La última batalla se dio, Tony Stark movió su última carta para salvar al universo una vez más, solo que esta vez, ya no habrá más Iron Man. Steve Rogers ha perdido lo que más amaba en el mundo, su vida ya no tiene sentido o al menos así lo siente é...
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Sé que te mentí, que lo oculté, pero tenía miedo y preferí callarlo, ahora que ya no estoy, en ti recaí su amor, no es una obligación, es un privilegio amarla.
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Cuando se conocieron, una gran tensión se formó entre ellos, tantas diferencias que los hacían detestarse, pero a la vez querer estar juntos. Steve era un hombre criado a la antigua, venia de un mundo más cerrado de mentalidad, Tony era un hombre liberar, con una mentalidad más abierta y divertida, al instante ambos chocaron pero como si el mismo universo conspirara para desatar un gran explosión, causo una gran atracción entre ellos, dos polos opuestos que el universo quería juntos. Fueron obligados a convivir juntos, a tolerarse, aunque constantemente peleaban, aprendieron a tolerarse, Steve decía odiar lo relajado en que tomaba las cosas el castaño, Tony decía odiar la forma tan recta que era el rubio, y sin embargo, terminaron amando aquellos defectos del otro.
Para Tony Stark fue más fácil darse cuenta y aceptar de los sentimientos que empezó a desarrollar por el soldado de otro tiempo, la forma en que amaba su sonrisa, el azul de sus ojos que lo dejaba embobado y las distintas noches en que soñó con el rubio, ya no había odio o tal vez nunca lo hubo, en cada pelea trataba de dar por su lado al rubio, siempre diciendo algo que lo molestaba solo para llamar su atención y cuando este mostraba signos de querer llegar a una discusión, Tony solo sonreía, comentaba algo parecido a una disculpa y daba media vuelta, dejando callado al soldado.
Para Steve Rogers fue más complicado darse cuenta de aquellos nuevos sentimientos por el hombre de hierro, incapaz de aceptar que empezaba a olvidar a Peggy, a sus ojos la atracción que sentía por el castaño estaba mal, era inaceptable que el café de los ojos de Tony le gustara tanto, que esa manera de sonreír lo dejara tan embobado, que sus ojos buscaban siempre su presencia, su voz y sus bromas, en sus noches, perdido entre un profundo sueño, el cuerpo del castaño, su caminar tan sexy y esa manera tan candente en que movía su trasero al caminar comenzaron a torturar la débil mente de Steve, pero al fin de cuentas para el rubio estaba mal, los valores inculcados de su tiempo le prohibían desear a un hombre y aunque constantemente comenzaba sus mañanas con una erección matutina, siguió negando lo que su corazón le dictaba.
El resto de los Vengadores se hacían de la vista gorda, pero para todos era más que obvio esa fuerte atracción entre sus dos líderes, solo que ni uno parecía listo para dar el gran paso y en un momento, se distanciaron, Steve comenzó a ignorar al castaño, huyendo del lugar donde coincidiera con él, interactuando solo si era necesario e ignorando sus bromas dirigidas a él para llamar su atención y tiempo después, Tony comenzó a pasar más tiempo en su taller, distanciándose del resto de sus compañeros y especialmente de Steve. Todos eran conscientes del dolor que ambos se estaban causando el uno a otro, y decidieron tomar cartas en el asunto.
Contactando a uno de los tantos tipos que babeaban por el gran Tony Stark, hicieron que el castaño comenzara a salir en distintas citas con ese tipo, en cada oportunidad, sacaban a conversar sobre el "atractivo e interesante" hombre con el que salía Tony, no fue difícil poner celoso al rubio y hacerle creer que el castaño realmente salía con el tipo, todos eran conscientes de que Tony era Bisexual. El resto de los Vengadores se divertían de las reacciones del soldado, de como este se hundía en una mar de celos, así fue hasta que Steve se armó de valor y se confesó, aquella vez, se encerraron toda una tarde y noche en la habitación.
