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Desperté sintiendo unas leves caricias en mi mejilla izquierda, abri mis ojos somnolientamente y lo primero que encontré fueron unos deslumbrantes ojos color café recorriendo cada centímetro de mi rostro, y debajo de estos unas preciosas pecas. Inevitablemente una sonrisa se forma en mis labios.
 
¿A caso hay algo más hermoso que despertar de esta forma?

―Lo siento, no fue mi intención despertarte.― susurra Felix, mi novio.

―Descuida, me encanta despertar de esta forma.― digo sonriendo como un tonto para luego depositar un dulce beso en sus suaves y apetecibles labios.

―Entonces, te despertaré así más seguido, Chris.― el pecoso me devuelve la sonrisa, conectando su dulce mirada con la mía, y un pequeño rubor en sus mejillas aparece mientras acerca su rostro al mío regalandome un tierno beso, el cual acepto con gusto y siento como las mariposas se hacen presentes en mi estómago por milésima vez.

―¿Qué hora es?― agrego un poco alarmado, separandome de su lado y volviendo a la realidad.

Hoy es la esperada cena familiar a la que se supone que tendría que asistir.

Felix se estira hasta llegar a su mesita de luz para fijarse la hora en su teléfono, ―Las 14:30 pm, ¿Por?― vuelve a su posición anterior y me observa confundido por mi repentina actitud.

―Mierda, mi madre va a matarme...― susurro para mí, ―Tengo que irme, Lix― me levanto apresurado de su comoda cama para buscar por toda la habitación mi camisa y mis vaqueros, ―Se supone que hoy tenía un importante almuerzo familiar, pero ya es muy tarde.

―Oh, disculpa... Creo que debí despertarte antes...― Felix me observa con desilusión en sus ojos.

Mierda, esa mirada de nuevo, ese sentimiento otra vez...

―Tranquilo, pequeño, no es tu culpa, yo lo olvidé por completo, ni siquiera me puse una alarma...― trato de remediar su sentimiento de culpabilidad con una amable sonrisa.

―Hmm... Entonces ¿Hablamos luego?

―Claro que sí.― ya con mi ropa puesta y mi móvil en mano, me dirijo hacia el rubio que aún sigue recostado en la cama para seguidamente tomarlo de la barbilla y darle un corto beso de despedida, ―Fue una buena noche.

Felix se ruboriza nuevamente al recordar todo lo sucedido la noche anterior y con algo de timidez en su voz agrega, ―De las mejores.

Asiento alejándome de él, dándole una última mirada para dirigirme a la puerta, ―Nos vemos.

Salgo de la casa de los Lee y me dirijo casi que corriendo a mí hogar, si es que así se lo puede llamar. Mi móvil me desconcierta cuando comienza a sonar desenfrenadamente en mi bolsillo delantero de mis vaqueros, me paro en seco para tomarlo lo más rápido posible y atender la llamada.

Genial, mi madre.

―¡¡Christopher Bang!!― un estruendoso grito sale del aparato en mis manos, ―¿Dónde diablos se supone que estás?, Sabias perfectamente que hoy teníamos el almuerzo familiar tan esperado con la familia Seo.

Estrés, es lo único que me genera esta mujer.

Nunca un "¿Como estas, hijo?" o al menos un simple "Hola".

Me paso la mano que tengo libre por el cabello desordenandolo, pensando en alguna excusa rápida y creíble para responderle mi madre. Porque mis muy queridos padres Hyeorim y Seungwon no saben que tengo novio, debido a que desgraciadamente son unos malditos homofóbicos que no aceptarían ni aunque se les pagara que su único hijo y futuro heredero sea gay. Seria trágica tal "desgracia" para la "perfecta" familia Bang.

𝖊𝖓𝖙𝖗𝖆𝖓𝖈𝖊  𝄄 MinchanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora