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El día se encontraba nublado, el reloj marcaban las nueve de la mañana. No había pegado un maldito ojo en toda la noche, solo por pensar que será de mi día y las millones de cosas que tendría que hacer.
Bufe y decidí levantarme e ir directamente a la ducha. Nada más lindo que el agua caliente sobre mi cuerpo.

Mientras seguía bajo el agua, no podía evitar el porqué me sucedían estas cosas. ¿Tan mal hice?

Después de unos largos minutos, por fin salí de la lluvia caliente y coloque una toalla en mi cintura. Mi cuerpo aún mojado, dejando caer algunas gotas, y mi mirada totalmente puesta en el espejo. Mis ojos se veían ojerosos y tristes, mi cara estaba palida y no le encontraba sentido a sonreír.

Recorrí los pasillos de mi casa, aún sin ropa, recordando todo lo que viví desde pequeño. Era feliz y no lo sabía.

Los recuerdos nostálgicos hacían que se posara un nudo, muy molesto, en mi garganta. Si, eran ganas de llorar. No había llorado desde la última vez que vi a mi madre. Cuanto necesitaba un abrazo de ella, una caricia y un todo esta bien.

Me arrepiento tanto no haberle dicho cuanto la amaba y que era mi pilar. Han pasado tres años desde su partida, desde que vi su cuerpo ya sin vida.
Como pude ser tan tonto y dejarla ir.

Llegue a mi habitación, tire la toalla y me puse un boxer. Quisiera intentar dormir, pero tenía cosas demasiadas importantes que hacer.

Me puse ropa, totalmente casual, y salí del departamento. No me interesaba desayunar.

El frío viento de la mañana golpeo mi rostro, haciendo que unos pequeños escalofríos recorrieran mi espalda y saliera un suspiro de mi boca.
Caminé unas cuadras, mirando a las personas, tratando de entender sus miradas. Viendo si tenían brillo o solo estaban apagados, como yo.

Mi bolsillo comenzó a vibrar, era mi móvil y un mensaje de un viejo amigo.

Mark.
Me enteré que estas buscando empleo... ¡Y YO TENGO UNO EXCELENTE PARA TI!

Tú.
¿Qué tramas?

Mark.
Ven a esta dirección.

Miré la dirección que me había enviado y llame a un taxi. El lugar estaba a unos veinte minutos. Al llegar, me encontré con un enorme edificio y un letrero enorme que decía JYP. Genial, ¿qué hacía aquí?

Miré a mis lados, buscando un rostro familiar y lo vi, mi viejo amigo.

Mark y yo nos conocemos desde pequeños, nuestras madres fueron muy amigas, puedo decir que él es más que mi amigo, es mi hermano mayor.

ㅡ¡Bro!.ㅡ Me abrazó, o mejor dicho, apretujo mi cuerpo contra el suyo.ㅡ¿Como has estado?.

ㅡHola, bien, supongo.ㅡTrate de soltarme de él, pero paso su brazo sobre mi cuello y despeino mi cabello de manera divertida.ㅡ¿Tú?

ㅡDemasiado bien.ㅡSonrió. Quisiera estar igual que él.

El mayor me llevo, a las fuerzas ya que no soltaba mi cuerpo, hasta una oficina totalmente enorme.
En el escritorio pude devisar el nombre de un tal Park Jinyoung. Seguramente será el dueño de la compañía. 

ㅡBien, te dejare solo. Tu solo acepta el trabajo.ㅡMe guiño el ojo y se marcho.

Miraba toda la habitación, no entendía que es lo que hacía acá y el porqué. Mis manos comenzaban a sudar y temblar, mi garganta picaba.

ㅡ¿Im Jaebum?.ㅡAlguien desde la puerta dijo mi nombre e inmediatamente gire mi cuerpo para ver a la persona dueña de esa voz. Era un hombre mayor, tal vez, de unos 50 años.

ㅡSoy yo.ㅡTitubie y me incline en modo de respeto y saludo. 

ㅡImagino que vienes por el puesto de guardaspaldas.ㅡMe sonrió. 

ㅡ¿Si?.ㅡNisiquiera sabía a que venía.

ㅡ¿Tienes currículum?.ㅡ Seguía sonriendo. ¿Estará de buen humor?

ㅡNo, lo siento. Mi amigo, Mark, me dijo que viniera, no me dijo más nada.ㅡComencé a tocar mi cabello, estaba nervioso.

ㅡEsta bien. Puedes enviarmelo por correo. Tu físico me parece el indicado para este trabajo, te tendré en cuenta o seguramente seas mi única opción.ㅡMe extendió su mano y rápidamente correspondí.

¿Estaba contratandome sin tener currículum? Vaya, por fin esta pasando algo bueno.

ㅡSi, señor. Se lo mandaré, gracias por esta oportunidad.ㅡNo dejaba de sonreir, me sentía bien.

Salí de la oficina y comencé a caminar hacía el ascensor, marque el piso y vi como las puertas se cerraban hasta que, una mano,  lo impidió. 

Era un muchacho, menor de 25, más que seguro. Pelo oscuro, piel blanca; Y bonita sonrisa.

Este solo sonrió y marco su piso.

Cuerpo bien marcado, lindas piernas y trasero. Era un chico sacado de un libro.
Su perfume era dulce y fuerte a la vez, pero ni un poco desagradable. Y su respiración era un poco agitada, ¿Será por qué corrió para llegar aquí?

Su postura era tan natural y yo estaba totalmente incomodo. Su presencia me tenía incómodo y no sabía ni quien era.

ㅡTranquilo, no muerdo.ㅡMe miro de arriba abajo, pudo notar como me sentía.ㅡAl menos que quieras.ㅡ y salió del ascensor. 

¿Quien mierda era y por qué hizo que mi piel se calentara?

Lovers•JJPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora