» Jonghyun entra a Shinin' como era su costumbre todas las noches. Le encantaba estar en ese lugar, es como su refugio. Sin embargo, hay alguien en el bar que lo vuelve totalmente loco y hace que todos sus nervios se alteren. Ese es Taemin, su preci...
Eres tan popular que a veces todos los chicos están a tu alrededor, dispuestos a darlo todo como si sus vidas dependieran de ello.
Los compadezco porque tú sólo piensas que yo soy tierno y me sonríes creyendo que soy lindo.
Eres mi cóctel. Tú, tú, tú, tú."
— Kim Jonghyun; Cocktail.
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Jonghyun entra a Shinin' como era su costumbre todas las noches. La música en volumen bajo pero audible, lo recibe. Saluda al guardia de seguridad que lo deja pasar y luego a un mesero que camina frente a él. Jonghyun le encanta estar en ese lugar, es como su refugio. Sin embargo, hay alguien en el bar que lo vuelve totalmente loco y hace que todos sus nervios se alteren.
Camina hacia la barra, con camisa roja y corbata negra, lleva una de sus manos a la misma, aflojándola un poco. Tiene el cabello rosa peinado hacia atrás, dándole un toque único a su estilo exquisito. Va deseando que su precioso tormento se encuentre allí.
Por la multitud acumulada en la barra, da por hecho que si. Las miradas iban atrás de la misma viendo al chico bonito de cabello tan negro como la noche, esos ojos profundos con una mirada que podría derretir hasta el iceberg más grande del planeta y es que Lee Taemin era digno de ser llamado Adonis del siglo veintiuno, y Jonghyun gustoso de admirarlo.
Taemin le gustaba de una manera tan fuerte, tan inefable. En definitiva, no había forma de explicar lo que el menor era capaz de hacer en Jonghyun. Lo dejaba débil, tonto y con muchos sentimientos rodeando su mente y corazón.
Jonghyun se hace paso entre tanta gente y se sienta frente a la barra. Es cuando lo ve y se da cuenta que Taemin tiene sus ojos posados en él. Jonghyun sonríe mostrando sus dientes y baja la mirada hacia sus manos entrelazadas. Taemin lo ponía nervioso y le costaba mantener los ojos frente a los suyos.
— Hola, Jonghyun ¿que te ofrezco? — la melodiosa voz de su tormento le pregunta, está frente a él.
Jonghyun alza la mirada, apreciando la sonrisa que Taemin le brinda por cortesía. — Hola. Me lo estoy pensando.
— Bien, avísame cuando quieras ordenar.
Jonghyun rió, su risa fue escuchada. Sus nervios tomaban control de su cuerpo y podía sentir su rostro volverse tan rojo como su camisa. — Lo siento, he recordado algo.
