Capitulo ll. Los diez mandamientos.

1.4K 97 10
                                    

Pov. ______

Un ruido bastante constante haría que se despertara con pereza y lentitud, sabía que era más temprano que otras veces pero en realidad se preguntaba ¿Quién mierda toca su puerta?

Se levantó con desgano, los brazos caídos y pasos pesados hasta la puerta, la abrió encontrándose con su amo quien tenía una mirada seria pero su sonrisa tranquila.

—Pasa. -Dijo la chica con cierta amargura ¿Ahora por qué estaba aquí si lo había esperado en la noche?, El demonio pasó a la habitación explorando la con la mirada a la par de tomar una bocanada de aire silenciosa, finalmente se dirigió a la cama sentándose en la orilla.

—Lo siento por no venir ayer, estaba haciendo algo. . . -Disculpó en voz baja, disculparse no era algo fácil para él pues no le gustaba el arrepentimiento aunque ella era la excepción quien sabe porqué.

—¿Huh si?¿Qué hacías? -Cruzó los brazos pareciendo la típica escena de una pareja discutiendo porque uno llegó tarde a casa, por ello la pequeña se sintió un poco incomoda soltando un suspiro y sentándose al lado de Estarossa sin des cruzar sus brazos.

—Estaba entrenando y ya. -Dijo un tanto nervioso, mentía a la perfección pero cuando se trataba de esa niña no podía. . . ¡Maldita sea! ¿Qué le sucede?

—Hmm vale, ¿Tengo que ir a presentarme con mis nuevos compañeros no? -Preguntó para dejar de darle vueltas al asunto pues se notaba el nerviosismo del contrario y no quería incomodar lo por eso, con lentitud pasó su mano derecha al hombro del demonio quien dejó de estar cabizbaja para mirarla a los ojos.

—Claro, te llevo. -Más calmado acarició con dulzura el cabello de la chica, se le veía más calmado y tranquilo.

Rápidamente se levantó de la cama y se inclinó un poco hacia adelante con el brazo extendido hacia la chica en forma de broma, la contraria solo comenzó a reír por su acción y decidió seguirle el juego.

—Venga conmigo my lady.~ -Mencionó en tono juguetón el hombre de ojos morado oscuro.

—Claro que si mi señor.~ Dijo entre carcajadas la chica quien se había levantado e inclinado hacia adelante. Después de esas palabras ambos se echaron a reír y Estarossa comenzó a caminar siendo seguido por la chica, en el camino conversaban diciendo tonterías y recordando viejos y buenos momentos que pasaron.

Pov. Narrador omnisciente.

Llegaron a la enorme sala del castillo donde se encontraban ahí los diez mandamientos, ______ sintió mariposas en el estómago tragando saliva, sus manos como siempre delataban sus nervios. Estarossa la conocía a la perfección así que acarició su cabellera y la miró con ternura con esos hermosos ojos, la chica se calmó, inhaló y suspiró volviendo a mirar a esos seres.

—Hola, mi nombre es ________ __________ [nombre y apellido].

—Hola, me llamo Galand mandamiento de la verdad. -Pronunció un hombre muy alto con una armadura roja-violeta, tenía cuernos a los lados de la cabeza y la expresión de la armadura era bastante sombría.

—Un placer, mi nombre es Melascula mandamiento de la fé. -Habló una chica con el cabello lila y piel blanca, tenía escasa ropa que era muy pegada a su cuerpo, lo más extraño era que esa muchacha estaba rodeada de una masa oscura-morada.

—Derriere mandamiento de la pureza. -Se presentó una chica rubia con un buen físico y prácticamente desnuda, lo único que la cubría era la masa oscura-morada.

❝𝙇𝙤𝙫𝙚𝙡𝙮 𝙡𝙤𝙫𝙚.❞  Estarossa y tú/ Estarossa x tu. [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora