Querido diario:
Estos dos días han sido estupendos. He estado con Daniel por las tardes. Él es un poco reservado y no sé mucho sobre su vida personal, pero hablamos de cosas sin importancia y el tiempo parece volar. A veces, sólo nos mantenemos en silencio, mirando al mar.
Hoy le he preguntado por qué venía a la playa todos los días. Daniel me respondió que le calmaba.
Quiero que llegue mañana.
Se despide, Andrea.