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Leonardo 

Ha pasado exactamente una semana desde la noche de la fiesta, y Luna sigue sin contestar a mis llamadas, mensajes de texto y WhatsApp entiendo que fui un completo estúpido al irme con la primera que se me atravesó, pero mis celos me ganaron aunque no es una excusa. Últimamente cuando voy a su casa porque he quedado con Carlos simplemente me ignora, o evita estar presente y tiene planes siempre con alguien más o no baja de su habitación.

—Leonardo!!! — grito algo exasperado Carlos, estaba perdido en mis pensamientos y llevaba rato hablándome.

— ¿Qué pasa? — dije saliendo de mi burbuja de pensamientos.

—Te he preguntado que si esta noche te quedas a cenar.

—Sí, me encanta como cocina tu madre— aunque esto era verdad la señora Noboa tiene una excelente cuchara, acepte principalmente para ver a Lu, es una tradición que todos los miembros de la casa cenen juntos.

Fue en ese momento exacto cuando la mire bajar por las escaleras que dan a la sala, con el teléfono en mano, y hablando animadamente con alguien por llamada, vestía unos short de mezclilla talle alto, con una camiseta de los ROLLING STONE en color gris, con unos converse en blanco, iba con el pelo suelto, y con un maquillaje muy sutil.

— ¡Hey enana!, ¿Qué te he dicho de agarrar mis playeras? — grito Carlos, en un tono divertido a su hermana.

—Admite que me queda mejor a mí, ¿a que no Leo?

—Solté una pequeña carcajada— Vamos hermano admite que a la pequeña Lu, se le ve espectacular—era la primera vez que me hablaba en días, y trate de sonar lo más natural posible.

—Recuerda llegar temprano Lu, hoy regresa papá.

—Sí, no te preocupes antes de la cena me tendrás aquí.

El señor Noboa era un administrador muy reconocido en el mundo de los negocios, actualmente andaba en un viaje de negocios en otra ciudad y hoy llegaba, y para él lo más importante era su familia, y siempre lo recibían con una cena muy especial y llena de amor, no es la primera a la que asisto, siempre he admirado el amor que se tienen los padres de Carlos, y ver como Lu es la niña de los ojos del señor Noboa, es su princesa y por eso en ocasiones tiende a ser muy consentida.

**Dos horas después**

Llevábamos ya un buen rato de estar concentrados en un caso de estudio de la universidad, cuando escuchamos que la puerta se abría de golpe, era una muy agitada Luna, que se miraba que había corrido unas cuantas calles.

—Buenas, buenas— dijo recuperando el ritmo normal de la respiración

— ¿Qué te ha pasado? — preguntó su hermano, mientras yo esperaba su respuesta igual de ansioso que él.

—He perdido el bus, y comencé a correr, para no llegar tarde a la cena, pero si no hubiera sido por Scott que me dio un aventón en su moto aún estaría corriendo, desde el otro extremo de la ciudad.

Sin decir más se subió a su habitación y seguimos trabajando, hasta que se dieron las 7:00 pm y el señor Noboa llegó.

—Familia—Dijo con una sonrisa de oreja a oreja Enrique.

—Padre, ¿Cómo te fue en el viaje? —preguntó Carlos, mientras se acercaba a darle un abrazo de bienvenida.

—Bien, hijo extrañándolos, Hey leo como te va? — dijo en forma de saludo mientras se acercaba a darme un abrazo.

—Todo bien, señor ¿y usted? — pregunte.

—Bien, algo agotado del viaje pero bien— unos minutos más tarde preguntó por su hija— ¿Dónde está mi princesa? — en lo que Lu bajaba por las escaleras, se había cambiado traía unos vaqueros en color negro, un crop básico con una chaqueta jean y unos tenis blancos.

Polos no tan opuestos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora