Capítulo XXII

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—Bueno, creo que podremos hacer esto ¿Listo?

Jae observó al pequeño WonPil justo frente a él, sosteniendo a uno de los bebés, mientras el otro se encontraba apoyado en su pierna. Los bebés aún gimoteaban, pero milagrosamente ahora estaban calmados, mucho más en comparación con los gritos de antes, y aunque Jae había mencionado el dejarlos así hasta que lleguen YoungHyun o DoWoon, cuando le explicó a WonPil que los pequeños se habían hecho popo en su pañal y eso les molestaba, tuvo que aguantar unos minutos de quejas del minino, diciéndole que si fuera al revés, a ellos no les gustaría tener popo molestándoles el trasero. Así que al final colmó la paciencia de Jae y los cambiarían.

Después de ser convencido, Jae dijo que no tocaría mierda de bebé, sí, esa fueron sus palabras, así que junto a WonPil caminaron hasta la cocina para buscar cosas que les sirvieran y de algún modo evitaran que se ensucien. Jae encontró en uno de los cajones unos guantes de látex nuevos, y le ordenó a WonPil que usara los que ya estaban utilizados y secos al lado del fregadero; también Jae, en su intento por calmar la peste que sabía saldría apenas abrieran esos pañales, caminó fuera de la casa y tomó un par de ganchos pequeños para colgar ropa, entregándole uno al minino de rizos y ordenándole que se lo pudiera en la nariz. Después de eso y que Jae se colocara el delantal de cocina de la madre de DoWoon, ellos ya estaban listos o eso decía el rubio.

Subieron a la habitación de los pequeños y dejaron a Felix en su cuna, mientras tomaban a JiSung, y ya que no encontraron una superficie sólida, Jae abrió una de las puertas y de esta cayó la base recta para planchar la ropa. Perfecto, pensó él, colocando al pequeño bebé encima, mientras este se chupaba el puño y los observaba, con sus ojitos llenos de lágrimas secas y su naricita con mocos caídos.

—Bueno, WonPil, esto es simple, le sacamos esto. —señaló el pañal una vez le bajaron el pequeño pantalón. —Y tenemos que limpiarle el trasero, sino ensuciará el nuevo pañal ¿Entiendes? —el otro minino asintió, pasando su mano por su nariz por milésima vez, el gancho le fastidiaba mucho, además de hacerlo respirar dramáticamente por la boca, pero si Jae lo decía, él lo haría, al final DoWoon había dejado al rubio a cargo, y Jae le caía bien.

Una vez sacaron el pañal, el bebé movió sus pequeños piecitos, en lo que Jae le entregaba el pañal sucio a WonPil, diciéndole que lo botara en algún tacho de por ahí, y que le trajera ese papel higiénico gigante que había visto en la cocina, WonPil le preguntó porqué no el del baño, si ese era más suave, pero Jae solo contestó que, como era más pequeño, tenía miedo de mancharse con la mierda del bebé, así que mejor prevenir que lamentar.

Durante el proceso de limpiar al niño, Jae estuvo obligando a WonPil a ir y venir cada que tiraba el papel sucio, ya que a ninguno se le había ocurrido la idea de una bolsa, hasta que al final le dijo a WonPil que trajera el tacho de basura entero, aunque luego lo hizo devolverlo porque traía el olor del popo del bebé, y no es que fuera muy fuerte, pero sus narices estaban más desarrolladas de lo normal, así que para ambos era insoportable, aún con los ganchos tapando sus fosas nasales.

WonPil le hablaba al pequeño mientras Jae terminaba de ponerle el pañal, y aunque nunca supo si estaba al revés o no, el rubio se sintió orgulloso cuando ya tenía al pequeño como nuevo, con este estirando su manito, queriendo tocar las rubias orejas en la cabeza del minino.

Jae por un momento iba a acceder, pero bastó que WonPil le dijera un comentario lleno de ternura para que casi tire al bebé al suelo, entregándosela al otro minino, ordenándole que se lleve a esa cosa que servía únicamente para llorar, comer, dormir y hacer mierdas.

El procedimiento se repitió con el otro bebé, y de algún modo ambos mininos sobrevivieron al mayor caos de todos los que enfrentaban los padres primerizos: Cambiar el pañal.

Neko Corporation [DoPil]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora