Feelings. Letters I Hope You'll Never Get To Read.

7 De Septiembre De 2019

Se acaba el verano, y este curso aún vamos a estar más separados. Cada uno se ha ido a una universidad distinta y va a conocer a gente nueva, probablemente sea el principio de nuestro fin.

Esta noche, por primera vez desde que tengo el nuevo móvil he pensado en que hubiera sido horrible perder todas nuestras conversaciones de was. Gracias a dios WhatsApp guarda los mensajes antiguos.

La verdad no se porqué he empezado a pensar en ti, supongo que es uno de esos días...

He empezado a imaginar futuros imposibles; es 2026, ya llevo un año de prácticas en Milán, no ha sido muy difícil alejarse de casa, aunque resulte difícil de creer teniendo en cuenta mi historial de dependencia por ti, se que sabes que en general siempre he sido muy independiente.

Esta semana vuelvo a casa unos días para ver a mi familia, y antes de verlos me quedaré 3 días con Sara, una amiga de la uni. El primer día tras instalarme en su casa decidimos irnos de fiesta por algunos pubs en Valéncia, hemos quedado con el resto del grupo de la uni. Tenía ganas de verlos...

De repente veo a un chico rubio oscuro de espaldas en la otra punta del local, su forma de moverse me resulta muy familiar. Al darse la vuelta enseguida lo reconozco, eres tu. Tu también me ves y rápidamente te acercas a mi.

Me entran los nervios, ha pasado mucho tiempo, pero disimulo como siempre que antes estaba contigo. Poco a poco me relajo y me voy sintiendo más cómoda hablando contigo, la vd esq te había echado de menos. Sin darme cuenta pierdo a mis amigos y mi móvil se ha quedado sin bateria. Tu me dejas llamar con el tuyo. Salimos fuera para que no nos moleste el ruido, llueve a cántaros.

Mis amigos no responden a mis llamadas, ya es tarde y hace frío, no tengo coche para irme a mi casa porque hemos venido andando y tampoco es que tenga llaves. Sin bacilar ni un minuto me ofreces que me quede en tu casa, estoy bastante pedo y la idea me suena bastante bien.

Dejo un mensaje a mis amigos para que no crean que un loco me ha raptado y nos subimos a tu coche. Al llegar a tu casa estamos empapados, tu me das una camiseta tuya y yo me cambio en tu baño. Nos acostamos los dos en tu cama, somos amigos de toda la vida y eso nunca ha sido un problema. Al principio estamos más separados pero yo poco a poco me voy pegando más a ti. Sin pensarlo me lanzó y te beso, ya sabes que cuando voy pedo me tiraría a todo lo que tiene patas y tratándose de ti...

En ese momento me sigues el beso pero antes siquiera de que pueda disfrutarlo me separas y me recuerdas que voy borracha y me dices que vuelva a dormir. A la mañana siguiente me despierto antes que tu, el estómago me mata si sigo acostada. A modo de disculpa te preparo el desayuno y te pido mil perdones. Sigue lloviendo así que por el momento me quedo en tu casa. Como estamos los dos hechos mierda y tampoco podemos salir decidimos hacer marathon de la serie de miedo que me recomendaste y que nunca me atreví a ver sola porque en el fondo quería verla contigo.

Tras ver 4 capítulos se hace la hora de comer. Esta vez cocinas tu. Son las 4 de la tarde y nos acostamos a echar una siesta, me abrazo a ti y tu me acaricias el pelo hasta que caemos rendidos. A las 6:30 suena la alarma, maldita alarma, pero al parecer tu opinas lo mismo que yo y me pides que nos quedemos en la cama un poco más. Nos giramos de lado y me abrazas por la cintura, y estamos así durante una hora más.

La llúvia no tiene intención de parar así que hablo con mis amigos y les digo que me quedaré aquí hasta que pare. Para cenar cojemos chino del local de bajo de tu casa.

Empezamos a hablar de como nos han ido las cosas, y finalmente empezamos a recordar viejos tiempos y digo: 
- que asco da la vida de adulto ¿te cuerdas de cuando éramos adolescentes y hacíamos lo que queríamos?
- aún podemos hacerlo...
Yo me quedo callada y tu te acercas a mi poco a poco y me besas. Yo, sorprendida te sigo el beso con desespero, hacia tanto tiempo que había deseado esto... Pero enseguida me doy cuenta de lo que estamos haciendo y paro separandome de ti. Tu me miras extrañado:
- ¿que ocurre?
- ¿que estamos haciendo? Somos mayorcitos no deberíamos estar haciendo esto. Ya no es como cuando éramos jóvenes.
- precisamente ahora somos más mayores como para que esto no signifique nada. Venga no me digas que no quieres hacerlo.
Siento un leve pinchazo en mi estómago, pero pienso en tus palabras:
- tienes razón a la mierda.
Te sigo besando y bueno el resto ya te lo imaginas.

Como era de esperar después de eso no puedo dormir. Me levanto al balcón a mirar la ciudad de noche, como de costumbre, necesito pensar. Al cabo de un rato te despiertas y ante mi ausencia te levantas a buscarme. Apareces detrás de mí y me abrazas por la cintura.
-venga vuelve conmigo a la cama.
Me dices. Yo me quedo en silencio unos segundos hasta que finalmente hablo:
- esto ha sido un error, demasiados  recuerdos. Ya ha dejado de llover así que cuando salga el sol me iré. Tengo pocos días en la ciudad antes de volver a Milán.
- espera. ¿Te vuelves a Milán?
- si todavía no he terminado las practicas.
- baia. De todas formas esto no ha sido un error, estas dos últimas noches han sido geniales. ¿a caso no lo han sido para ti?
-claro que lo han sido.
Te digo cojiendote la cara entre mis manos.
- pero ese es el problema, ayer dijiste que ya éramos lo bastante maduros como para que no significase nada, bien pues al parecer yo aún tengo mente de cría. Todavía sigo pensando en que llegará diciembre de 2036, te llamaré y tu estarás esperándome para cumplir nuestra promesa.
- ¿que promesa?
- la de que si a los 35 ninguno de los dos tenía pareja nos daríamos una opurtunidad para casarnos.
- ¿como te acuerdas aún de eso?
- nunca lo he olvidado. Y ese es el motivo por el que debo irme. Esta será la última vez que nos veamos antes de que me marche.

Empiezo a notar un nudo en la garganta, no quiero llorar delante de ti.
- ya sabes que te entiendo y aceptaré tu decisión. Se que nunca te lo has creído del todo pero me importas mucho y no quiero que estés mal.
- lo sé... Si no te importa prefiero seguir durmiendo en el sofá.
- no por favor. Vuelve a la cama conmigo, si no voy a verte más quiero disfrutar de esto un poquito más.
Me lo pienso unos segundos y acepto. Volvemos a la cama y está vez me abrazas mucho más fuerte. Yo intento disfrutar de ello sin llegar a dormirme. A las 8 de la mañana me levanto intentando no despertarte. Te doy un beso en la mejilla demasiado cerca de los labios que quema. Veo que te mueves y se que estás despierto. Pero los dos seguimos finjiendo que duermes para que no sea más difícil de lo que ya es. Finalmente recojo mis cosas y me voy. Los días con mi familia me sirven para distraerme de lo ocurrido. Después me vuelvo a Milán y ya me olvido de todo.

                            .   .   .
 
Y ahora dirás ¿como eres tan masoca?
¿Como puedes imaginarte algo así? Pues espera porque aún no ha terminado.
                            .   .   .

Ya hace medio año que volví a Milán aquí el tiempo pasa volando. Finalmente ha llegado diciembre, Navidad... Amo esta época del año. Es viernes 18, hace mucho frío y estoy encerrada en casa haciendo marathon de las películas de Marvel.

De repente suena el teléfono, no tengo ese número guardado, respondo y oigo tu voz:
- hola... Verás se que aún no estamos en 2036 y que esto va en contra de nuestro pacto pero desde que te fuiste no he dejado de pensar en ti. Es muy extraño porque hasta ese día nunca había pensado en ti de ese modo. Es verdad que alguna vez había sentido atracción hacia ti pero esta vez ha sido diferente. Te echaba de menos y solo quería abrazarte, he intentado salir con otra gente pero no puedo sacarte de mi cabeza, ¿seria demasiado  romper las reglas de nuestra promesa y empezar ahora mismo? Solo espero que no tengas novio o algo así porque estoy en la puerta de tu casa y sería muy humillante haber llegado tarde.

Lo dices todo muy rápido, casi sin parar a respirar, yo estoy en shock y permanezco callada.
- ¿hola estas ahí?
- a la mierda el pacto.
Bajo corriendo por las escaleras del bloque y te abro la puerta de la calle, hace frío y yo voy en un pijama bastante descubierto pero me da igual, salgo y me lanzó a tus brazos.
- ¿como has encontrado mi casa?
Te pregunto.
- solo me hizo falta preguntarle a tu madre y contarle porque necesitaba esa información. Ya sabes que ella siempre ha querido que estuviéramos juntos.
- tienes razón.
Digo con ternura.
- ¿y has venido aquí solo por mí?
Pregunto temiendo qué tengas que volver. No sé si tengo fuerzas para que estemos juntos a distancia...
- en realidad mi empresa me ofreció un mejor trabajo fuera de España y me dieron a elegir entre Suiza, Moscú y Milán. Ya te puedes imaginar lo clara que tuve mi decisión. Vas a tenerme aquí siempre que quieras.

Me es imposible contener la alegría esto significa un nuevo comienzo y me encanta que sea contigo.
FIN

Lo sé, se que después de esto no te vas a creer que te estoy superando, pero créeme, es cierto. Pensar este tipo de cosas me ayuda a asumir lo imposible que es lo nuestro, porque claramente eso nunca va a pasar. Realmente solo quería escribirlo porque sonaba muy bonito en mi cabeza. De todas formas mis sentimientos hacia ti ya no me preocupan. Durante el curso no te veré y dudo que quedes con el grupo así que simplemente adiós, estoy cansada de luchar.