La Prisión de los Guardianes

PENSAMIENTOS

Los gemelos Pines caminaron hasta el gran almacén de artefactos, custodiado por dos espectros de aura a azul brillante y una apariencia similar a una bestia; su rostro era totalmente hueco, sus brazos eran mas largos que su tórax y cuerpo casi en los huesos; largas garras espectrales y carecía de piernas. Solo flotaba.

- Vaya vaya, que tenemos aquí... son las ratas de laboratorio.

Tanto Dipper como Mabel le obsequiaron una mirada sombría y llena de desprecio.

- Quítate fantasma de pacotilla, vamos a ver a Durkan.

- Oh, te sientes muy confiado al hablarme de esa manera pequeño he insignificante pedazo de carne.

- El sentimiento es mutuo, estúpido y vago ectoplasma. - acomodo sus lentes

- Mejor vete a espantar ancianos, tal vez los mates del aburrimiento. - añadió Mabel mientras apoyaba su codo en el hombro de su hermano con una sonrisa burlona.

- Sean hijos de... - el espectro estiro sus largas garras para amenazarlos, pero una voz gruesa y cansada, se escucho en el marco de la entrada.

Un enano barbudo de avanzada edad y cuerpo bien conservado se encontraba molesto por la ridícula discusión. Tenia una larga cabellera con múltiples trenzas, unos visores en la frente que ocultaban aquellos ojos color esmeralda. Uniforme de mecánico con parches de suciedad y unos guantes rojos para soldar.

- ¿¡Que está pasando aquí!? ¿¡Por qué tanto maldito ruido!? - gruño el viejo

- Parece que tu guardia se despertó de malas pulgas hoy - respondió Mabel reprochando su comportamiento.

- Zerak... - su voz no era nada amigable - ¿eso es cierto?

- ¡Los humanos no deberían estar aquí en primer lugar! Son bolsas de carne inferiores que no sirven nada mas que para cumplir patéticas tareas.

- Si claro, como si tu misero trabajo fuera más importante del castillo

- Vigilo que estos sagrados lugares estén libres de cosas como ustedes.

- Entonces para eso sirve tener almas en pena - comento la castaña con falso pesar - Al menos nosotros estamos vivos para salir del lugar.

- No por mucho tiempo... -

- ¡BASTA! No dejare que sigan con este tipo de comportamientos en mi zona de trabajo.

Tanto el espectro como los gemelos se quedaron pasmados ante el grito de aquel herrero.

- Ustedes mocosos, me imagino que los enviaron aquí por algo. ¡Entre ahora! - ambos entraron como dos niños castigados - y tu Zerak... mantén tus palabras dentro de tu boca y no más hostilidades en mi piso, ¿de acuerdo? - su mirada era dura

- Si amo... - el fantasma se inclinó con respeto

- Bien. Volveré cuando allá terminado con ese par. - finalmente cerro las puertas de su almacén dejando a su vigilante con cara de pocos amigos.

...

Dentro de aquel lugar lleno de maquinas y artefactos artesanales, se podía observar como un enano se peinaba la barba con sus dedos y suspiraba con cansancio.

- ¿En serio que ustedes tres no se pueden llevar bien al menos una vez?

- ¡El empezó! - reclamaron ambos

- ¿No creen que ya están muy grandes para esas niñerías?

- Pero... - tanto Dipper como Mabel no sabían que decir.