Capítulo 17

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Hace dos días que habían salido de Wakanda y ahora estaban en España, la tierra de conquistadores, nadie pensaría en que esa fuera la primera parada de los fugitivos.

Llegaron ahí por Wanda ya que tenía algunos fondos que sus padres le habían dejado, ventajas de ser gitanos dijo ella cuando les dió la idea. Llevaban 3 horas buscando la comunidad de los padres Wanda, y se le hacía muy imposible encontrarles pues siempre estaban en movimiento agregándole que los gitanos a los que buscaban nunca habían salido de España lo que con lleva que no les servía mucho su inglés.

—No entiendo ni una palabra de esto.— Se quejó Sam mientras trataba de leer unos viejos periódicos.

—A cuanto que la hormiga si podría leer esto.— Dijo Clint mientras aventaba el periódico en la mesa.

—Miren aquí dice algo de Máximo, suena como tú apellido.— Steve le pasó el periódico a Wanda con la que ha compartido pocas palabras.

La descendencia no acaba para los Máximo, el bisnieto del el gran gitano Diego Máximo tendrá un par de niños gemelos, la pregunta es ¿Los llegará a conocer? ¿Tomarán protesta de su gran herencia?—Wanda leía todo aquello en una manera demasiado lenta además de que lo leía en español.

—Entonces ¿Qué dice?— Pregunta Sam muy ansioso.

—Algo sobre un viejo gitano y su familia al parecer su bisnieto tendría unos niños gemelos y heredarían la herencia.— Comento confundía.

—Crees que sea de tu familia.- Dijo Steve.

—No estoy segura tendría que hablar con ellos, aquí viene de donde es la nota.— Señaló al pie de la página.

—Pues manos a la obra.— Dijo Clint mientras se levantaba de su asiento y los demás le seguían Wanda tomó foto de aquel periódico.

Salieron de la biblioteca pública de Barcelona y se dirigían a Sevilla. Tomaron un tren que los llevará con las pocas pertenencias que traían con ellos.

Cuando llegaron a la estación de trenes Clint se adelantó a comprar los boletos, mientras que los otros 3 esperaban, Wanda por una ventana pudo ver el atardecer una de las cosas que más le gustaba del complejo era que en el cuarto de su hermano existía una ventana que si acomodaba de cierta manera el sofá que tenía en ese cuarto podría ver el atardecer mientras le contaba un cuento a Pietro.

En su rostro se pudo ver una sonrisa sincera, llena de amor y esperanza de volver a ver a su hermano, Wanda solo esperaba que Tony no lo desconectara y lo echara en una caja devuelta a Sokovia.

Ella seguía perdida en el atardecer sin ser consciente que alguien más la miraba, un rubio que extrañaba a aquella chica, el poderla tener en sus brazos como las noches que se fugó a su cuarto, o como aquel beso que le dio por primera vez. De verdad que se lamentaba de hacerle pasar por todo ese sufrimiento. Pues en sus ojos habían vuelto a hacer aquellos ojos tristes como la mañana en el bosque, obscuros con muy poca luz, él se prometió que la cuidaría de todo mal y que le enseñaría lo bello de la vida, pero lo que hizo fue defraudarla, engañarla y demostrarle que no siempre puedes creer en la personas por más decentes que parezcan siempre terminan dándote la espalda.

Steve pensó entonces que no se había enamorado de la chica como Tony amaba a Pepper o como Clint amaba a Laura, era más como una forma de protección, el mismo se lo dijo a Tony era una niña que en ella vio la obligación de cuidar, pero por que no sentía lo mismo con Peggy o Sharon será que como él pensó la amaba de otra manera.

Steve decidió dejar esos pensamiento y buscar a Clint para salir lo antes posible. Antes de seguir pensando en aquella chica.

Wanda limpió las lagrimas que salían por sus ojos escucho los pensamientos de Steve y su corazón estaba demasiado roto, al parecer ninguno de los dos se pudo salvar al otro.

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