Me desperté de ese hermoso y horrible sueño. El mejor de todos, creo, quizás simplemente porque en el final moría. Dicen que los sueños contienen un %70 de secretos ocultos para el futuro. Me empecé a arreglar para ir a la maldita escuela. No entendía cada burla, cada maltrato, no entiendo si yo nunca les hice nada, ni siquiera los conozco a la mitad de los que me odian.
Desayune un café con tostadas, intentaba no darle importancias a las burlas, pero ya estaba cansada, todos los días lo mismo.
Me hubiera gustado tener a mi mama aquí para que me ayude con mis ánimos, o mi autoestima que estaba por el suelo, que este detrás de mí cuando me miro al espejo, para decirme que estaba hermosa; o a mi papa y Nícolas mi hermano para que espantaran a los muchachos que se me acerquen o que me insultan; o Ryan , mi mejor amigo, bueno mi antiguo mejor amigo, yo se que ellos no me hubieran dejado caer, mucho menos tan así, odiaba todo, todo lo que la vida me quito, primero mis padres, luego mi único mejor amigo, me quito lo único y poco que me quedaba, me lo quito todo, ya no tenía nada.
Cuando termine, salí para ir al colegio, iba mas cubierta que nunca, los cortes de ayer fueron los más fuertes y profundos de los que me había hecho, antes eran todos horizontales, ayer los hice más inclinados; no hacía mucho frio, sabía que iba a tener calor, pero mis cortes no se iban a ver.
A medida que me acercaba sentía las burlas nuevas, no me insultaban todos, pero los que no se me burlaban tampoco me defendían, estaba en la misma, me valía lo mismo.
Me puse la capucha de mi buzo extra grande, y agache mi cabeza, casi que corría por los pasillos, siempre escapando de todo, no me entendía, ese sueño me daba fuerzas y esperanza, pero seguía sintiendo miedo, seguía huyendo.
Entre al salón, tenia literatura una de las pocas materias que me gustan, me fui a sentar a mi banco de siempre, al lado de la ventana, la clase empezó todo iba normal, hasta que tocaron la puerta y entro un chico muy guapo, escuche que se presento, parece que es nuevo, pero no le di importancia, si era obvio que al final del día se me burlaría igual que el resto.
-puedo?- eso me quito de mis pensamientos. Quien era este, me refiero a como se atrevió a hablarme, si hasta el profesor pensaba que era muda. Ante no querer hablar solo corrí mi mochila dándole el paso a sentarse.
-gracias- dijo y no lo escuche volver a hablar, creo que capto mi indirecta.
Ame esa clase, es mi favorita, siempre son buenas, el problema son mis compañeros, que parece que no comparten mi gusto, el profesor parecía, a veces que solo me explicaba a mí, si era la única que lo escuchaba, me daba pena, él quería enseñar y a estos ineptos no les importaba.
Era la última en salir, no me gusta amontonarme para ir, me puse mis auriculares y mi gorrito, apenas avance unos pasos por el pasillo, una mano me detuvo, me imaginaba lo peor, pero era ese chico lindo digo el nuevo.
Al ver que movía los labios, me saque los auriculares. Lo mire esperando a que lo repitiera. Sonrió por lo que hice, que onda este.
-te preguntaba si me podías acompañar al….-y lo interrumpieron las zorras.
-bombón que haces con esa perra ven con nosotras- dijo la Tamara esa, una de las líderes del equipo de porristas.
Sabía que no iba a tardar mucho para irse con esas. Me volví a poner mis auriculares y seguí mi rumbo. Tenía arte, no lo odiaba, pero no me gustaba. Al llegar no había nadie, me fui al banco y me recosté ahí mientras esperaba a que llegaran todos, después de un par de minutos empezaron a entrar todos, vi al carilindo, me miro y se dirigió hacia mí, supongo que para sentarse a mi lado, pero delfina, otras de las porristas lo arrastro hacia su lado.
-ven siéntate a mi lado, no al lado de una perdedora- me miro, lo vi de reojo, se paro y le dijo.
-prefiero sentarme al lado de una hermosa chica a sentarme con una zorra-
Todos nos quedamos sorprendidos, hasta yo ¿me dijo hermosa? ¿Estaba bromeando, no?, bueno mentira o no, me gusto que lo digiera. Se sentó a mi lado lo mire.
-es la chica más fea que eh visto!- dijeron por algún lado. Siempre fue así, no me sorprendía.
- y bien fea- luchaba contra las ganas de llorar.
-sabes lo que hiciste, ¿no?-
Alzo los hombros – si eres hermosa- y en segundos capto lo que dijo y se puso rojo, me causo ternura, pero no debía, no debía pensar cosas lindas de él, se ira, lo sé.
-me refería a que te juntas conmigo- me miro confundido- la pasaras mal si no te alejas de mi, de verdad te lo digo- dije y antes de que pudiera contesta entro el profesor.
La hora pasó rápido, por suerte, pueden creer que cada materia dura dos horas, dios es horrible. La campana sonó y todos se fueron, me estaba poniendo mis auriculares y me fui al comedor. Todas las mesas estaban asignadas, los populares, equipo de futbol y porristas ocupaban las tres mesas del medio, los nerd, en la esquina, los rockeros en la otra esquina, y así, bueno la mía era más pequeña, solo cabían tres personas con suerte, fue una broma que me hicieron en primero, las porrista y los del equipo, decían que siempre iba a estar sola, el único que se sentaba conmigo era Ryan, desde que Él se fue, me siento sola, antes no me importaba porque estaba él, pero cuando decidió dejarme me empezó a afectar que el ya no estaba. Se me escapo una lagrima al recordar, nadie se me acercaba y lo entendía, y prefería que ese chico no se acerque lo molestarían a él también.
-¿puedo sentarme contigo?- otra vez esa voz. Era el chico lindo. ¿Qué le pasa?
-si- dije en un susurro y sin mirarlo. Cuando levante mi cara para mirarlo, no lo vi a él, lo vi, era él era Ryan, y se me escaparon un par de lagrimas, las limpie rápido.
- no llores, ¿Por qué lloras?- dijo, se levanto y me abrazo. Necesitaba tanto ese abrazo, que lo abrace con fuerzas y le susurré:
-“no me sueltes”-
-“no lo hare”-
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holaaa espero que le este gustando por favor cualquier cosa me dicen, gracias por leer.