1.- La nueva, el músico y el frío.

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Wei Ying se encontraba en una cafetería en el centro de la ciudad de Gusu, escuchando aquella canción que ya conocía de memoria mientras miraba una pequeña libreta en la que tenía algunos apuntes y unas cuantas fotos de ella con sus padres quienes...

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Wei Ying se encontraba en una cafetería en el centro de la ciudad de Gusu, escuchando aquella canción que ya conocía de memoria mientras miraba una pequeña libreta en la que tenía algunos apuntes y unas cuantas fotos de ella con sus padres quienes recientemente habían fallecido debido a un accidente automovilístico.

Con su rostro apagado, giró por décima vez su mirada hacia el ventanal a su lado, buscando con la mirada a lo señores Lan, los cuales, según su tío FengMian, pasarían a recogerla a ese preciso lugar desde hacía quince minutos.

Resopló desanimada. Los Lan eran una familia bastante ocupada, quizá en ese momento algo se les atravesó, algo más importante que recoger a una actual huérfana para darle hogar.

Y aunque agradecía a su tío el esfuerzo que hizo por mantenerla a su lado, bajo el mismo techo que él y Madam Yu, agradecía el haberse negado y aceptar la ayuda de los Lan, ya que no era muy lindo tener que vivir todos los días con una mujer que seguramente iba a estar celosa de su presencia o simplemente le iba a hacer la vida de cuadritos.

No es que no le agradara, pero sabía que, incluso antes de su muerte, su madre y la mujer jamás lograron llevarse bien por el simple hecho de que su tío FengMian estuvo perdidamente enamorado de ella en su juventud.

Y bueno, ella en sí, era el vivo retrato de su, ahora, fallecida madre.

Su piel es clara, su cabello es largo y de color negro, atado en una coleta altaq con ayuda de un listón rojo, sus ojos grandes de color plomo, no usa maquillaje, sus facciones son finas, viste una playera azul oscuro con unas flores celestes, unos jeans algo desgastados, tenis negros y una chamarra del mismo color con cubierta interior de lana. Perfecta para el clima frío que abarcaba a la ciudad en el exterior de aquella cálida y solitaria cafetería.

Seguramente sus amigos estarían tomando un chocolate caliente con malvaviscos en la universidad mientras pintaban en lienzos. 

Vaya forma de casi perder un semestre estando incrustada en una camilla de hospital por dos semanas, incluso habían cambiando las estaciones en ese lapso de tiempo y el otoño en la ciudad estaba haciéndose presente. Lo bueno era que la lluvias estaban próximas y podría disfrutar del buen clima ya fuera de aquellas blanca y molestas paredes o simplemente en su solitaria habitación.

Con cautela, una mesera se acercó para entregarle un chocolate caliente que había encargado unos minutos antes, sentía que el tiempo hubiera sido eterno si no llevaba consigo su reproductor de música y esa pequeña libretita en la que lograba dibujar espacios de la cafetería o algún otro lugar que se pudiera visualizar por medio de aquel cristal que comenzaba a humedecerse desde el exterior.

Suspiró, en ese momento dos personas se acercaron a su mesa, levantó la mirada y se encontró con aquel matrimonio que había estado esperando desde hace un rato, entregando una sonrisa cansada.

Por dos semanas fingió estar bien frente a la familia Jiang, así que sus energías poco a poco iban abandonando su cuerpo a tal punto de no poder fingir más.

Polos Opuestos {WangXiXian}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora