo calló a petición del omega, que no quería que su hermano se enterara de nada, solo haciéndose presente con consejos y advertencias.
-TaeHyung... -susurro para si mismo el pálido al recordar que el amigo de JiMin, Tae, no le contesta, pero a el omega si - ¡Eso es! Jin necesito tú celular- exclamó poniéndose de pie, haciendo que su silla corriera hacia atrás de golpe por la rapidez con la que se levantó. - TaeHyung no me contesta a mí, pero si lo llamo de tú celular si lo hará.
El mayor de los tres pasó de NamJoon directo hacia YoonGi. Cuando llegó frente a su escritorio le soltó una bofetada que volteó su rostro, mientras la parte afectada enrojecía intensamente el mayor seguía observándolo con ira y resentimiento.
-TaeHyung está tan preocupado por JiMin que rompió la promesa que le hizo de no contarme sobre lo que ha estado pasando. ¡¡Eres un bastardo YoonGi!! maldigo el día que creí que serías capas de cuidar y amar a JiMin como lo prometiste. Ahora mi hermano est-- sus reclamos fueron interrumpidos.
-¡¡¿Crees que no me arrepiento?!! ¡Lo amo! ¡Y sé que fui un imbécil!! pero ahora solo necesito encontrarlo, asegurarme de que está bien.
- ¡Tu jodido arrepentimiento no sirve de nada ahora!Tú no amas a JiMin, ¡inclusive lo golpeaste!! ¡¡mereces la muerte!!- le tiró una estatuilla de bronce que estaba sobre el escritorio a su alcance.
NamJoon se acercó rápidamente y tomó de las muñecas a Jin, para evitar que siga lanzando cosas, pero esto solo lo enfureció más.
-¡¡NO ME TOQUES!!-se soltó del agarre- ¡papá tenía razón respecto a ustedes dos!¡ no son buenos alfas! - con un gran pesar en su corazón, pero con un rostro firme y decidido el omega sacó su anillo de compromiso, NamJoon solo lo miraba impactado, a punto de que su cordura se desplomara.
-No quiero saber nada más de ti- se dirigió a su prometido tomó su mano y le dejó la sortija.
-Jin, no. Espera, piensa las cosas, amor, no puedes tirar todo a la basura- habló al borde de las lágrimas.
Ignoró a NamJoon y se dirigió a la salida -Yo buscaré a mi hermano, ya estoy aquí, él no te necesita- miró a YoonGi que se encontraba sentado con la cabeza gacha. -encontraré a JiMin y cuando lo haga me aseguraré de que no te vuelva a ver- se dio vuelta nuevamente, dispuesto a salir con la cabeza bien en alto y la elegancia que solo conseguía un omega de su clase; fingiendo que el terminar con su alfa y discutir con el hombre que había traicionado y maltratado a su hermano menor no le afecto. Pero ya en la salida nuevamente la voz de aquel que ahora odia lo detuvo.
-No puedes impedirme verlo, él está embarazado- pronunció con voz quebrada.
El embarazo lo tomó por sorpresa, sin embargo, no lo demostró, lo pensó un momento y finalmente contestó.
-Con más razón aún, no permitiré que te acerques. Eres una amenaza para JiMin y para el bebé. – Tal vez no era lo mejor que pudo decir, pero fue lo primero que su mente armó y su boca escupió, simplemente un pensamiento en bruto, afilado y directo, el cuál no expresaba ni una milésima parte de todo lo que sentía y pensaba en esos momentos. Sabía que incluso si devolvía la mirada con los alfas rompería en lágrimas, su antiguo amigo, traicionó su confianza y su antiguo alfa no le dijo algo tan importante como lo que está pasando, si no fuera por TaeHyung, a quien quería como otro hermano, le contaba todo lo que está pasando el seguiría en Londres, encargándose de la sucursal de su empresa sin tener una idea de lo que esta pasando.
Se dirigió al ascensor seguido por sus dos guardaespaldas, betas. - ¿Noticias? – habló una vez dentro del ascensor, reteniendo las lágrimas, no sabía el paradero de su hermano menor y acababa de dejar a su alfa. - Sí señor, el detective llamó hace un momento, dijo que posiblemente estaría aquí - le mostró un papel donde estaba anotado la dirección de un hotel y el número de cuarto- pero no es seguro, no hay registro, probablemente pagó en efectivo y es en los barrios bajos, así que no hay cámaras en el establecimiento, solo una en un semáforo de fuera-
Con cierto alivio logró suspirar sin tanta pesadez para responder -Debemos apresurarnos, si nosotros lo encontramos dudo en que el imbécil de Min tarde en hacerlo –
JiMin, por favor espérame.

YOU ARE READING
LET HIM GO
FanfictionLas cosas pueden repararse, con parches, enmendaduras etc, al igual que los sentimientos con disculpas. La mayoría de nosotros no logramos valorar lo que poseemos, hasta que alguien nos lo arrebata o simplemente lo perdemos. Una ves despojado de nos...