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Luego de comerme casi todas las galletas, los tres salimos de mi sala de juegos y nos dirigimos hacia la sala, donde se encuentran nuestros padres aún conversando.

La tensión entre nosotros es palpable, pero intentamos disimular con una sonrisa en nuestros rostros.

―¡Chicos! ¿Como les ha ido?

―Realmente muy bien, ¿No es asi chicos?― sonrío falsamente, tomando a Changbin por los hombros en un medio abrazo, este sonríe asintiendo como si fuéramos los mejores amigos, a excepción de su noviecito, Minho, quien me mira mal por mi repentino acercamiento.

El señor Seo se levanta de su lugar para acercarse a nosotros, ―Les veo un gran futuro a los tres, me hace muy feliz que se lleven bien.

Changbin opta por hablar, siguiendo todo el estupido juego, ―Puedo asegurar que nuestra empresa estará en buenas manos, padre.

Mi padre añade con su mayor egocentrismo y orgullo, ―Confíen en eso, no se arrepentirán.

Luego de pasar por todo ese incómodo momento, la familia Seo decidió irse por fin, nos despedimos todos cordialmente uno por uno, y en el momento en que mi mano choco contra la del mocoso de Minho, pude sentir sus celos por mi comportamiento hacia Seo Changbin. Porque sí, me había sobrepasado un poco con él, pero solo era para molestar. Tocando su pierna amistosamente al hablar o simplemente pasando mi brazo por sus hombros, como si tuviéramos la confianza suficiente.

Puedo asegurar que tuve una buena dosis de diversión esta tarde y siendo sincero, me moría de ganas por saber como seguiría todo esto.

Tirado en la cama de mi habitación ya con las pijamas puestas, recibo un mensaje de mi mejor amigo, Hyunjin, quién quiere que nos veamos en media hora en nuestro lugar de siempre.

Y eso significa solo una cosa: problemas y yerba, mucha yerba y quizás hasta algo más.

Me levanto de mi plácida cama para vestirme con algo casual, remera negra y jeans del mismo color. Luego de vestirme, salgo de mi habitación ya con todo listo. Al llegar a la cocina para salir por la puerta trasera, me cruzo con Suni.

―Oh, Channie, ¿Te vas?

―Si, Hyunjin me necesita, ¿Y mis padres?

Suni es la única persona con la que puedo ser sincero en esta casa sin tener que preocuparme porque hable de más o me regañe, ella siempre me dejó hacer lo que quisiera sin acusarme con mis padres. Es bueno tener a alguien en quien confiar, aunque jamás le diría que tengo novio y que hago algunas cosas ilegales... No estoy listo para eso.

―Estan arriba revisando algunos papeles, acabo de llevarles un café, no te preocupes por ellos, están muy ocupados. Y dime, ¿Esta todo bien con el pequeño Hyunjin?

Asiento agradecido por su información, aún con la preocupación por mi mejor amigo presente, ―No lo sé, Suni... estoy algo preocupado, por eso me iré ahora ¿Sí?

―Esta bien, Channie, cuídense y mándale saludos de mi parte.

Camino por las vacías y oscuras calles hasta llegar a donde mi mejor amigo me cito, el taller abandonado que convertimos en nuestro refugio hace un par de años.

Hyunjin es mi mejor amigo de casi toda la vida, nos conocemos desde pequeños, ya que su padre y el mío son muy buenos amigos. Nuestra relación estaba básicamente arreglada desde el día uno, pero lo que no se esperaban nuestros padres, ni nosotros mismos, es que realmente nos volveríamos muy buenos amigos, casi como hermanos.

Me acerco hacia la vieja puerta de rejas, cual siempre mantenemos cerrada con candado y ahora se encuentra entreabierta, por lo que supongo que  Hyunjin ya se encuentra dentro, me adentro al lugar y apuro mis pasos hasta llegar a la puerta trasera y entrar en nuestra acogedora y humilde "cueva".

Veo al pelinegro recostado en nuestro viejo sofá, mirando al techo, con una cerveza en mano y su largo cabello revuelto, se lo nota cansado, perdido y eso me preocupa.

Carraspeo y habló acercándome al sofá para sentarme a su lado, ―¿Empezando sin mi, Hwang?

Hyunjin me mira y sonríe desganado, ofreciéndome la cerveza en su mano, ―Lo siento, pero no fui yo él que llegó tarde.

Tomo un sorbo y siento el frío sabor de la cerveza recorrer mi garganta, ―Ya estoy aquí, mi doncella.― bromeo y el niega sonriendo, ―Ahora dime, ¿Como estás?

Al instante en el que esa pregunta deja mis labios, el ambiente se tensa y siento a Hyunjin perderse por unos segundos en sus pensamientos, lleno de emociones y ninguna parece ser buena.

El pelinegro traga con dificultad y habla, ―Lo volvió a hacer, Chan.

Mi preocupación crece al oír sus palabras, ―¿Ella está bien? ¿Él bebé está bien?

―Gracias al cielo, sí.― suspira, ―Llegue justo a tiempo, solo tiene algunos golpes en el rostro.

―Tenemos que hacer algo, Hyunjin, esto no puede seguir así.

Él me mira con sus ojos al borde del llanto, ―No lo sé, Chan, tengo miedo de hacer algo y cagarla peor, tengo miedo de algún día llegar a casa y encontrar a mi madre sin vida.

Su voz tiembla y no puedo hacer más que abrazar a mi mejor amigo, él me devuelve el abrazo y rompe en llanto, liberando toda su angustia y temor.

Se supone que el señor y la señora Hwang debían divorciarse ya hace meses, pero todo esto se vio afectado debido al repentino embarazo de la señora Hwang.

El padre de Hyunjin siempre fue demasiado machista y toxico con su esposa, siempre haciéndola sentir menos, sospechando de su fidelidad y recientemente, golpeándola, por segun él, "cometer el error de embarazarse".

Lamentablemente, la señora Hwang siempre se dejó manejar por su esposo, todo para no arruinar la prestigiosa imaginen de su familia y poner en juego el futuro de su querido hijo. Y al igual que su madre, Hyunjin no tiene ni voz ni voto, él siempre se ha mostrado frente a su familia como un niño correcto y responsable, pero el día en el que le levanto la mano a su padre por tratar mal a su madre, se convirtió en la oveja negra de la familia.

Desde ese día las agresiones y discuciones se habían vuelto rutinarias en su familia.

Para su suerte, el señor Hwang había salido en un viaje de negocios durante dos meses y todos estaban más que bien sin él; Hyunjin ayudaba a su madre con su trabajo, cuidando de ella y su pequeño hermano, viviendo dos meses de completa paz, pero como todo llega a su fin, el malnacido tuvo que volver.

Hyunjin rompe el abrazo, secando sus lágrimas con la manga de su suéter, yo solo puedo observarlo con preocupación, sin saber que hacer o decir para poder parar el sufrimiento de mi mejor amigo.

―Lo odio tanto, él simplemente vino y se desquitó con ella como si fuera una bolsa de boxeo,― sus mandíbula se marca con fuerza por la rabia y las lágrimas vuelven a caer, ―Lo mataría, realmente lo mataria, Chan.

―Hyunjin,― lo miro a los ojos, ―Sabes que puedes contar conmigo para lo que sea, haria lo que sea por ti y para acabar con esto.

El resto de la noche seguimos hablando de nuestros problemas acompañados de unas frías cervezas y buena yerba para hacer todo menos doloroso, quedándonos despues de horas, profundamente dormidos.

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⏰ Última actualización: Mar 23, 2021 ⏰

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𝖊𝖓𝖙𝖗𝖆𝖓𝖈𝖊  𝄄 MinchanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora