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Mi relación con mis padres nunca ha sido la mejor, la verdad es que cuando era pequeño me llevaba muchísimo mejor con ellos, hasta que fui creciendo y me fui dando cuenta de lo que realmente son, que lo único que les importa es tener una buena imagen social y mucho dinero. Por eso mismo decidí no ser como ellos, comenzar a vivir sin clases sociales de por medio, ser libre, a mi manera.

A veces trato de convencerme a mí mismo de que mis padres no son lo que demuestran con todo el mundo, mantengo la pequeña esperanza de que en el fondo son personas con sentimientos y compasión... Pero ¿Qué clase de padres no les demuestran eso a sus hijos?, Los míos claramente.

Podria decir que tuve una infancia difícil, pero seria incorrecto ya que materialmente no fue así, siempre me dieron todo que necesité, excepto amor. Me criaron a base de cosas materiales, modales y órdenes, todo lo justo para tener un hijo socialmente "perfecto".

Nunca me dieron los tipicos besos de las buenas noches, o un simple abrazo cuando lo necesitaba, ni siquiera me daban cariño cuando me hacia daño.

"Los niños fuertes no lloran"

"El contacto físico no es muy higiénico, Chan"

"Duermete, tienes que seguir un horario para tener una buena rutina"

Eran frases que constantemente salían tan fríamente de los labios de mis padres.

Quisiera poder sentir odio hacia ellos, o al menos no amarlos en la forma en que lo hago. Pero no puedo, porque a pesar de todo siguen siendo mis padres, los que me dieron la vida. Y aunque seguramente me trajeron a este mundo solo para ser una buena caja fuerte de su preciado dinero, para su desgracia, todas esas palabras no sirvieron conmigo.

Soy casi todo lo contrario de lo que ellos me inculcaron y estoy orgulloso de ello. Podria decir que gracias a Felix también soy lo que soy hoy en día, él me ayudo mucho a darme cuenta de cómo son realmente las cosas. Estoy tan agradecido con él y por eso también es que le tengo mucho cariño, es de las pocas personas que me quieren por lo que soy y no por mi dinero.

Perdido en mis pensamientos, camino hacia la sala de juegos que queda al final de un largo pasillo, cerca de la cocina.

¿Y que se supone que diga cuando entre?

"Hola, soy Bang Chan, el hijo de los socios de tu padre los cuales me mandaron casi que a la fuerza a hablar contigo y tu amigo para entablar una amistad forzada y ser futuros socios..."

Odio esto.

Más aún sabiendo que son unos niños pijos de mami y papi.

Normalmente no soy de juzgar a la gente, pero vamos, son de las familias más adineradas del condado y por lo que dijo la señora Seo lo tienen más que claro.

Además, seguro que están manoseando toda mi PlayStation o mi Wii, o mucho peor aún.... mi Xbox.

Creo que hasta me bajo la presión de solo imaginarlo.

Me detengo en frente de la puerta con un letrero en ella que dice "Bang's Game Room". Me quedo un segundo ahí, preparándome mentalmente para socializar, hasta que comienzo a escuchar unos ruidos bastantes... ¿extraños?

¿Que mierda están haciendo esos dos?

Abro la puerta levemente sin tocar, asomando un poco la cabeza para ver mejor, y así encontrarme con una peculiar escena que no me esperaba para nada.

Los dos chicos, uno de cabello negro con una camisa blanca desordenada y desabotonada, en sus piernas otro chico de cabello castaño con una elegante camisa color azul y unos jeans negros. Los chicos se besan como si su vida dependiera de ello, creando ruidos bastantes obscenos, el chico de cabello negro manoseando ferozmente los muslos del castaño y este otro tocando el cabello del contrario con deseo.

𝖊𝖓𝖙𝖗𝖆𝖓𝖈𝖊  𝄄 MinchanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora