𝖽𝖾𝗅𝗂𝖼𝖺𝖽𝗈 𝗈𝗆𝖾𝗀𝖺 -𝗵𝘆𝘂𝗻𝗺𝗶𝗻.

➵ O6

—No puedo creer que le hayas roto la nariz —Jisung limpiaba las lágrimas provocadas por la risa en exceso. —Mi hermano debió haber echo algo verdaderamente malo.

—Se burló de mi diciendo que estaba celoso —hablo puchereando. —Y no lo estaba —bufó cruzándose de brazos.

—¿No? ¿Entonces por qué empujaste a mi prima de su regazo? No fue muy pacífico de tu parte, además, según mi hermano gruñías —replico Jisung.

Seungmin se quedó sin habla ¿Qué se supone que dijera? Su lobo había actuado sin su consentimiento, fue como si su cuerpo tuviera vida propia. Había tomado a la chica por el cabello y la había tirado al piso mientras le gruñía, se sentía amenazado por ella. No tenía sentido. No le gustaba Hyunjin, su lobo era un caprichoso cabezota.

—Y luego huiste —completó su mejor amigo.

Lo había echo, cuando tomo el control sobre su cuerpo lo primero que había decidido era que saldría de ahí. Se sentía avergonzado y abochornado ¿Por qué había actuado de esa manera? Y después el estúpido alfa había salido en su búsqueda solo para reírse de él y molestarlo. Seungmin no encontraba la gracia de la situación. Quería irse pero no iba a hacerlo, tenía que enfrentar la situación. No era un cobarde, tampoco un Omega blando.

—Voy a pedirle disculpas a esa tonta —decretó con molestia.

—No, no lo harás —frunció el ceño y fijo la vista en Jisung. —Solo acepta que actuaste por instinto, tu lobo se sintió amenazado por esa Omega. Necesitaba reclamar a su alfa —la simpleza con que lo había dicho hizo que quisiera arrancar cada cabello de su cabeza por la frustración.

—Eso no va a pasar jamás.

—No escupas para arriba Seungmin.

—No uses frases asquerosas, Jisung.

—Deja de negar la naturaleza, tu Omega ya eligió a su alfa.

—No tendré un alfa y a eso lo sabes mejor que nadie.

—Lo único que vas a lograr con tu terquedad es lastimar a ambos.

—Lo conozco hace una semana, mi lobo no pudo haberlo elegido en tan poco tiempo.

—El amor y la diosa luna no tienen tiempo, por algo lo puso en tu camino.

—No —negó caminando de una esquina a la otra en la habitación. —El destino no existe, las cosas pasan porque así lo queremos.

—Que yo sepa nunca quisiste que tu padre sea un hijo de puta.

—Lo fue y lo seguirá siendo porque así lo quiso él —su respiración se empezó a alterar. —Mi lobo no eligió a Hyunjin, punto.

—Entonces dame una buena razón para lo que sucedió porque no encuentro otra Seungmin —la suavidad que empleo Jisung para hablar le heló la sangre y lo hizo parar en seco pero su respiración seguía siendo anormal.

Silencio.

Miró sus nudillos machucados, el derechazo que le dio a Hyunjin había sido fuerte. Tal vez había sido su lobo, el imbécil no se quitó a la tonta de encima.

—No sé qué pensar —confesó. —No es fácil, no siento atracción por él. Tampoco las típicas mariposas o esas cosas de enamorados.

—Esto es el mundo real Seungmin, no una novela romántica cliché.

—Estoy seguro de que si fuera una novela romántica, yo no sería el protagonista.

Jisung rodó los ojos y se recostó en la cama. Después de haber golpeado al alfa había corrido lo más rápido que pudo la habitación del castaño. Se sentía seguro ahí.