Horizonte oscuro

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—... ¿Demencia?... ¡Ustedes no saben lo que es demencia! —dije a los policías mientras se burlaban de mi.

Mi mirada se dirigía hacia la ventanilla, hacia afuera .No podía dejar de ver lo hermoso de mi pueblo, la cantidad de lugares con historias escondidas y olvidadas en el tiempo .Inmensas arboledas, cientos de pasillos naturales formados con plantas creando laberintos naturales. Pasajes perdidos en el olvido, ruedas de carretas caídas, encalladas como antiguos barcos que naufragaron en desconocidas costas misteriosas prontas a ser descubiertas. Miraba el cielo en aquella estación de servicio. De lejos escuchaba a personas cargar agua caliente para poder tomar mate en su viaje, personas absortas de lo que me sucedió ese día. Observaba como las nubes pasaban por el cielo dejando sus huellas por unos pocos instantes, inmerso pensé en nosotros los seres humanos, que nuestra existencia tan solo dura unos segundos en el tiempo de nuestro mundo como aquellas nubes. Veía como el cielo rojizo lo cubría todo esa tarde de otoño en aquella vieja estación de mi pueblo.

El policía que había salido a comprar al autoservicio dejo una bolsa con cosas para comer mientras que el otro uniformado estaba en la patrulla, este seguía observado su mapa mientras se sonreía burlonamente de mí moviendo su cabeza hacia ambos lados. Se miraron y con una seña arrancamos de nuevo nuestro viaje retomando la ruta otra vez. Podía ver algunos carteles viejos colgados en postes de luz, Como comenzamos a tomar velocidad no pude ver bien que decía, pero en apariencia eran carteles con fotografías de jóvenes y animales perdidos. Otros eran para buscar trabajo y uno sobresalía ya que era de color azul neón. Seguí mirando por la ventana sin dejar de observar cada detalle de la ruta, tratando de encontrar alguna pista, algún rastro que me indicara donde ocurrió. Luego de un rato uno de los policías se giro para mirarme y con sarcasmo me dijo:

—Haber chico fantástico, necesitamos que nos cuentes de nuevo esa historia descabellada que dijiste en la comisaria.

— ¿De qué sirve que lo diga si ustedes no me creen?, prefieren reírse de mi antes que pensar en que lo que dije pueda ser real, que no estoy mintiendo —dije enojado.

—Mira muchacho, ¡vas a tener que contarlo las veces que sean necesarias porque acá las autoridades somos nosotros! —increpo el policía con voz enérgica.

—Está bien, lo contare de nuevo... ¿es que no sé donde comenzó?, como no lo vi venir...

Todo comenzó a las 06:30 de la mañana, nos juntamos todos en la casa de Daniel. Para ese entonces Mario, el dueño del auto, ya nos estaba esperando para salir. Esa mañana Claudio, Mario, Daniel y yo decidimos pasar una día en el campo, la tía de Daniel nos esperaría para recibirnos en su casa donde la pasaríamos genial .Estaba todo planeado, el futbol, el asado y si podíamos la pesca nos esperarían .Como el sábado era fin de semana largo lo queríamos aprovechar y despejarnos un poco de la rutina del trabajo.

Salimos sin dificultad y después de una hora de manejo tras varias charlas importantísimas Mario dijo:

—¿Che muchachos alguien trajo el mate?

—¡Obvio! —dijo Claudio.

—Pregunta tonta... ¿no debería haber amanecido ya? , todavía el cielo está oscuro —dijo Daniel.

Todos comenzamos a mirar el cielo pero este seguía oscuro, así que solo atine a decir:

—¡El universo está lleno de misterios muchachos!

Mario con cara preocupada dijo:

—¡Misterio es lo del penal de ayer a la noche! , no fue penal.

—¿Como que no? —dijo Claudio enojado.

De esa manera comenzó una discusión acalorada por el famoso partido de anoche, el del súper clásico. Como no me gusta tanto el fútbol decidí ponerme los auriculares y escuchar música, pude ver que Daniel también saco de su mochila un libro el cual lo comenzó a leer. Cerré unos instantes mis ojos y recosté mi cabeza en el auto tratando de dormir un poco pero algo extraño por primera vez ocurrió. Abrí mis ojos y note que Daniel hablaba solo, que miraba para la ventanilla y para los lados. Intente cerrar nuevamente los ojos pero de pronto me pego con el codo en el brazo lo cual me sobresalto .Cuando lo vi estaba pálido, blanco, tenía miedo, me miro y me dijo:

HORIZONTE OSCURODonde viven las historias. Descúbrelo ahora