SIETE

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Soltó un suspiro y relajó los hombros

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Soltó un suspiro y relajó los hombros. Estaba agotado, había sido un día cansado para su adolorida espalda y sus manos cada vez se hacían más frías al estar todo el día en agua. Avanza hasta la habitación. Entonces encuentra la luz de la lámpara encendida, como siempre.

JiMin acostumbra a dejar esa luz encendida cuando sabe que Jungkook llegara tarde, una mañana se lo confesó. Se sentó en la cama, viendo ese bulto bajo las sábanas removerse un poco, haciendo que su rostro se descubra y deje a Jungkook admirar sus delicadas facciones.

Admiración que duró poco. Una ventisca acarició la piel de su descubierta espalda y frunce el entrecejo, gira para confirmar lo que creía cierto, la ventana estaba abierta hasta la mitad. Se levantó y rápidamente la cerró. Suspiró esperando que el frío viento no perjudique a JiMin.

Vuelve a la cama y se coloca sus respectivas prendas para dormir, abriendo las sábanas y metiéndose en ellas. Siente el cuerpo a su lado moverse, abre los ojos dándose cuenta de que los luceros dorados de JiMin lo observan nerviosos. Gira su cuerpo de costado apoyándose en su antebrazo y codo izquierdos. Sus ojos se conectan con intensidad y sus miradas parecen mezclarse.

Jungkook siente tanta curiosidad por el menor, por sus ojos tan... Tan únicos.

― ¿Él fue tu novio, cierto?

Pudo sentir la inseguridad en esas palabras. De pronto, las palabras de Wonho se instalaron en su cabeza, su corazón latió desesperado en su pecho. No respondió, pero su expresión le dijo mucho a JiMin quien asintió cansado, tapando más su rostro con las sábanas.

― ¿Lo arruiné?

La temblorosa voz del menor mandó preocupación por cada célula de su cuerpo.

Negó. ― No digas eso.

JiMin lo miró confundido. ― Se que solo estás aquí por querer hacerte responsable del bebé.

Jungkook no dijo nada, retiró los mechones largos y ondulados del rostro del menor.

― ¿No es así? ― Esperaba su confirmación.

Jeon asintió con cuidado, no podía mentirle, aunque el ya sabía la respuesta. Pero las palabras de su primo se incrustaron en su cabeza.

¿Quería dejar a JiMin?

― No podría dejarte.

JiMin abrió sus ojos dorados con asombro. Su pecho hizo cosquillas. Y como nunca antes Jungkook elevó la comisura de sus labios levemente, JiMin sintiéndose tan afortunado de presenciarlo y un sonrojo cubre sus mejillas. Pero entonces recordar a Jungkook darle una sonrisa diez veces más grande a aquel mesero hizo que apartara la vista rápidamente.

Jungkook lo miró confundido. Él no entendía.

JiMin tampoco se entendía. Tenía sentimientos muy confusos.

El silencio incómodo se hizo presente, al menos hasta que el azabache habló. ― Gracias. ― Dijo bajito.

El menor sentía que lo decía como si fuera un secreto. ― Sabes que no podría dejarte sin tu almuerzo. Tu salud es importante. ― Su dulce voz reconfortó lo oídos ajenos.

― No vuelvas a salir de casa solo, tu salud es aún más importante.  ― Dijo con su voz ronca, quizás por el sueño, dirigiendo su vista hacia donde el abultadito vientre de JiMin se lograba marcar un poco en las sábanas gruesas.

― Entiendo, Jeon... ― Dijo acariciando ya propios mechones de cabello, suspirando con el sueño tomando su cuerpo. ― Entonces mañana deberás acompañarme a que revisen al bebé, ¿Irías conmigo?

JiMin sintió a Jungkook tensarse por unos momentos para de pocos en pocos irse relajando. El mayor hizo un pequeño ruidito de afirmación en respuesta a su pregunta.

― Mañana comienza mi descanso. ― Mencionó.

― Pensé que tu descanso no sería hasta dentro de una semana.

― Me lo adelantaron.

― Que bueno, al menos así tu espalda puede descansar. Sé que últimamente te ha estado doliendo mucho. ― JiMin sonrió sólo para Jungkook, como siempre lo hace.

Porque JiMin es como el sol, y aunque Jungkook sea como el planeta más alejado y frío del sistema solar, JiMin sólo giraba al rededor de Jungkook, lo que eran tan gracioso porque tendría que ser al revés.

Completamente sin sentido. Pero así era su relación.

― Podríamos hacer esto más seguido.

Jungkook volvió a acostarse, ésta vez un poco más cerca del cuerpo contrario.

― Podríamos hablar así, por las noches, más seguido. ― Dijo en medio de un bostezo.

El mayor lo miró por unos segundos para luego asentir, escondiendo su rostro en la almohada.

JiMin cerró sus ojos lentamente, para luego abrirlos al darse cuenta que olvidaba algo.

― La cita es a las diez de la mañana, Jeon. ― Dijo adormilado. ― No nos vayamos a quedar dormidos... ― Bostezó.

Jungkook soltó una pequeña risa nasal. JiMin era muy tierno en ese estado.

― Duerme.

Aunque el de ojos verdes no lo viera, JiMin asintió y posó sus manos en su vientre, cerrando sus ojitos para al fin dormir. Vaya día que le esperaba.



Desire Of Love | Kookmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora