"Elfos I:
Extraordinarias criaturas con inmenso poder mágico.Pacificas y nobles,estas criaturas poseen,además,un gran sentido de la orientación."Aquella mañana de primavera,Sinra Ámbar,un elfo de 22 años,paseaba tranquilo por el bosque,recolectando plantas que,a simple vista parecerían malas hierbas,y,en cierto modo,los humanos creían que solo eran eso.Simples hierbas.Sin embargo,mezcladas con lapislázuli,o diamante,se podrían crear increíbles remedios.
Tras coger una de estas plantas,oyó algo en la lejanía.Se giró,analizando todo con sus ojos verdes.
Sinra era un elfo muy atractivo.Alto y estilizado,como muchos en su raza.Y su pelo,liso,le llegaba a la mitad de la espalda,creando así una cascada de fuego.Su pelo,rojo como la sangre,era algo de lo que estaba orgulloso.Nunca lo sujetaba con cintas,solo lo dejaba suelto.Y su cara,delgada,con pómulos marcados y recta nariz,imponían al más valiente.Sus orejas,puntiagudas,sobresalían por su pelo,indicando lo que era.En sus manos,finas y de dedos largos,llevaba varios anillos de plata.Sinra siempre llevaba prendas verdes,o azules,según el momento.El verde le ayudaba a mimetizarse con el ambiente,y el azul lo llevaba en ocasiones especiales.Su atuendo más común era una camisa de manga larga verde,con cordones en el cuello,y unos simples pantalones,más oscuros.Eso junto su carcaj con flechas y un arco,junto un cinturón marrón de cuero que sujetaba su daga élfica.La cual,ahora sujetaba,mirando hacia la dirección del que había salido el ruido.De entre los matorrales salió un conejo marrón y de largas orejas.
El elfo río ante el conejillo,el cuál salió corriendo nada más verle.
Terminó su tarea de recolección,y volvió a su hogar.Una cabaña de madera con un establo donde habitaban dos caballos.Uno negro y otro pinto.Entro a la cabaña,y dejó las plantas en la mesa.Se despojó de sus ropas,y se miró al espejo.
Su piel,blanca,estaba marcada por múltiples cicatrices del pasado.Sinra estuvo peleando durante años en tugurios como "La presa de la Zorra",un antro que se encontraba en lo más profundo del bosque.
Negó con la cabeza,negando a recordar esos años de tortura y fue a darse un baño.Estando en la bañera,se puso a pensar en sus cosas.
La noche se torno sobre el lugar,y,mientras que el elfo canturreaba una de sus canciones élficas,y preparaba brebajes extraños,oyó un aullido.
"Los lobos.Esta es su noche..."
Pensó para sí mismo.Pero,acto seguido se oyó un disparo.Se asomó a la ventana,pero no vió nada,solo oscuridad,y la luna.Decidió ignorar aquel ruido,y seguir con sus cosas.Sin embargo,aún notaba que algo iba mal.Un muy mal presentimiento surgió en su interior.
A la mañana siguiente,empezó a seguir el rastro de unas huellas de licántropo.A diferencia de las huellas de lobo,las de los licántropos eran parecidas a la de los humanos,excepto por las garras en la parte delantera.
Había rastros de sangre,aparte de las huellas,y también huella humana.
-Esos humanos...-Negó con la cabeza observando las marcas.-Estan destrozando el mundo...
Suspiró y siguió buscando,así tras los siguientes días,pensando que,tal vez,esa pobre criatura estaría mal herida,y,que,tal vez,podría ayudar a la criatura.A fin de cuentas,Sinra ya había tenido contacto directo con esos seres,tiempo atrás...
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