Capítulo 14

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—Una vez más, Jimin... Por favor...

Una encantadora sonrisa sobre los labios del mayor fue necesaria para que Jimin cediese a lo pedido. Por esto, fue que Jimin nuevamente se acercó al rostro de Yoongi, y, posicionando la punta de sus narices juntas, comenzó a mover su cabeza de un lado a otro, sobando las puntas de sus narices en un acto de ternura, que al castaño acabó por fascinarle.

Jimin se retiró, sonrojado, y no pudo evitar sonreír amplio cuando Yoongi también lo hacía.

La situación era cotidiana en una pareja, pero bastante extraña para ellos. Sobre la cama de Jimin, otra vez en su departamento, ambos se hallaban recostados junto al otro,  abrazándose y llenándose de mimos como el más reciente. Los brazos de Yoongi no sentían intenciones de retirarse del cuerpo de Jimin, y este último no deseaba que lo hiciese. Tenían al menos una hora besándose y acariciándose inocentemente y no parecían tener intenciones de acabar con lo hecho.

—¿Qué dirías si... Te digo que me gustas, Jiminie? —dijo Yoongi, un par de segundos después de largas miradas silenciosas y misteriosas.

Jimin acarició la mejilla de Yoongi con su pulgar, para luego besar donde había dejado la caricia, y posteriormente sonreírle con sus ojos llenos de ternura y alegría.

—Diría que es muy apresurado —el rostro de Yoongi no tuvo la oportunidad de deformar su semblante de felicidad a uno de disgusto, puesto que los labios de Jimin sobre los del mayor fueron más rápidos como para detenerlo—. Diría que es una locura —volvió a besarlos, un poco más intensamente esta vez, pero con la misma sagrada inocencia—. Que me gustas mucho más —dejó variedades de pequeños besos sobre los labios de Yoongi—. Y que no siento que me interese lo loco que sea esto. Solo que quiero esto... Demasiado.

Esta vez, fue Yoongi el que sostuvo la nuca de Jimin para atraerlo hacia sus propios labios, y comenzar a besarlo lenta y profundamente.

A Jimin le sorprendía lo rápido que Yoongi tomó la iniciativa de un beso. Besaba como un experto, y probablemente solo era la primera vez que besaba a alguien.

Yoongi sobaba la piel de Jimin sobre sus ropas, a la par que el menor jugueteaba con los cabellos de su nuca. Ambos estaban realmente pegados al cuerpo contrario. Se hallaban de costado, sus anatomías pegadas, y sus respiraciones agitadas.

Entonces, Yoongi comenzó a descender sobre el cuerpo de Jimin. Se acomodó mejor sobre este, pero no detuvo el beso. Se había transformado en algo mucho más salvaje, y a pesar de que la conciencia de Jimin le jugaba en contra, él solo... Deseaba cada parte de Yoongi.

Pero Jimin tenía otra idea. Por lo que, cuando sintió de inmediato su cuerpo contra la cama, se alzó nuevamente, sin romper el beso, y tomó asiento sobre los muslos de Yoongi. Sus brazos se enlazaron alrededor de su cuello, mientras que las frías manos de Yoongi acariciaban la piel de Jimin, esta vez, directamente.

Las manos del castaño comenzaron a descender poco a poco, hasta que se hallaron en los glúteos. Solo ahí, Yoongi rompió el beso, con la respiración agitada, tan solo para besar el cuello del muchacho sobre él.

—Yoongi... Yo...

—Dime, Jimin... —Yoongi buscó los ojos del muchacho—. ¿Lo deseas?

—Y-yo lo...


Toc, Toc, Toc.


Casi como automáticamente, las respiraciones inclusive dejaron su presencia.

Ambos se observaron casi con algo de pena, antes de que Jimin diese un suspiro y se deslizara de los muslos de Yoongi.

—Yo iré, Jiminie... —le dijo sobando el dorso de su mano, antes de levantarse e ir en dirección a la puerta del departamento.

Jimin, mientras, se estiró sobre su cama. Mierda. No podían tocar en peor momento. Incluso ya estaba húmedo y preparado para decirle a Yoongi que todo su ser lo deseaba.

Entonces, escuchó la puerta cerrarse de golpazo otra vez.

Jimin, con el ceño fruncido, fue a la puerta, donde se encontró con Yoongi haciendo una adorable mueca de disgusto, y sus brazos cruzados, sobre la puerta.

—¿Q-q-quién...


Toc, Toc, Toc.


—¿Jimin, estás? Soy Taehyung.




CONEJITO. ➸yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora