Prologo

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-Liam, despierta-oigo a mi mama.

Hago caso omiso a que me esta llamando y me tapo mas con mi colcha.

-Liam Jones-dice mi mama de nuevo.

Abro los ojos y me encuentro con mi mama, mirándome.

- ¿Que pasa, mama?-pregunto mientras me siento en mi cama.

Ella me mira con decepción antes de darme un sobre.

-Toma, ve a buscar a esa chica-dice y sale de mi habitación.

Confundido miro lo que esta en mis manos y rápido la abro.

Saco lo que hay dentro y me encuentro con una carta.

De hecho es la carta 44.

Otra vez no.

Aquí vamos de nuevo.

-Hola, Liam.-empiezo a leer y sigo leyendo.

Creo que esta carta va a ser diferente.

Me voy del país. Así como leíste, me voy.

Decidí que es lo correcto.

Ya no podía mas, estaba agotada mentalmente.

Así que, creo que esta es la despedida final.

Hoy se acaba todo...

Termino de leer la carta, y sin dar créditos a lo que mis ojos acaban de ver bajo corriendo hasta donde esta mi mama.

-¿Cuando la dejaron? y ¿Quien la dejo?-le pregunto nervioso.

Leah, no pudo ser la chica de la que me enamore en secreto.

Siempre creí que era alguien mas.

No Leah.

No quiero ser la razón por la que alguien se valla del país.

Necesito arreglar esto.

Y rápido.

-Hoy, tocaron la puerta, y cuando salí vi a una chica corriendo hacia un auto y luego irse-dice mirándome con pena- y quien la dejo, era Leah, creo que así se llama, era la chica que solía venir contigo...-

-No, no-digo y salgo corriendo de nuevo hacia mi cuarto.

Entro y cojo lo primero que veo en el suelo.

Me visto y vuelvo a bajar a toda carrera las escaleras.

-Liam, ten cuidado-dice mi mama.

<Ahorita no mama> pienso.

Salgo de la casa y me subo a toda velocidad en mi carro, y en menos de lo que canta un gallo ya estoy manejando como un loco para alcanzar a Leah.

El aeropuerto esta a 1 hora de aquí, así que no tengo el lujo de ir despacio.

Mientras estoy de camino al aeropuerto voy pensando en todo.

En todas esas veces que Leah me ayudo, todas esas veces en la que fuimos amigos, en todas esas veces en que reímos, lloramos, jugamos.

Mientras mas pienso, me voy dado cuenta de que ella de verdad me quería, ella me amaba, y yo solo la desprecie.

Ella era la chica que me ama, no Ashley.

-Mierda-mascullo.

Sigo pensando hasta que llego al aeropuerto, estaciono y salgo rápido del carro.

Y como si mi vida dependiera de ello, empiezo a correr, corro tan fuerte de que no soy capaz de detenerme a pedir perdón a todas esas personas que casi tumbo.

Con Amor, LiamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora