Destiny matters +Yoonjin+

✨be✨

Yoongi entró al salón de ensayos con bastante mal humor, eran las 7 de la mañana en punto y él ya tenía que estar en la estúpida universidad sólo para ensayar unas horas en el piano porque su profesor había insistido en que debía esforzarse más de lo que lo estaba haciendo hasta ahora.

Era la segunda semana y ya estaba haciendo mella en sus horas de descanso, pero no podía hacer nada, las palabras del Sr. Lee fueron claras. 'Eres sin duda un chico talentoso Yoongi, incluso más que tus compañeros pero el talento se acompaña de dedicación y tú tienes que mejorar ese aspecto' había dicho y aunque él puso muchas excusas para no tener que hacer más práctica, al final el profesor encontró una solución para cada una de ellas. Cuando descartó la última carta de Yoongi sobre 'no puedo concentrarme con la gran cantidad de ruido qué hay durante clases', su mentor hablo con la junta directiva y le otorgaron el permiso de utilizar los salones recién renovados y bastante alejados de los estudiantes, Yoongi no tuvo más opción que rendirse.

"Odio esto, realmente lo hago"- se quejo mientras se sentaba frente al piano para ponerse a tocar.

Aunque sus prácticas siempre estaban acompañadas de quejas por lo temprano del horario y sus horas de sueño perdidas, Yoongi amaba tocar, después de todo no estaba estudiando música por nada.

El tiempo corría con rapidez cuando las cosas que haces realmente te gustan. Su mente se perdía y volaba lejos, encantada por el sonido de las notas que sus dedos creaban con cada movimiento. Era fácil centrarse en la música cuando no había nada que irrumpiera la melodía.

Las horas pasaron con tranquilidad, entre música y esporádicos sonidos que se colaban por las ventanas, sin embargo los suaves sonidos de los animales en los árboles y el viento no eran suficiente distracción para él.

No supo exactamente cuándo cerró los ojos dejándose llevar por la música y su ritmo, sin embargo sí supo cuando fue necesario abrirlos al oír algo golpear en el piso y destruir el pacifico ambiente que lo rodeaba al causar tanto estruendo.

"¡¿Pero que-?!"- gruño molesto ante la interrupción, preguntándose qué rayos pasaba.- "¿Que haces aquí?"- espetó mirando  hacia el chico que se encontraba aún en el suelo, se suponía que nadie tenía permitido estar en el área hasta que fuera inaugurada, claro excepto en su caso. Dibujo una mueca en su rostro al reconocer quien era el intruso, Kim Seokjin. Su mente no encontraba una razón lógica para que el niño bonito y popular de la universidad estuviera tirado frente a sus narices. Su nariz comenzó a olfatear el aroma intoxicante que el chico emanaba y su cerebro hizo corto circuito cuando noto lo que pasaba.

<<Mi omega>> el pensamiento fluyó con naturalidad, el sentimiento de pertenencia y posesión se afianzó dentro de él en un segundo y su alfa normalmente tranquilo y distante comenzó a alterarse.

"Mío"- pronunció inconscientemente al acercarse a su pareja destinada y ayudarle a incorporarse.

A pesar de lo que pudiera pensar de Seokjin y de que probablemente el chico no querría a alguien como él de alfa el chico lo miro con adoración y le sonrió hermosamente.

"Tuyo"- respondió complaciente a sus palabras. Su lado alfa festejó ante la contestación y le instó a acercarse más, a tomar lo que era suyo.

Los preciosos ojos del castaño se dilataron completamente y entonces se tambaleó un poco, Yoongi apenas fue capaz de sostenerlo. Suaves quejidos comenzaron a salir de sus labios y Yoongi sintió la angustia recorrerlo al no saber que hacer para aliviar el dolor de su pareja.

Cuando Jin levanto la mirada de nuevo Yoongi lo comprendió al fin, Seokjin estaba en celo. Eso explicaba porque el aroma a lirios de agua de su castaño era tan intenso y porque Yoongi quería desnudarlo en ese mismo instante y tomarlo para sí.