La Prostisponja

Las pagarán.

Aún me sentía devastado, y sobre todo enojado y con ganas de una venganza.

Trás pensar y pensar se me ocurrió la mejor idea.

¡Qué mejor forma de hacerlos sufrir tanto como yo más que contagiarlos de la misma enfermedad!

¡Ya sé lo que haré! Mi plan es que sí el doctor García me dijo que se contagiaba a medio de tener relaciones sexuales... Entonces... Las tendré con todo mundo para que así todos sufrán cómo yo lo estoy haciendo.

Buena idea Bob, buena idea...

Después de terminar mi plan me fuí a dormir para tener fuerzas mañana y volver a tener sexo para así llevar acabo mi plan.

No es mala mí idea, es más, acabaría con todos a este paso y eso está más qué excelente. Todos son mierda y es mejor que se vayan al infierno... Desde ahora yo me encargaré de mandarlos a ¡TODOS!

[...]

Me levante y no me bañé ni me cepille los dientes, sólo me puse mi tanga no lavada y salí hacía el mismo lugar que me arruinó más la vida.

Ya llegando cómo todos me conocían ya y hasta apodo me pusieron "la prostisponja" me recibieron de la mejor manera. Lanzándome a un colchón llenó de sangre, suciedad y semen para después abrir mis piernas bruscamente y entrar en mí de uno, dos, tres...

Penetraban fuertemente todos mis agujeros mientras qué yo sólo reía, esto va de maravilla, uno contagiado... Dos contagiados... Tres contagiados... Hasta que al final se vinieron dentro de mí y salieron.

Me dieron el dinero ya acordado, 200 pesotes. Asies.

Salí de ese lugar para luego dirigirme a el local de Don Cangrejo, ahora a él le toca sufrir.