CAPÍTULO CINCO

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[MARATÓN 3/5]

  Aquel día fue el primero en que vio a Harry con otra bebida alcohólica que no fuera cerveza. Recordaba las constantes quejas por el amargo sabor de la bebida, comparándola con la cerveza de mantequilla. Su ex pareja estaba con una copa de mojito casi llena. Sonreía coquetamente al barman, mientras que este le hablaba de cosas que no llegaba a escuchar. Pero lo estaba comiendo con la mirada, de eso estaba seguro.
  Harry ya no era suyo, probablemente nunca lo fue, pero necesitaba marcar el territorio. Debido a sus estúpidos impulsos, se acercó a la tabla, sentándose al lado de Potter. Éste simplemente lo miró de reojo, luego de eso lo ignoró completamente.

  Harry sabía que las palabras de Lucius eran ciertas. Él ya no quería involucrarse con Severus. Ese hombre nunca traía buenas cosas. Quería hacerle caso al rubio. Alejarse de su ex. Pero simplemente no podía hacerlo, y no por Potter, sino por el mismo Snape. ¿Cómo podría alejarse de ese hombre si lo perseguía por todas partes?

  Sentía que estaba en Hogwarts otra vez, solo que allí Tom lo defendía. Ahora ya no tenía a nadie. Era su culpa, pero también de Severus. No lo odiaba, intentaba convencerse de eso.

- Harry.- saludó el slytherin. El chico soltó una sonrisa amarga, pero contestó.

- Ey, Severus.- el tono sarcástico con el que respondió hizo que el susodicho se incomodara.- Lo siento, no quería hablarte así.- se disculpó avergonzado.

- No... No es nada. No importa.- dijo en tono bobalicón. Harry sonrió de lado, intentado no reírse ante lo idiota que sonaba su ex.

- ¿Ahora por qué vienes a acosarme?- preguntó con diversión. Observó el mojito con detenimiento.- Sigo diciendo que nada supera a la cerveza de mantequilla. Todavía recuerdo cuando no pude salir debido a que no tenía la autorización y Tom buscó un tarro de cerveza y muchos dulces para mí.- carcajeó.- Los dulces duraron todo un mes.- Snape apartó la mirada, incómodo al escuchar hablar del otro hombre al que había arruinado la vida.- ¿Cuantos meses le faltan para salir de Azkaban?- soltó intentando parecer desinteresado, aunque toda su vida como muggle se había resumido en esperar por él... Aunque no se privaría de los placeres del sexo.

- Creo que cinco meses.- una sonrisa tonta apareció en los labios de Potter.- Y sobre por qué vine... Quería invitarte a tomar unas cervezas a mi casa.- dijo rápidamente. Harry lo miró confundido por unos segundos, antes de comprender lo que su ex había dicho.

- Claro ¿Por qué no?- respondió. Se levantó del taburete y gritó.- ¡Dan, ya me voy, añádelo a mi cuenta!- apuntó el mojito y le tiró un beso.

- ¡Claro, dulzura, aunque ya lo había hecho de todos modos!- hizo una seña con la mano, una que Severus no entendió. "Llámame". Potter sonrió coqueto y asintió.

  Segundos después, tanto Harry como Severus se encontraban en la casa del último.

- ¿Qué tal está Sirius?- preguntó apartando la mirada a sus manos. Caminó libremente por la casa, como si fuera propia, y se sentó en uno de los sofás individuales.

- Bien... Eh... Todavía no despierta.- el hufflepuff entrecerró los ojos.

- Lo suponía.- murmuró desinteresado.

- ¿Qué demonios le hiciste? Digo... Hace años está en coma.- el chico le dedicó una sonrisa perversa.

- Digamos que el Tom no me debió enseñar maldiciones, mucho menos las imperdonables. Tú también ayudaste con el sectumsempra.- un nudo se hizo presente en la garganta de Snape, recordando que había utilizado ese hechizo contra el mismo Harry.- Aprendí luego de verlo unas cuantas veces, era un verdadero prodigio.- le guiñó un ojo.

- Lucius dice que... Estás loco.- murmuró.- Yo te veo perfectamente, no entiendo por qué me dice tantas pestes de ti.- Harry lo miró con seriedad y suspiró.

- No, Severus.- negó con la cabeza.- Nadie sale indemne de Azkaban. Yo estoy mucho mejor que cuando apenas salí, pero todavía tengo secuelas.- respondió.- Cuando pude salir y me confinaron al mundo muggle tenía algo parecido a esquizofrenia paranoide. Veía dementores por todos lados. Sentía que me perseguían. Era un completo loco. No tenía dinero para mantenerme, mis padres obviamente me desheredaron, y fui un mendigo por unos cuantos meses.- Harry entrecerró los ojos y miró a Severus.- Me prometiste cerveza de mantequilla.- gruñó. Snape se apresuró a traer la bebida para que Potter siguiera contando.- Mucho mejor.- sonrió.- Conocí a personas que me ayudaron [Eran los simuladores, ahnostop. No supero esa serie]. Pero todavía tengo secuelas, como mi notable trastorno de bipolaridad y el hecho de que todas las noches estoy con un chico diferente. Ahora soy profesor de historia.- el slytherin no supo en que momento Harry tomó toda la cerveza, pero la botella estaba vacía.- ¡Dios, extrañaba este sabor!- exclamó tomando el último trago.- Bien, creo que es momento de irme ¿No, Severus?- el hombre entró en pánico en ese momento. No quería que Harry se fuera.

- ¡No!- soltó alterado. Potter lo miró con sorpresa.- Digo... Harry... No estés con hombres diferentes siempre... Dejame ser tu amante.- balbuceó.

- No te quiero ofender, Severus, pero no me acuesto con mis ex.- «aunque con Tom haría la excepción...» pensó.- Y mi experiencia contigo no fue muy... Placentera, que digamos. Por mi parte paso, cariño.- antes de que Snape pudiera decir o refutar algo, Harry desapareció. Severus estaba muy anonadado para darse cuenta de que su ex no tendría que poder hacer eso.

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- Me gustas.- soltó sonrojado Severus. Harry lo miró sorprendido y rió nerviosamente.

- ¿No te gustaba Lily?- apartó la mirada, incómodo. Deseaba que fuera verdad, que no se tratara de una broma.

- Pensaba que sí... Pero me di cuenta de que en realidad me gustas tú, Harry.- el chico se sonrojó por completo y sonrió.

- Sev... Tú también me gustas.- susurró avergonzado. Snape se sintió culpable de jugar con Harry de esa manera, pero necesitaba hacerlo. Ya no quería sufrir ese martirio.

- ¿Quieres ser... Mi pareja?- Potter apartó la mirada a sus manos y se quedó en silencio por unos segundos.

- Sí.- respondió.

  La situación era extraña. Pero Harry no sospechaba nada.

Lo bueno no regresa [Snarry Y Tomarry]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora