Capitulo 10: Entrenamiento

8 2 1
                                    

Y una vez más nos encontrábamos los nueve reunidos ante la extraña roca, llena de garabatos aún más extraños, como siempre, era de noche y al igual que las otras veces, nos quedamos viéndonos unos a otros esperando a que alguno diera el primer paso para acercarse a esa roca y activar el portal que nos lleva a un extraño mundo.

- ¿Como estan chicos? no los pude ver al salir de clases. - Dijo Maquensy, que por cierto fue la primera en llegar. Al parecer todavía no acepta el hecho de que nos separamos para mantener nuestro bajo perfil y no levantar ninguna sospecha.

- Se que no estas de acuerdo, pero lo mejor era separarnos para que nadie sospechara que algo está pasando entre todos nosotros. -

Vaya. No creí que Oliver dijera eso. Alguien iba a decirlo, pero no creí que se lo diría su mejor amigo. Se veía algo serio y con la mirada desviada mientras lo decía. Hubo algo de silencio y mucha tensión por al menos un minuto diría yo.

Tanta incomodidad me obligo a ser el primero en tocar la piedra para terminar con esta incomodidad, pero en el momento en que iba a dar el primer paso Victor ya estaba delante de la roca con su mano sobre ella. Y a pesar de que ya no era la primera vez que hacíamos esto, las luces que salían de la roca y nos envolvían no dejaban de sorprendernos, y de un momento a otro ya estábamos en Ánsari.

Lo diferente en este viaje fue que en vez de aparecer en el bosque como las primeras veces, aparecimos directamente frente al santuario del maestro, justo en el lugar en donde empezamos a descubrir nuestras habilidades. Fue algo extraño pero nadie dijo nada, solo entramos en el santuario.

Una vez dentro notamos que el maestro no estaba sentado en el centro del santuario como de costumbre, no estaba en ninguna parte del santuario. O al menos es lo nuestros ojos percibían. No le dimos mucha importancia y como la primera vez, empezamos a husmear. A pesar de que todo esto sea una especie de templo sagrado y "antiguo" no luce como normalmente luciría uno de la tierra, que normalmente estuviera cubierto de polvo y telarañas por todas partes. Sin mencionar la alta tecnología que compone cada centímetro de toda esta construcción.

Cada quien estaba explorando por su cuenta, para ser sincero todo esto es demasiado más grande por dentro que por fuera, nunca entendí los extraños trucos de perspectiva. De algún modo extraño (como la mayoría de las veces sucede desde hace poco) todos acabamos reunidos en una habitación enorme y vacía.

- ¡A caso no se dan cuanta de que debemos estar unidos y no cada quien por su cuenta!. - Dijo Maquensy con tono entusiasta.

- Bueno, ya no creo que sea solo casualidad que siempre terminemos juntos de algún modo u otro. - Agrego Adrianny.

Antes de que alguien más pudiera opinar o agregar algo las luces se apagaron de repente y quedamos envueltos en una densa oscuridad. No podía ver ni mis propias manos moviéndose enfrente de mi cara.

- Vaya, hasta en otro planeta hay cortes de luz. - A pesar de que no podía ver absolutamente nada pude distinguir que la voz le pertenecía a Sarah.

Por los pasos que oigo creo que todos empezaron a caminar sin saber a donde exactamente. Yo por otro lado no me moví de mi lugar, permanecí allí quieto. Y de un momento a otro empece a escuchar golpes.

- ¡HEY! ¿quien me empujo!.

- ¡AUCH!.

- ¡OYE! ¿quien fue?.

Así se escuchaban todos, se culpaban unos a otros. Era tan divertido hasta que también empezaron a culparme a mi. - Yo ni me he movido de donde estoy. - Replique. Justo después también sentí un empujón. Aún sin poder ver nada voltee pero obviamente no hizo ninguna diferencia.

Entre MundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora