One shot (AbbaxBruxRis) +18

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No es obligatorio leer. Pero agradezco a quien lo haga.

*-*-*-*-*-*

“La vida es tan injusta, he hecho tantas cosas buenas, nunca he odiado a nadie y a final de cuentas, cuando encuentro a alguien a quien amar y estoy finalmente con él. Siempre llega algo y me arruina todo, mi felicidad se viene abajo y de nuevo, solo me vengo quedando…”

Y de nueva cuenta, el chico de pelo color negro fue a dar al parque solo. Si la última vez se había ido a sentar en una pequeña banca, ahora se había ido a sentar bajo un árbol donde le rodeaba un par de arbustos. Él no quería que nadie lo viera, que nadie lo notara, quería llorar solo y lo logro.

Se sentó en el pasto, flexiono sus rodillas y escondió su rostro entre ellas a la misma vez que empezó a llorar de manera lenta y silenciosa.
Y mientras alguien más, después de haber hecho todo sus mandados y acababa temprano, decidió dar una vuelta por el parque antes de volver a casa, dio con el. Apenas era atardecer, creyó que su trabajo estaba finalmente hecho pero el ruido, un murmullo ocultado en vano le llamó la atención y se acercó hasta descubrirlo a él.
Miro al joven que se apretaba contra sí mismo, como temblaba un poco y también se podía mirar como suspiraba. Delgado, tal vez joven y de piel clara, de pelo corto y oscuro. No evito mirarlo, y descubrir que lloraba, inclusive no evito darle algo de lastima y se adentro entre los arbustos para acercarse a él
-Disculpa… ¿Te encuentras bien?- le pregunto en una voz audible, mientras él seguía llorando, no hizo caso y él se acerco más –Disculpa- repitió, tocándole el hombro finalmente y él reacciono, quiso apartarse de él, a la vez que trato de limpiarse el rostro.
-No, no, no, no quise espantarse- reacciono, diciéndole al azabache que seguía sentado en el suelo –Es solo que te oí llorando y bueno no pude evitar venir a… ¿Te encuentras bien?- trato de hablar el chico, mientras él se tallo los ojos con las mangas de su camisa.
-Si, si lo estoy- contesto cortante, y con la voz temblando
-Pues no parece- sonrió él, y se hinco ante el. No pudo evitar pensar era lindo –Me llamo Leone , Leone Abbacchio - se presento, le extendió la mano y le sonrió
-Bruno… Bucciarati- le contesto, y estrecho su mano con la de él. Bruno no evito intimidarse aun así un poco con el joven, era de apariencia mas madura que él, mas grande. Fácilmente lo aparentaba, si junto a él se paraba y Abbacchio  solo sonrió
-¿Qué tienes?- le pregunto, mientras le soltaba y se sentaba junto a él -¿Acaso escapaste de casa?- le dijo, mientras Bruno solo se controlo y trato de sonreír un poco
-No, vivo solo- confeso
-Eres independiente- sonrió Abbacchio  –Entonces extrañas a la familia- le dijo, tratando de hacer platica, y Bruno de nueva manera  volvió a negar, intento sonreír en vano
-¿Entonces qué fue lo que te paso?- le volvió a preguntar y Bruno no evito morderse el labio, el chico que estaba junto a él era un hombre, y Bruno tenía un secreto que aun discriminaba la mayoría de la gente.
-No te lo puedo decir- respondió, evitando mirarlo
-¿Por qué no?- pregunto de nuevo, en un tono de voz más sereno y suave, y trato de tomar la mano del chico, que aun las tenia apoyadas en sus rodillas pero él se negó
-Porque no puedo- le contesto, y se quiso poner de pie pero Abbacchio  le negó
-Está bien, está bien es tu secreto- le respondió rápidamente, volviendo a sentar al chico al pasto, que apenas apoyaba su mano en el suelo para ponerse de pie

–Entonces… ¿Vives por aquí cerca?- le pregunto de nuevo, mientras le miro al rostro nuevamente. El chico azabache era demasiado joven y hermoso, que no evito captar rápidamente su atención ahora que ya lo veía mucho mejor y no le quería dejar ir
-¿Por qué lo preguntas?- contesto Bruno, evitando intimidarse un poco. Las preguntas tan extrañas e insistentes que le hacía, ya no le empezaban a agradar
-Bueno, yo vivo a un par de cuadras de aquí y quería invitarte a comer algo… si quieres claro- comento Abbacchio, esperando que el chico no lo malinterpretara. Bruno realmente quedo callado, al no saber que responder y Abbacchio  fue quien al final se puso de pie.
-Eres tan lindo, que prometo no hacerte daño, vamos- insistió y aunque Bruno siguió dudando, a final de cuentas acepto.

La caminata a casa de Abbacchio  realmente no tomo mucho tiempo, mientras el mayor, de prendas negras y cabello platinado, intento entablar una plática y  trataba de conocer un poco más al joven para darle la confianza necesaria y que le dijera su secreto de porque lloraba, parecía que poco a poco funcionaba la confianza, aunque aun no le decía nada y no quería presionarlo
Bruno se sintió más y más cómodo junto a él, que no evitaban dejar de platicar y reír, realmente le gustaba haberle conocido a Abbacchio en esa noche, quien a final de cuentas ya no le era ni un desconocido y  finalmente llegaron a su departamento.
-Aquí es- sonrió Abbacchio , abriendo la puerta y espero a que Bruno pasara. A decir verdad si antes no estaba nervioso, ahora volvía a estarlo. Entrar a su casa, solos, sin nadie, podría pasar muchas cosas. aun así camino pero cuando pensó que la casa estaría en total silencio, se equivoco
-¿Leone?- oyó una voz de lejos, y  le miro al caminar más adentro de su hogar
-Ya llegue- sonrió Abbacchio, mientras de un pasillo Bruno escucho a alguien salir caminando, y se acerco a él rápidamente. Ambos chicos se acercaron frente a frente y el que era más alto de los dos, dejo un beso sobre Abbacchio. ¡Eran igual que él!

-Veo que traes visita- sonrió sutilmente reconociendo el azabache a la puerta de la casa aun y volvía a levantar la mirada de nuevo, tras haberla bajado. Le había dado algo de nervios, mirarlos besarse.
-Risotto, te presento a mi nuevo amigo… Bruno- dijo Abbacchio , indicando al chico que se acerca a ellos, y él obedeció. Saludo a Risotto, mientras evito de nueva cuenta intimidarse ante su mirada, realmente Bruno ya no sabía que hacia ahí, pero al menos le trato de sonreír.
-Mucho gusto Bruno, llegas justo a tiempo para la cena- comento Risotto, rompiendo el silencio entre ellos y Bruno apenas asintió.
-Pasa a la sala, si quieres enciende el televisor yo ayudaré a Risotto, a terminar de cocinar ¿Te parece?- le comento Abbacchio , mientras dejo a final de cuentas al chico en la solo y ellos entraron a la cocina.
-¿Dónde lo encontraste?- murmuro Risotto, mientras Abbacchio  solo enredo sus brazos alrededor de él, y volvía a besarle
-En el parque- contesto en voz baja Abbacchio , mientras dejaba que Risotto le abrazara mas y mas hacia él –¿Te molesta que lo haya invitado?-
-No, para nada- contesto Risotto –Solo pensé que esta noche estaríamos nosotros dos…. Y nadie mas- le respondió en un tono suave, dulce y muy bajo. Mientras volvía a besarle más y más de manera lenta y profunda.
-El es especial- contesto Abbacchio  –Como nosotros dos… puedo verlo en sus ojos- le dijo, mientras ambos chicos seguían abrazados en un rincón en la cocina, y Risotto  acaricio la mejilla de Abbacchio –Lo encontré en el parque llorando y me dio lastima… Deberíamos de consolarlo- comento, mientras  Risotto sonrió
-Tú siempre queriendo ayudar a la gente- comento el mayor, para después soltarlo e ir a servir la cena
-¿No lo quieres ayudar?- pregunto Abbacchio , mientras Risotto se aparto de él –Sino quieres, puedo hacerlo yo solo- contesto, mientras Risotto sonrió de nuevo y salía del la cocina al comedor sin decirle una sola palabra y Abbacchio  solo busco los vasos en los gabinetes, sintiendo después como Risotto le beso tras su cuello de sorpresa.

-¿Y dejar que te diviertas solo?- contesto, mientras Abbacchio  se encogía de hombros –Claro que no-
*-*-*
La cena se sirvió, y Abbacchio  invito al chico a ir a cenar. Bruno se había distraído con una película, que no sintió cuando Abbacchio  le hablo, que incluso se espanto
-Lo lamento, no quise hacerlo de nuevo… pero solo faltas tú para cenar- sonrió Abbacchio , y no evito acariciar la mejilla de Bruno. El chico azabache solo bajo la mirada, y disimuladamente trato de apartarse de él, Abbacchio  empezaba a actuar raro y no sabía si le estaba gustando
-Ojala te guste la comida- comento Risotto, dejando el ultimo plato, justo frente a Bruno y todos tomaron asiento de nuevo. La cena empezó en silencio, nadie decía nada a decir verdad, y solo Abbacchio  junto con Risotto, no dejaban observar al chico.
Bruno sentía la mirada de ellos sobre él, como si vieran como comía, la manera en que sujetaba el cubierto, la forma en que tomaba su bebida, inclusive la manera en cómo se movía. Había ya algo extraño en el ambiente, como si planearan hacerle algo, no sabía qué, y no sabía si le iba a gustar

-La cena… esta deliciosa- trato de hablar Bruno, rompiendo el silencio del comedor. Solo se oían los cubiertos, los vasos, incluso sentía que podía oír como se masticaba la comida.
-Gracias- sonrió Risotto, y solo cruzo su mirada con el joven. No la aparto de él, y lentamente introdujo el cubierto entre sus labios, lo hizo de manera lenta, suave y sin apartar la mirada de él. Bruno no evito perderse un instante entre aquel movimiento, imaginando, sintiendo aquella sensación  extraña recorrerle bajo la piel, que solo aparto la mirada rápidamente, evitando sonrojarse, evitando alterarse ¿Qué le estaba pasando?
-Eres demasiado afortunado en probar su comida- hablo Abbacchio  sonriendo, había notado que Risotto ya empezaba  a jugar con el joven, y Bruno parecía responder de la manera en que ellos querían –Son pocas las veces en que él realmente cocina, y lo hace bien, no como otras… que se le quema la comida- bromeo Abbacchio , y todos rieron. Bruno deseaba que se le pasaran los nervios
-Eso no es cierto, además tu ni cocinas- le contesto Risotto
-Por eso lo haces tú- sonrió Abbacchio , y lentamente se acerco a Risotto, de nueva cuenta, volvían a besarse frente a Bruno, quien aparto la mirada y siguió comiendo. Pero sintió como alguien le pego bajo la mesa, llamándole la atención y volteo a verlos.
Abbacchio ya había cerrado los ojos, a propósito sin que Bruno lo supiera, y él cruzo su mirada con Risotto. Mientras besaba a Abbacchio, miraba al azabache de reojo, con sumo atrevimiento y sin apartar la vista de el, sin romper aquel beso, Risotto fue aumentando cada vez mas y mas la intensidad de aquel beso, Bruno apenas y trago saliva y trato de no ruborizarse, nunca antes en su vida había estado en una ocasión así, frente a dos hombres, mayores que él, otorgarse ese pequeño toque de placer. Y peor aún, jamás dejó de ver.

Sin embargo Risotto no se quedo quieto, acaricio la mejilla de Abbacchio  y dejo que su pierna se deslizara bajo la mesa, no era tan ancha, no era tan larga, era ideal… para meter su pie entre las piernas de Bruno.
El azabache cerro las piernas y apretó los cubiertos, dejo la comida de lado y lentamente quiso apartarse de aquella acaricia de Risotto, pero aun así nunca apartaron la mirada. Bruno sentía que ya se ruborizaba, se alteraba y eso realmente no sabía si le gustaba o no.
Se puso de pie y sin importarle si hacia ruido o no, salió del comedor y se dirigió al baño, realmente Bruno no sabía dónde estaba así que solo supuso como en su casa, como en toda ocasión. Un pasillo, la primera puerta a la derecha. Y lo encontró.

Cerró la puerta y corrió al lavabo, sin pensarlo más abrió la llave del agua fría y aunque se le mojara el pelo, baño su rostro más veces de lo pensado. Ellos eran como él, ellos gozaban de la compañía de un hombre pero esta ocasión, aparentemente eran mucho mayores que él. Y solo pensaba en que nunca debió de aceptar la invitación de Abbacchio , ni siquiera debía de estar ahí
-¿Qué tienes?- preguntaron a  la puerta rápidamente. Bruno brinco contra el lavabo y noto a Risotto en la puerta, dejo la llave del agua abierta, así como a la puerta del baño no le puso seguro.
-Nada- apenas y murmuro Bruno, y quiso buscar la toalla para limpiarse la cara y su pelo humedecido por el agua, pero tan pronto la había tomado en su mano. Sintió como Risotto le jalo del rostro, apretó sus mejillas y le tomo un beso de sus labios.
Unió sus labios con los suyos, su lengua se adentro entre sus labios, mezclando su saliva con la suya, acariciando su lengua con la de él, a la vez que robaba el aliento de su cuerpo. Apretó a Bruno contra el lavabo, froto su cuerpo contra el suyo y dejo que la toalla cayera al suelo, sin importar que se ensuciara. Bruno no supo qué hacer, como reaccionar, quiso apartar a Risotto, quiso  pero no pudo lograrlo, algo le impedía hacerlo pero tenía que separarlo de él, solo le tomo de los hombros  y le empujo

-¿Por qué lo hiciste?- fue lo único que se le ocurrió preguntar, y Risotto sonrió acariciándole la mejilla. Ya tenía a Bruno alterado, nervioso, ruborizado, el plan estaba realmente funcionando y los resultados eran mucho mejor de los esperados
Sin embargo no le dijo ni una sola palabra y Bruno camino fuera de ahí, no negó que Abbacchio  le había agradado, pero ahora no quería que sucediera algo malo entre ellos, y por culpa de Risotto
-Bruno, ¿dónde estabas? Te estamos buscando- sonrió Abbacchio , al encontrarlo en la sala
-Me tengo que ir- le contesto lo más rápido y frio que pudo, para después salir de ahí
-¿A dónde vas?- reacciono Abbacchio
-Me tengo que ir- repitió Bruno, caminando hacia la puerta pero Abbacchio  le tomo del brazo. –Abbacchio… -
-No tan pronto- le sonrió, jalándolo hacia él. Bruno quiso resistirse, soltarse pero no lo lograba, y ni siquiera se le ocurrió gritar por ayuda. Pero sabía que algo ya no estaba bien –Acércate-
-No- contesto Bruno, rápidamente pero el albino lo jalo hacia él -¡No, Abbacchio! ¡Suéltame!- insistió, y miro también como Risotto se volvía a reunir con ellos. Bruno insistió en jalar de su brazo, pero ocurrió todo lo contrario, Abbacchio  le jalo mas fuerte para tenerlo frente a frente, y terminar abrazándolo de la cintura finalmente.
Sintió como Abbacchio  le abrazo hacia él, sus manos alrededor de la cintura, su cuerpo tan apegado al suyo y Bruno totalmente paralizado, incapaz de poder moverse ahora, sin poder empujarlo al sentir como estaba enredado entre sus brazos, y la forma en que lo estaba acariciando.

-Eres muy hermoso- susurro Abbacchio , mientras Bruno insistió torpemente en buscar su libertad. Pero al contrario no lograba nada.
-Déjame ir por favor- insistió Bruno, pero Risotto solo sonrió, llamando su atención. A el le encanto ver a la pareja abrazada en la sala, mientras él solo se acerco detrás de Abbacchio.
-Siéntete privilegiado que Abbacchio  te encontró- dijo Risotto, sin apartar su mirada de Bruno –El siempre se preocupa por la gente, y quiere hacerla sentir bien…. Abbacchio  me dijo que estabas llorando cuando te encontró, así que dinos ¿qué pasó?- pregunto Risotto, mientras Bruno se quedaba sin palabras por todo lo que escuchaba
-¿Acaso alguien te rompió el corazón?- adivino Risotto, mientras le acaricio la mejilla a Bruno, a la misma vez que trato de abrazar a Abbacchio  por la espalda, al menos Bruno ya no insistía en liberarse.
-Me quiero ir- murmuro Bruno, y de nueva cuenta quiso moverse. Pero Abbacchio  no lo soltaba -Por favor-
-Shh- interrumpió Risotto, dejando que su mano se corriera a los labios de Bruno, haciendo una sutil presión sobre ellos –Queremos hacerte sentir bien Bruno, los dos… queremos verte sonreír- dijo, mientras besaba el cuello de Abbacchio , quien cerró los ojos y poco a poco soltó a Bruno de su “prisión”
El plan era huir, pero ahora Bruno parecía que se quedaba. Siempre que los veía de esta manera a Abbacchio y Risotto, algo hacía a Bruno que se quedara totalmente quieto, no podía dejarlos de ver.

Risotto dio media vuelta a Abbacchio , de nueva cuenta le tuvo frente a frente, y justo como en el comedor, de la misma manera le beso. Bruno solo se quedo quieto mirando, pensando, ¿Cuándo fue la última vez, que le habían amado, besado de la misma manera en que ellos lo hacían?
Risotto interrumpió el beso, mientras Abbacchio  fácilmente le entendió y volvió a ver a Bruno. Risotto se acerco atrás de el invitado y le acaricio tras el cuello, a la vez que dejo que sus labios humedecieran su piel. Bruno sintió un escalofrió extraño, un cosquilleo  y cerró los ojos. Sintió como le abrazaron por la espalda, y las manos corrieron por su pecho, bajaron hasta su estomago y llegaron hasta su pantalón.
-Queremos darte el placer que te negaron- reconoció la voz de Risotto, mientras le abrían el pantalón pero Bruno reacciono rápidamente. Abbacchio  ya le había abierto su camisa, y ahora Risotto le desabrochaba el pantalón, sin embargo parecía que eso no le gusto.
-No, no puedo- hablo nervioso, asustado y Abbacchio  sonrió. Aunque su voz de negaba, su cuerpo hacía todo lo contrario.
-¿Por qué?- pregunto Risotto, mientras Abbacchio  masajeaba el pecho de Bruno, sus manos acariciando sus brazos, para volver a relajarlo y fácilmente lo estaban logrando, siempre y cuando no le tocasen el pantalón
-Yo…- trato de hablar Bruno, cerrando los ojos nuevamente y Risotto paso a paso camino hasta el sillón, llevando a Bruno consigo y dejar sentar al invitado lentamente en él. Miraba al joven tan nervioso, alterado, excitado. Debían tener cuidado.

-¿Jamás lo has hecho?- adivino Risotto, abrazando al joven, mientras Abbacchio  solo se hinco en el suelo y paso a paso abría las piernas de Bruno para meterse entre ellas. Bruno empezaba a sonrojarse más y más, a la misma vez que su respiración se iba agitando lentamente, y es que su respuesta fue…
-No- susurro, mientras Abbacchio  bajo el cierre de su prenda.  Una vez más lo intentaron, finalmente desnudarlo y Bruno rápidamente volteo, quiso empujarlo pero Risotto le tomo de las manos, y aunque no quería, la fuerza usó.
-No, no por favor…- hablo asustado, intentando evitarlo pero Risotto era más fuerte que Abbacchio, no lograba moverse para nada. -No, no, no…-
-Shh- repitió Risotto, sin dejar de mirar el cuerpo semidesnudo, Abbacchio  solo miraba esa cintura del joven. Abría a paso lento y delicado la ropa, y poco a poco lo desnudo. Ya no pudo impedirlo.
–Shh, Shh, relájate… sino no lo podrás disfrutar-
-Pero…-
-Shh- repitió Risotto, y Bruno se encogió contra el sillón. Finalmente las manos de Abbacchio  le tocaron su entrepierna. Se mordió los labios y se estremeció ante esa caricia en su cuerpo, sintió como Abbacchio  le masturbo con las yemas de sus dedos, acariciándolo poco a poco a la vez que Abbacchio se acerco más hacia su entrepierna, y Risotto le apretó mas de las muñecas, tan pronto Bruno quiso soltarse.

-N-No… ahhh- gimió Bruno, cerró los ojos y hundió su rostro contra el hombro de Risotto y el sofá. Quiso cerrar las piernas, pero era inútil, además que las caricias de Abbacchio  lo debilitaban. Sentía como respiraba contra su piel, dejaba que el aliento corriera por su cuerpo a la vez que sus dedos rozaban su erecto, y Bruno se mordió los labios, al sentir después, como Abbacchio  finalmente le probó, lo saboreo, lo lubrico. Oralmente lo masturbo.
Sintió su lengua, la saliva, la humedad rodearlo por completo  y Bruno se estremeció más. Ya no era solo una mano, había unos labios, una lengua y poco a poco lo masturbaban más y más.
Abbacchio abrió la boca, y deslizó su cara contra su cuerpo, movió sus labios y frotó su lengua contra su virilidad, haciendo al invitado estremecer más y más, intentando gritar en vano. Jamás en su vida, lo habían probado.
-Disfrútalo Bruno…. Relájate- murmuro Risotto, excitándose también ante semejante escena. Sosteniéndolo aun de sus manos, viendo como el joven se negaba al placer por palabra pero su cuerpo lo disfrutaba –Abbacchio  tiene hambre….y quiere comer- sonrió a su oído, y Abbacchio  le masturbo mas y mas. Fue acelerando, no quería parar.
-N…ahh...ah... ba-basta… basta- lloro Bruno, pero ambos hicieron oídos sordos a sus palabras, y Abbacchio con más fuerza siguió. Le lubricaba más, su lengua, sus manos, todo trabajaba en él, hasta que sentía como Bruno se dejaba “venir” en sus labios.
Su cuerpo se tenso, ardía en calor y Risotto poco a poco de las manos le soltó. Bruno se apretó contra el sillón, aferro sus manos a los cojines y su cuerpo se hundía mas y mas en el mueble, ya no se quejo, ya no se negó…. Solo gimió.
Abbacchio  siguió, más y más hasta obtener lo que quería. Froto y succiono la punta de su erección, probo el poco liquido blanco que brotaba de su cuerpo y Risotto sonrió de nuevo al ver el resultado. Metió su mano en la camisa abierta de Bruno y froto su pecho, apretó sus pezones, acaricio la piel que ardía en calor. Estaba acelerado, tensado, excitado y Risotto acerco su rostro a él a la vez que succionaba su pecho, le mordía, lo lamia, lo lubricaba y los apretaba sutilmente entre sus dientes.

-N…. ah… ahh- se oían los gemidos de Bruno, hasta que el orgasmo llego a su cuerpo. No resistió mucho, y Abbacchio  finalmente sintió el líquido completamente en su boca. Risotto se aparto de Bruno y jalo el rostro de Abbacchio  hacia él, y le beso.
Probaron a Bruno entre sus labios, a la vez que Risotto le dejaba sin aliento a Abbacchio , mientras Bruno se quedo en el sillón, temblado, cansado, relajado.
-Esto sabe totalmente delicioso- murmuro Risotto, y Abbacchio  sonrió, tras romper el beso -Lo mejor de la cena- y repitió el gesto de nuevo.
-¿Quién dijo que la cena ya término?- le contesto Abbacchio  pícaramente, y jalo a Risotto al suelo. Dejaron a Bruno acostado en el sillón, mientras Risotto cayó encima de Abbacchio. Ambos no se separaron ni un segundo, Risotto apretó su cuerpo al de Abbacchio  y sus manos rápidamente se deshacían de la ropa de uno, y del otro.

Hubo caricias, hubo besos, hubo suspiros. Ambos jóvenes estaban realmente provocados, enamorados, felices, excitados y ese afecto se lo demostraban. Finalmente quedaron desnudos sobre la alfombra, y Bruno solo pudo mirarlos. Como lentamente Risotto cambiaba de posición, conducía su rostro a las piernas de Abbacchio  y poco a poco dejo que sus labios, sus manos le provocasen, lo masturbasen…. Al mismo tiempo que lo hacia Abbacchio. Un hermoso seis nueve.
El uno al otro se saboreaba, se acariciaba, se tentaba y dejaban que sus dedos tentaran en entrar, al menos un poco, en el cuerpo del otro. Y Bruno, aunque ya había sentido su primer orgasmo, no evito provocarse de nuevo. Se cruzo de piernas, se mordió los labios pero todo era en vano, volvía a tener una erección oculta entre sus manos y no podía dejar de verlos.
-Alguien nos está mirando- sonrió Risotto, atreviéndose a dejar a Abbacchio  descansar. Apartaba la mano de sus piernas, la boca de su recto y Abbacchio  respiro, a la vez que Risotto se acostaba junto a Abbacchio .

-Deberíamos invitarlo ¿no crees?- contesto Abbacchio , sintiendo como Risotto le acaricio el rostro
-Tengo algo mucho mejor en mente- respondió, gateando hacia el sillón. Tomo a Bruno del brazo, él quiso negarse pero ya no tenía fuerza, aun se sentía cansado. Y Risotto le jalo hasta donde estaban ellos.
Le quitaron la ropa que faltaba, lo desnudaron entre los dos, a la vez que le sentaron entre ellos. Abbacchio  quedo frente a frente con él, mientras Risotto ya le abrazaba por la espalda. Bruno ya no dijo nada, solo les miro. Se estaba volviendo un total sumiso para el dúo.
-Déjame ver….- murmuro Abbacchio , acariciándole su mejilla –Que tan buenos son tus labios- le dijo, a la misma vez que sus dedos acariciaron sus labios, y se metían entre ellos. Bruno no supo qué hacer por un segundo, quiso apartar su mano de su rostro pero Risotto le detuvo.
-No, eso no- le murmuro, mientras beso a beso corrió por detrás de su cuello y Bruno cerraba los ojos, ya no se quiso mover, ya no quiso hacer nada. Se estaba volviendo un muñeco, un juguete de placer para ellos dos.
-Succiona- ordeno Risotto a su oído, y Bruno obedeció. Poco a poco apretó sus dedos entre sus labios, dejo que su lengua y la saliva los cubriesen, mientras Abbacchio  solo miraba y su pecho acariciaba. Risotto le siguió besando y dejaba que su mano lléguese de nuevo a su cintura, bajara por sus piernas y se hundiera entre ellas, mientras la otra se deslizaba con cuidado por las piernas de Abbacchio  y sintieran la erección de él.

Fue algo difícil de hacer, más no imposible de lograr, y mientras Abbacchio  y Bruno cerraban los ojos, Risotto disfruto lo que miraba. Acariciaba y masturbaba a ambos jóvenes en cada mano, que simplemente gemían, y suspiraban de placer. Abbacchio  sentía como acariciaban su erecto, mientras succionaban sus dedos y podía alucinar que era ahora Bruno quien lo masturbaba, y mientras Bruno tuvo el descaro de imaginar que él complacía a Risotto.
Pero finalmente Abbacchio  aparto la mano de Bruno, y cruzo su mirada con Risotto. Ambos coincidieron en algo, y es que Bruno ya debía de estar preparado. Abbacchio  dirigió sus dedos humedecidos a las piernas de Bruno, acaricio su cintura de nuevo, sus piernas, su erección, a la misma vez que su mano se hundía contra su cuerpo. Bruno nunca abrió los ojos, pero lo pudo sentir.
Como algo se adentraba en él, perforaba su cuerpo, robaba su aliento y tensaba su piel. Abbacchio  adentraba los dedos más a su cuerpo, mientras Risotto siguió besando su cuello.
-Relájate- murmuro de nuevo, con un suspiro tras su oído y Bruno apenas extendió sus brazos hacia atrás se aferro a Risotto. Su voz se le corto, no pudo gritar, su cuerpo se tenso, no se podía escapar. Abbacchio  le siguió penetrando, preparando poco a poco, explorando su interior. Hasta que Risotto le detuvo su mano pero no la aparto, al contrario, al mismo tiempo que le penetraba Abbacchio , él también le penetro.
Levanto a Bruno un poco de su cintura y lo apretó contra él. Le sentó sobre sus piernas y Abbacchio apartó su mano, mientras con cautela desaparecía, penetraba, hundía su erección contra su cuerpo. Bruno sintió algo afilado penetrar su cuerpo, se oyó su suspiro en la sala, el gemir de su voz y se mordió los labios, a la misma vez que Abbacchio  le besaba y succionaba cada parte de su pecho.
Poco apoco Risotto se fue moviendo dentro de su cuerpo, Bruno sentía que se estremecía totalmente por dentro, dejaba de ser virgen, dejaba de ser muñeco, solo sabía que ya le pertenecía a ellos. Pero Risotto era compartido, que solo le dio un pequeño espacio a Abbacchio , para que después de apartar su mano de él, también penetrara a Bruno. Pero no, el pensó en algo mucho mejor.
-N…ahh…. Ahh…Riso… Risotto- repitió Bruno, al sentir un dolor profundo, y se estremecía más y más su cuerpo. Pero aquel placer se volvía placentero, al sentir como Abbacchio  le tomaba un beso, olvidaba el dolor y se volvía placer. Ambos jóvenes lo fueron acariciando, complaciendo, penetrando. Le otorgaban el placer que le habían negado.
Y más aún, pensaban que el trío debía ser algo que jamás podría olvidarlo. Abbacchio retrocedió y Risotto levanto de un tirón a Bruno para ponerlo en cuatro, jamás dejó de montarlo y tan pronto lo tuvo al suelo, Abbacchio se arrodilló ante el para deslizar su miembro entre sus labios.

Ahogo hasta su garganta pero el placer que recibía, lo valió totalmente, enredo su boca en el y mientras Abbacchio mordió sus labios, poco a poco se movió en sincronía con Risotto. A la vez que penetraban, el succionaba, Risotto sonrió a su pareja y se atrevió a inclinarse hacia el para besarle aún teniendo al menor entre sus cuerpos.
Sudor, calor, placer, amor. Una y muchas cosas Bruno sintió, al estar entre ellos dos y de nueva cuenta el orgasmo, le estremeció. Rogo “más, más, más….oh más” hasta que ya no soporto y sintió el paraíso dentro de su cuerpo, y el infierno bajo su piel. Los tres acabaron al unísono, no importó el desastre que se hizo a su alrededor.
Cuando terminaron, Risotto lo tomo entre brazos y lo acostaron entre ellos dos, en la cama de su habitación, le abrazaron, y le arrullaron para que descansara junto a ellos, ninguno quería separarse él, hasta que el trío se durmió.



-¡Bruno!- alzo la voz, y corrió hacia él. Mientras el chico azabache de nueva cuenta, caminaba en el mismo parque, que hacía unos días antes –Bruno, te estuve buscando…- repitió, guardado el teléfono celular. Pero él solo le volteo a ver.
-Prosciutto- sonrió un poco -¿Qué sucede?- ya no le dolía verle.
-Es que… quería hablar contigo… por lo que paso entre nosotros- murmuro algo nervioso al inicio, pero sabia que Bruno deseaba estar con él.
-Bruno, ¿sucede algo?- alzo la voz alguien mas, era Risotto. Quien llego tras su espalda y lentamente le abrazo y con atrevimiento beso su cabello, mientras él, solo les miro.
-Nada- le contesto Bruno a Risotto, mientras enfrente de Prosciutto un beso a la mejilla le daba. –¿Y de que quieres hablar?- reacciono, volteando a ver a Prosciutto. Pero él no dijo nada, solo negó con la mirada.
-Tal vez… después-
-En ese caso si no van a hablar, me gustaría llevar a este ángel a comer- sonrió Risotto, mientras Abbacchio  junto a ellos llego.
-Nos vemos- se despidió Bruno, mientras Prosciutto vio que con ellos dos se marcho. Porque ellos realmente le mostraron lo que es una forma de amor y placer.

....
Ufff, me dio calor.

¿Qué es... ? (Abbacchio x Bruno x Risotto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora