Capítulo lll. El reino de Liones.

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Pov. _________

El abrazo de Estarossa fue quien le dió los buenos días a la chica, su calidez la hizo sonreír. Con lentitud fue separándose del cuerpo del demonio pero sin romper el abrazo que le daba.

En silencio admiraba el rostro dormido de quien la abrazaba, su cabello desordenado como siempre, su boca entreabierta de donde respiraba de una manera tan tranquila y serena, sus ojos cerrados sin tener el ceño fruncido.

Podría mirar su rostro por horas y no aburrirse. Con cuidado fue subiendo su mano hasta la mejilla de él, era suave y fría, la acarició con cuidado pero gracias al tacto hizo que se despertara de su sueño.

—Hola. -Sonrió Estarossa volviendo a apegar a la muchacha a su cuerpo, no quería estar lejos de ella.

—Hola Esta. -La mujer sonrió con nerviosismo al estar nuevamente apegada a su fornido cuerpo.

No era amor, de eso ella estaba segura ¿Cómo enamorarse de un hermano? Suavemente se fue separando de nuevo dejando que Estarossa lo aceptará y la soltará de su cálido abrazo.

Estarossa por un momento se quedó quieto y con rapidez cargó al estilo princesa a la chica que tenía de frente. Corrió hasta el gran salón donde ahí ya estaban los mandamientos ¿Qué están haciendo?

En un abrir y cerrar de ojos ya estaban en un lugar oscuro, las paredes y piso rocosos y la luz no era muy buena, ahí se encontraban dos personas, uno de ellos parecía aterrados, espera ¿Personas? ¿En dónde estaban? Acaso. . . ¡¿Están en la tierra?!

No puede ser, no puede ser. . . La chica rápidamente bajó de los brazos del bronceado y fornido mandamiento quien bufó por ello, se agachó un poco y tocó la dura roca, estaba húmeda y de un color grisáceo claro. Al fin algo que no era maldita mente negro y deprimente.

Zeldris repentinamente empezó a volar y al instante Estarossa cargo a la delgada mujer sin previo aviso pero eso era lo de menos ya que salieron de ahí mirando el lindo césped verde lima, algunos árboles ¡Dios!¡Cuánto color!

Pov. Narrador omnisciente.

Llegaron a Edinburgh Hill, estaba un poco destruida y la culpa fue de Meliodas, decidieron permanecer ahí y esperar que sus poderes estuvieran completos.

_________ estaba ansiosa, deseaba ir a Liones, ver a su madre, ver a sus amigos ¡Dios! Quería irse de ahí, hace tiempo que no veía a más humanos como ella, Estarossa rápidamente notó su entusiasmo y no pudo evitar chasquear la lengua con molestia, no quería que conociera a nadie más.

—¡Esta por favor! Llévame a Liones! -Gritó la chica esperando a que el demonio le hiciera caso pero simplemente la ignoró. Seguía gritando y exigiendo ser llevada sin embargo la paciencia se le acabaría al fornido demonio.

¡No podemos! Es arriesgado y soy tu dueño, nada más, así que es mejor que te comportes, aún puedo darte órdenes. -Dijo exaltado, ciego por los celos y enojo, no quería que conociera otro humano o tuviera más amigos, sin embargo volvió en sí al ver como la chica que tenía en frente lo miro con una tristeza indescriptible.

—Esta bien. -Dijo por última vez antes de darse la vuelta y alejarse de éste para sentarse en cualquier lugar, abrazando sus piernas y con la mirada clavada en suelo ¿Por qué le habló de tal manera?

Todos miraban a Estarossa y a __________ con incomodidad debido a la situación. Todo estaba en silencio hasta que el mandamiento de la verdad decidió romper la tensión en el ambiente de ese momento.

—Iré a estirar las piernas. -Dijo tranquilo y se fue rápidamente.

Los demás se acomodaron en ese lugar olvidando lo que había pasado hace un segundo, Estarossa incómodo intentó acercarse a la mujer pero ella simplemente lo ignoró y se alejó de él.

❝𝙇𝙤𝙫𝙚𝙡𝙮 𝙡𝙤𝙫𝙚.❞  Estarossa y tú/ Estarossa x tu. [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora