Time Of Sorrow || Han Seungwoo

Howlin

— ¿Te falta mucho? - Podía escuchar los gritos de Yuvin desde la planta de abajo.

Por fin abrí la puerta y bajé con cuidado, porque llevaba plataformas y no quería matarme.

— Ya puedes dejar de gritar maldito cabrero. - Despeiné su pelo y al darme cuenta de la presencia de alguien más me paralicé.

Han Seungwoo, estaba reposado en el marco de la puerta del salón mientras nos observaba a Yuvin y a mí. Tragué saliva con dificultad, pues no hablábamos desde aquella conversación del otro día y nos habíamos estado evitando el uno al otro.
Y ahora, estaba en mi casa...

— Hey. - Levanté la mano y sonreí. Seungwoo me imitó y a mí casi me da un vuelco el corazón, porque se le marcó levemente su hoyuelo y eso me vuelve en un estado de idiotez máximo. Aún así podía notar la cara de extrañeza que puso Yuvin al vernos interactuar.

— ¿Os conocéis?

Pequeño inciso, Song Yuvin es nuevo en el instituto y apenas sabe sobre la historia que nos une a Seungwoo y a mí, es decir, mi prima.

— Sí, Seungwoo era el novio de mi prima. - Respondí y al momento pude notar la tensión en el ambiente.— Pero bueno, íbamos a salir, ¿No?

Yuvin sacó su mejor sonrisa y asintió agarrándome del brazo.

— ¿Vamos?.- Asentí.

— Venga, vamos. - Dijo Seungwoo y abrió la puerta.

Cuando íbamos de camino a esa "mítica fiesta" de la que Yuvin se habia llevado toda la semana hablando, hubo un momento en el que este se adelantó y Seungwoo y yo nos quedamos atrás.

— Oye...- Intentó llamar mi atención y lo consiguió.— Siento mucho lo del otro día. A veces me creo que soy el único que más ha sufrido respecto a ese tema.

— Te perdono, pero vamos a dejar de hablar sobre "ese tema".- He hice las comillas con mis dedos. — Hoy vamos a disfrutar de la fiesta.

Seungwoo acarició mi cabeza y pude notar como mis mejillas ardían en respuesta. Maldito Han Seungwoo con tan poco me hacía flaquear. Realmente me preguntaba constantemente como es que mi prima dejó de quererlo y aunque no quisiera hacerlo, para enterarme debía seguir leyendo su diario.

— Aquí es la fiesta.- Dijo Yuvin.

— ¿En un puto garaje? - Cuestioné incrédula. Realmente había estado hablando de la fiesta del siglo y estábamos en un puñetero garaje. Maldito Song Yuvin.

Miré a Seungwoo y me alivió ver que no era la única desagradablemente sorprendida.

— ¡Oh, vamos! No pongáis esas caras no hay que juzgar a un libro por su portada.- Dijo Yuvin riéndose a la vez que llamaba a la puerta del garaje.

Y sin poder evitarlo murmuré.

— Ya entiendo porqué a Subin no le caes bien.

A Seungwoo se le escapó una pequeña risa ante mi comentario y yo no pude sentirme más privilegiada por haberlo hecho reír. Cuando volví a mirar a Yuvin este estaba enarcando su ceja izquierda.

Me acababa de pillar babeando por Han Seungwoo, realmente, Yuvin era el único ser humano capaz de darse cuenta de cada una de mis emociones. Lo odiaba tanto.