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Yangyang frunció el ceño mientras le reclamaba a Sicheng por haber puesto una carta +2 seguido de un +4.
ー¡Eso es trampa, Ge!
ーNo dijiste lo mismo cuando tú lo hiciste en la ronda pasada -le respondió gracioso este. Su sonrisa aumentó seguida de una carcajada al ver los intentos del menor para excusarse por su pequeño truco.
Todos se encontraban ocupados en algo; Yukhei jugaba entretenido en su celular, gritándole a este mismo que disparara pronto entre otras cosas. Chittaphon cantaba 'My Boy' mientras Kun le acompañaba tocando esa canción en su amado piano. Kunhang se encontraba durmiendo sobre el sofá, al lado de Yangyang, Sicheng y Yukhei. Y justamente, el miembro restante de Wayv venía bajando las escaleras, con nada más que su celular en mano.
Kun se volteó a verle y extrañado le preguntó:
ー¿Y tú a dónde vas? Es muy tarde y está todo oscuro afuera.
Dejun paró su paso a la puerta y se giró hacia el mayor con una leve sonrisa.
ーEh... iba a tomar un poco de aire fresco -pasó su mano por su brazo, signo de su nerviosismo. Si bien se sentía colapsar por el cansancio, gracias a estar preparándose para el Yearbook del OT21, quizá estar un rato a solas no le vendría mal.
Lástima que sus pensamientos le jugaran completamente en contra a su sueño.
ー... ¿Está bien? -seguía confundido por las repentinas ganas del -ahora- rubio de querer salir, siendo que todos saben perfectamente que a él no le gusta salir de su cama- Por lo menos abrígate.
ーEstoy bien así, Ge -siguió su camino rápido a la puerta y finalmente habló fuerte antes de cerrar la puerta de esa linda cabaña a orillas del mar- No tardaré demasiado.
Todos quedaron desorientados por el comportamiento del menor, menos Yukhei que seguía con su partida de Pubg contra los Dream.
ー¡LES GANÉ, JAJA!
ーJODER YUKHEI, NO GRITES
ーHendery sensible -bufó y continuó en su juego.
[ 🌷 ]
Dejun caminaba con su típico semblante serio, con las manos en los bolsillos de su pantalón y su cabello siendo revuelto por el viento costero. Si bien Kun tenía razón, en esos momentos lo último que le importaba era pescar un resfriado. Ver esa foto junto a su hermano de pequeños realmente le dejó una sensación de nostalgia en su pecho.
No se dio cuenta cuando caminó tanto, pues llegó a un lugar un poco más apartado de la cabaña, ni tan lejos, ni tan cerca. Se sentó y suspiró agotado.
La playa en general no le agradaba por lo irritante que podía ser la arena, mas le gustaba el sonido de las olas de noche y el aire a esas horas. Además, no le molestaba estar en soledad, porque así podía ser el débil que realmente es.
