CAPÍTULO 5

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Le pregunté también que si la siguiente noche podría dormir con ella, en su cama, y me dijo que si, pero que vigilariamos por si volvía a ocurrir lo de esta noche.

Bajamos a la cocina y ahí estaban mis padres y mi hermano desayunando, nos sentamos en la mesa y cojimos dos tortitas cada una y les pusimos sirope de chocolate por encima y nos las comimos.

Era hora de ir al nuevo colegio, me cogí una mochila pequeña por si me daban alguna agenda o algo y cogí el coche con mi padre y mis hermanos, que iban al instituto.

Llego al colegio, entré, y fui con el conserje a la clase que me tocaba. Entré y todos me miraron, me presenté y me senté al final, en una mesa donde no había nadie. Me quedé callada, todos me miraban hasta que la profesora, llamada Eva, dijo que se presentaran todos a mí.

Se presentaron todos menos una niña, de pelo negro y liso, con una camiseta rota.

Cuando acabaron las clases volví a casa, pero sentí que me seguia alguien. Me giré y....

la vida es cortaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora