Private Show ➵ rocky lynch

seis

Me desperté aturdido, y no fue hasta unos 10 minutos después que me di cuenta que estaba en el sofá de mi casa. Me levanté como pude a buscar una pastilla porque el dolor de cabeza me estaba matando pero en lugar de esto encontré una nota, la cogí y la leí;

Hemos ido a comprar comida,
hay pastillas en el mueble de la cocina.
Ya hablaremos cuando lleguemos a casa.
Riker.

Ignoré la nota y retomé mi búsqueda, cuando las encontré escuché el sonido de la puerta abriéndose.

Joder.

— Rocky Lynch, tenemos que hablar contigo -dijo Rydel.

Me senté en sofá mirándola, sin articular palabra pues me sentía fatal y no entendía lo que estaba pasando. Al ver las caras de todos mis hermanos pregunté qué les pasaba, Rydel rio sarcásticamente.

— ¿Encima te vas a hacer el tonto? Sabes muy bien a qué nos referimos.

— Mira, ahora mismo de lo único que tengo ganas es de dormir porque me va a reventar la puta cabeza. Así que o me explicáis qué coño pasa o me voy a mi habitación para que dejéis de joderme.

Acto seguido, todos se sentaron en el sofá de en frente y Ross fue el que habló esta vez.

— El único que está tocando los cojones aquí eres tú, así que te callas y nos escuchas.

Lo que me faltaba, que mis hermanos estuvieran enfadados y no acordarme de nada de eso.

— ¿Acaso vamos a tener que explicarte nosotros lo que pasó anoche en el baño? Porque creo que no sería de tu agrado, ni del nuestro — añadió el menor.

Al escuchar eso recordé aquel momento y de seguir bebiendo con Tamy; el resto de la noche está toda borrosa. 

— ¿Cómo mierda sabéis eso? ¿Tanto le gustó que os lo ha contado a todos? — solté y sentí la mano de Rydel sobre mi cara — ¿Pero qué te pasa, loca?

— ¿Me estás diciendo que además de abusar de ella, lo presumes y te ríes en nuestra puta cara?

Me quedé en shock. En ningún momento había abusado de ella y menos en ese estado.

— ¿Qué estás hablando? De hecho fue ella la que... — fui interrumpido por el sonido del timbre y Rydel me calló para abrir la puerta. Eran Alba y Rocío, lo que me faltaba —. ¿Váis a escucharme o?

Escuché como Riker intentaba calmarlas pero los gritos de Rocío se escuchaban por toda la casa.

— ¡Eres un cerdo! ¿¡Cómo te atreves a hacer algo así!?

Ambas pasaron frente a mí y tomaron asiento junto al resto. 

— No sé quién os lo habrá contado de esa forma pero fue todo lo contrario. Yo estaba esperándola afuera y ella me llamó para que entrara y la ayudara. Pero resulta que lo hizo sólo para quedarnos a solas. Os juro que intenté pararla pero... Bueno, me entendéis.

— ¿Alguien ha hablado con Tamy? — comentó Riker. Al ver como todos negaron, tomó un largo suspiro —. Tendremos que escuchar su versión entonces. Hala, vete ya a tu habitación si quieres —se levantó y salió de la casa con Rocío de la mano.

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