El día que Osorio tanto temía al fin llegó.
Era noche, la cena estaba servida, las invitadas estaban hablando cómodamente en la sala de la casa, Niurka hablaba por teléfono mientras el productor tecleaba algo en su computador y Emilio aún no llegaba a casa. Todo realmente normal
- Juan- lo llamo la mujer
- ¿Que paso? - pregunto sin levantar la vista del aparato
- Me llamó Eli
- ¿La suegra de Emilio?
-....
- ¿Que te dijo?
- Me pidió permiso para que Emi duerma en su casa. Me dijo que salió y que a Joaco no le gusta quedarse solo en casa -explicó
- ¿Ya le avisaste a Emilio?
- No
- ¿Porqué?
- Porque no le di permido
- ¡Mujer! ¡Mi Emiliaco!
- Ash, ni empieces con tus berrinches. Le dije que sería mejor que vinieran a dormir aquí
- ¿A-aquí?
- Si ¿algún problema?
- ¡¿COMO LE VOY A EXPLICAR A MI YERNO QUE LA PEQUEÑA BRUJA CHUPA SANGRE QUE ESTÁ EN LA SALA FUE NOVIA DE SU FUTURO ESPOSO Y PADRE DE SUS SOLECITOS?!
- No lo harás, porque no quiero que asustes a Joaquín
- Yo no lo asustó, solo le advierto de su futuro
- Deja de pelear y ve a quitar el altar que le hiciste a Joaco antes de que llegue
- Le quitas lo divertido a la vida- cerró la computadora y se dirigió a su habitación- ¡y para tu información, es un altar Emiliaco!
〰️➰〰️
- ¡Ma, ya llegamos!- grito Emilio
- ¡Oh por Dios ya están aquí! ¡¿Porque tardaron tanto?!- pregunto Osorio alarmado
- Llegamos a tiempo-contestó confundió el menor
- Revise Google maps y según mis cálculos tardan 17 minutos del parque a la casa, más 2 minutos agregados por una sección de besos inesperados, deberían tardar aproximadamente 19 minutos
- ¿Una que de que?
- Caminamos lento porque me lastime el pie jugando basket- se apresuró a contestar Emilio
- Bueno- el hombre se tranquilizó- ¿Como estas Joaco? ¿Te sientes bien? ¿Que tal el sol? ¿Opaca tu grandesa? ¿Quieres que lo demande?
- Amm... ¿No?
- ¿Escuchaste la parte donde te dije que me lastime el pie?
- Ah si, con saliva se te quita
Emilio rodó los ojos y tomó al castaño de la cintura
- Ven Joaco, vamos a buscar a mi mamá
Los chicos caminaron a la cocina donde una voz chillona y un par de brazos recibieron a Emilio
- ¡¡Chinitos!! - grito Paola
- ¿Chinitos?- pregunto Bondoni
- Oh no...