Mierda, aquí viene de nuevo.
–¡Oye! ¡Si tú, el lindo!– Dice este chico llamado Michael, que no ha dejado de perseguirme desde hace una semana.
Realmente, el pobre no sabe qué pensar sobre cómo se conocieron. Jordán estaba llegando a la universidad, su primer día por fin, y se chocó con este extraño chico que no ha dejado de seguirlo y decir "Oye lindo, hazme caso", y realmente esta harto...
Digo, sí está guapo, y es bastante sexy con su pelo ondulado largo que cuando suda se pega a tus hombros y cara y... Mejor dejo de divagar tanto y me voy al presente.
–Eh, déjame en paz, acosador,–dice Jordán con una voz muy poco amistosa cuando él se va acercando cada vez más, mientras el anteriormente mencionado acelera el paso a su caminar.– deja de seguirme ¡YA!
–¿Por qué? Eres lindo, y me gustas. –Le dice de lo mas normal, con una sonrisa de niño inocente.
–¡No soy lindo! Ya basta, no juegues con eso–Dice Jordán, frunciendo el ceño, tratando de verse molesto, pero lo único que causa en Michael es que éste se sonroje y -casi- grite de lo lindo que se vio.
–Oh por Dios. Debes estar bromeando. ¡Eres la cosa más tierna y linda que he visto en mi vida! Y creeme, ¡Le ganas a los gatitos bebés!– Dice Michael, con euforia.
Eso hizo pensar mucho a Jordán, ya sabes, cosas como ¿El pobre muchacho necesita lentes y no lo sabe, o como? Digo, es imposible ganarle a los gatitos bebés.
–Ya, deja las babosadas–Se detiene Jordán mirando a Michael– ¿Qué quieres? Que sea rápido y me dejas en paz.–Termina de decir para luego esperar la respuesta de Michael.
–Quiero una cita contigo– Dice con una enorme sonrisa el chico Michael, sin saber lo que le espera.
–Ni loco pienso salir en una cita contigo.–
🍒
–AD
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Your complicated self
HumorMientras Jordán intentaba -no- salir del armario en el que estaba tan profundamente escondido, llega alguien a joderle la vida. Y no es nada más y nada menos que el chico -no gay- del colegio, Michael. ¿Que pasará cuando Michael decida no ser más...