TOC (Tecnología Obsesiva Compulsiva)

Seres de otro planeta

"Cuando este niño hablaba de un plan no me esperaba regresar al mismo cuarto del que acabamos de salir ¿sera que tiene algo más en mente?"

— ¿Por qué hemos venido otra vez aquí?

—Sé que parece loco, pero creo que los robots registraron esta zona mientras nosotros nos fuimos, y ellos saben que nos dirigiríamos a la terraza. Yo se eso porque ya estaba aquí cuando la Fuerza Militar evacuó el edificio, no todos salieron porque los robots lo impidieron, ellos sabían que llegar allí era su escapatoria por eso lo impidieron, y lo mismo deben de pensar de nosotros.

—Pero ¿Cómo es que ellos sabrían que ya no estábamos aquí? si no abrieron ninguna puerta, todo está como lo habíamos dejado.

—Ah eso, lo saben porque pueden detectar los latidos del corazón de los humanos...

—Cierto, ya lo recordé. Les instalamos esa función para que pudiera diferenciar cuando las personas fallecían o seguían con vida, fue muy útil para combatir la epidemia del dos mil ciento ocho. Se me había pasado por alto ese aspecto, sin embargo solo pueden detectar los latido a una corta distancia.

—A eso me refiero, en este momento deben estarnos buscando en otro lugar y como esta zona ya la revisaron y no detectaron algo.

—En ese caso sugieres que nos quedemos aquí sin hacer nada.

—Sí, solo por un tiempo.

Ya pasaron como cuatro horas y aún no hemos salido, deberíamos irnos ya, los robots humanoides pueden regresar por esta zona y ahí si nos van a detectar, pero ese niño se reúsa a salir. Un momento que estoy haciendo, porque le hago caso a Henry, yo soy el adulto aquí, yo debería decidir qué hacer no él. Vamos a salir, pero antes tengo que descansar no he dormido hace cuarenta y ocho horas, solo será una pequeña siesta.

— ¡Papá!, ¡papá!

— ¡Margarita!, cómo está mi pequeña, ven dale un abrazo a papá.

— ¡Papá!, yo...yo pensé que no regresarías a casa, pensé que te iba a perder, como a mamá.

— No, no, ya no llores mi niña, claro que no. No digas eso tu no me perderás y tampoco perdiste a mamá, ella sigue aquí, en tu corazón, y en tu memoria, siempre que la recuerdas, ella estará contigo.

— ¿En serio?, entonces lo que me dijo mi tía es mentira, no viniste a despedirte porque vas a investigar a las maquinas que se están volviendo locas, ¡te vas a quedar conmigo!

—Margarita, yo. No me puedo quedar, si no realizo la investigación la humanidad podría ser exterminada por las maquinas. Es mi deber, jure proteger a la humanidad y debo cumplirlo. Pero te prometo que cuando regrese me voy a quedar contigo y nada ni nadie nos va a volver a separar.

— ¿Lo prometes?

—Te lo prometo.

—Hecho, por cierto deberías ir a ver quién golpea tan fuerte la puerta.

— ¿Qué?, ¡Margarita!, ¡Margarita!

Margarita, Marga... ¡ah! solo fue un sueño. Henry parece que estuvo jugando videojuegos y se quedó dormido. Esperen, esos golpes, son los mismos de mi sueño; alguien está tratando entrar.

Deben de ser los Humanoides, han regresado.

—Henry, despierta. Tenemos que huir.

— ¿Qué pasa señor Robert?

—Los humanoides regresaron, están intentado derribar la puerta principal.

—No, yo escucho que golpean en la puerta trasera no en la principal, un momento, ahora también golpean la principal, nos tienen rodeados. Será mejor que no salgamos.

—Maldición...

—Bueno, ahora ya no queda más que esperar a que vengan por el último humano que habita la Tierra.

—¿A qué te refieres con eso?

—¿No sabes cuál es la razón de la pandemia que casi extermina a los humanos?, o ¿por qué sus preciadas máquinas se rebelaron contra ustedes?

—Sí, la pandemia se originó por una bacteria que se trajo desde el espacio, en una de las naves. Y los robots... pues sé que están obsesionados con destruir a la raza humana, solo a los humanos, pero aun no sé por qué.

— ¿Quieres saber cómo se dio todo, antes de morir?

—Henry, ¿te encuentras bien, estás diciendo cosas incoherentes?

—Escucha con atención. Todos los conflictos, guerras, enfermedades, las grandes cosas que han afectado a los seres humanos son producto de la intervención de seres EXTRATERRESTRES. Los extraterrestres han intentado aniquilar a la humanidad desde hace mucho tiempo, pero los humanos se han librado de todas excepto de esta. La pandemia fue introducida por extraterrestres, y tambien fue un intento fallido, ya que los humanos crearon a estos robots. Por eso, los extraterrestres tomaron la determinación de exterminar a la raza humana usando a los humanoides para hacer el trabajo sucio; ustedes no se dieron cuenta que siempre estuvimos entre ustedes pero disfrazados como humanos.

—Dijiste ¿ustedes?. A caso dices que no eres humano. Vamos Henry, no estoy para estos juegos, además ¿extraterrestres?, no se te pudo ocurrir algo mejor.

—¿No me crees?

—No, hasta no ver no creer.

—Tú lo pediste.

—Henry, tu... tu cuerpo se deforma. ¿Qué está pasando? ¡No! ¡Eres uno extraterrestre!, ¡¿Qué es eso?!, parece un arma pero sé que no lo es.

—Vaya, ¡al fin sabes algo!, esto es la causa de la obsesión y compulsión de la tecnología, es lo que exterminó a casi toda la raza humana... ahora solo quedas tú.

— ¡No, no! ¡Por favor, no!...