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DISCLAIMER: Los temas desarrollados en esta historia corta NO son para ser romantizados o tomados a la ligera, es cosa seria. Si hay algo que potencialmente llegue a ofender a alguien pueden decirme y lo corregiré. 

Gracias por leer. 💖

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"Entonces le dije que se fuera a la mierda ¿quién se cree que es? soy Min Yoongi, no me interesa lo que piense, así que- ¿Joon, estás escuchando?" El pelirubio interrumpió su propio relato en cuanto notó la postura cabizbaja de su novio. YoonGi no tenía que ser adivino para saber que el más alto estaba triste o seguramente sobrepensando algo, desde que empezaron su relación aprendió muchísimas cosas sobre NamJoon y una de ellas era que el moreno se ponía triste muy fácilmente. "Hey...bebé, ven." Tomó su huesuda mano entre las suyas y lo guió a la banca más cercana, se encontraban caminando de vuelta a sus hogares luego de un día más en su centro de estudios. 

Al estar sentado, YoonGi decidió quedarse de pie para así poder ver mejor el rostro de su pequeño bebé. 

"¿Hay algo que quieras compartir? Sé que estás calentandote las neuronas por algo, quiero saber si es algo en lo que pueda ayudarte." Comentó de la forma más suave que pudo, todo debía ser suave si de hablar con NamJoon se trataba. 

"...no, no es nada." Negó pobremente, y aunque sabía que YoonGi no se iba a tragar esa mentira, él realmente no quería molestar al mayor con sus tonterías. Sin embargo, YoonGi tomó su mentón para alzarle la cabeza dejando en evidencia sus ojos llorosos y su ceño fruncido. 

"Bebé, tú no puedes engañarme a mi. ¿Es ese enano de mierda otra vez?" Preguntó de nuevo, a sabiendas de que su novio era acosado por un estudiante de un año mayor al de ellos, el cual había expresado con anterioridad de que no iba a dejarlo hasta hacerlo desaparecer a lo que YoonGi le había amenzado más de miles de veces pero siendo honestos no podía hacer mucho contra el hijo del director en su centro de estudios, y mierda que era injusto.

El problema era tan grave que NamJoon había desarrollado un desorden alimenticio, él tenía bulimia. Los constantes abusos del otro chico más sus palabras hirientes en cuanto a la apariencia física del moreno lo habían destrozado, siendo que, él siempre fue inseguro sobre todo aquello. Incluso con YoonGi, sentía que el mayor estaba con él por lastima. 

No supo cuando pero las lágrimas salían una a una por sus ojos, haciéndolo apretar los dientes en un fallido intento de dejar de llorar. 

"Y-ya no quiero que...que JiMin me moleste, no sé, qué, yo no le hice n-nada" Tartamudeó junto a sus sollozos, YoonGi apretó los dientes mientras lo abrazaba fuerte contra su pecho y le dejaba llorar, murmurando suaves palabras de cariño contra el cabello perfumado del menor. 

"Arreglaré eso, aún si me cuesta mi estadía en ese lugar. No dejaré que te vuelvan a hacer daño, te lo prometo." Sentenció con veneno en su voz y todo en NamJoon se revolvió, la ansiedad lo embargó de forma tan abrumadora que se sintió mareado por un momento antes de regresar en sí. "Vamos, te llevaré a tu casa. Mañana a la hora del almuerzo no quiero que comas en la cafetería, ven a mi salón ¿sí?" Le dijo al separarse del abrazo, limpiando sus mejillas que apenas estaban volviendo a ser rellenitas, pues NamJoon estaba en tratamiento para su trastorno y le iría mejor si no fuera por las acciones del otro chico. 

Retomaron su camino a sus respectivos hogares, tomados de la mano se perdieron entre el atardecer y el sonido de las cigarras junto al de los arboles mientras estos eran soplados por el viento. 


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