OneShots Stony - Writer's Gay Challenge

Falsas concepciones y amor a primera vista

Gran parte de mi vida creí que el gran Capitán América era un alfa, siempre fue mi ídolo, mi ejemplo a seguir y lo que quería ser cuando fuera adulto.

Cuando llegue a la adolescencia, le odié por haberme quitado la atención de mi padre, porque anhelaba ser lo que él representaba en su vida, porque quería que me dedicara la misma atención que mi padre le dedicaba a su búsqueda.

Y ahora, que lo tengo frente a mi por primera vez, que puedo verle físicamente, que puedo detallarle, que puedo escuchar su voz, que puedo olerlo y puedo interactuar con él...

Me siento como un idiota, me siento realmente estúpido.

¿¡Porqué demonios a Howard no se le ocurrió siquiera, mencionarme el ínfimo detalle de que el Capitán América era omega!?

Si, es un omega poco normal, ya que es alto, musculoso y muy fuerte... También es rubio, con increíbles ojos azules, labios del tamaño perfecto para comérselos a besos, piel tersa y delicada por lo que se puede apreciar, voz suave, melodiosa y exquisita al oído, con carácter indomable e incorruptible, piernas generosas y deliciosas a la vista, y un trasero... Un trasero que invita a tener los pensamientos más lujuriosos y tórridos que alguien pudiese tener.

¡Joder! Ese es el omega más hermoso que pude haber conocido en la vida.

Y lo mejor, y quizás lo que pasaría a ser mi futura tortura; ese jodidamente perfecto y cautivante olor.

Dios, ese aroma a vainilla y fresas es simplemente perfecto, y combina a la perfección con esa preciosura de omega.

Fue allí, a bordo de el helicarrier, y teniendo a Loki como prisionero, que pude observar de cerca a quien seria mi condena y mi tormento de aquí en adelante.

Seguramente ese hombre y yo no podríamos trabajar en equipo.

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Tal como lo pensé, Steve y yo no podíamos estar cerca el uno del otro.

¡Dios!...

Siempre junto a mi, siempre Tentándome con su olor, siempre tocándome, provocándome, tratando de dominarme y amenazando con hacer trizas mi autocontrol.

Fue inevitable que en medio de nuestra "convivencia", empezara a sentirme completamente atraído y cautivado por él.

La guinda del pastel fue colocada en el momento en que caí por el agujero de gusano en Nueva York, y al despertar, verle allí, a mi lado y preocupado por mi bienestar.

A partir de allí, nuestra convivencia se fundamentó en un constante tira y afloja por ver quién tenía el poder, y en ese juego en el que los dos nos sumergimos, fue inevitable que las cosas entre nosostros cambiarán.

Y, a través de ese absurdo juego, no bastó mucho tiempo, para que yo terminara enamorándome perdidamente de él.

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Despertar en un lugar que no conoces es duro, pero despertar en una época muy distinta a la tuya y casi setenta años después es sumamente difícil. Y aún es más difícil saber que lo que conocías ya no existe y que tus conocidos han muerto.

Pero, allí estoy, tratando de adaptarme al mundo de ahora, en lo que me preparó para enfrentar una batalla, mientras conozco nuevas personas y trató de aceptar que el pasado ha quedado en un simple recuerdo.

Me costo mucho trabajo, no lo niego, pero pude recuperarme y prepararme para lo que se veía por delante.

Para lo que nadie me preparó, fue para conocer a Anthony Stark, el hijo de quien fuese un gran amigo y alguien perteneciente a mi pasado.

Otra de las sorpresas que tuve que llevarme, es el hecho de que es un alfa, uno de clase alta, a pesar de no aparentarlo en lo más mínimo y ser, quizás, todo lo opuesto físicamente a la concepción que se tenía de ello.

Cuando lo conocí personalmente, supe que estaba en muy graves problemas.

Nunca me había gustado un hombre, y en mi época era muy poco común encontrarse con alguien perteneciente a una casta, los pocos que conocí, eran cercanos a mi. Bucky y Howard eran alfas de clase alta, y con ellos jamás tuve inconvenientes, puesto que sus olores me resultaban poco atractivos, cómodos y familiares.

Pero con Tony, todo era diferente. Su olor, a pesar de ser dulce, tenía la capacidad de ponerme caliente la sangre y el resto del cuerpo, a pesar de ser mas bajo, su mera presencia era capaz de llenar por completo el espacio e imponerse sobre la mía, su mirada era capaz de despertar en mi el deseo, sentimiento que jamás llegue a experimentar por alguien en todos mis años de vida, su voz era una delicia al oído y su forma de andar, desprendía confianza, seguridad y sensualidad.

Tony llegó a mí para poner mi mundo de cabeza, lo supe después de nuestro primer encuentro en Alemania, cuando llegó en medio de la batalla contra Loki, con su característica irreverencia, a poner punto final a la confrontación que sosteniamos con el Dios.

Y si me quedaba alguna duda, está se respondió a través de nuestro tiempo de convivencia y durante la lucha por defender Nueva York de la invasión de los chitauris.

Pero, solo me di cuenta de lo verdaderamente perdido que estaba, en el momento en el que lo ví embarcarse con valentía en un viaje ida sin regreso, solo para salvar las vidas de todos los que nos encontrábamos allí.

Verlo caer sin reacción alguna al suelo me lleno de terror y temí perderlo en ese momento, sin embargo, cuando después del grito de Hulk, abrió sus ojos castaños y me miró fijamente con su penetrante e intensa mirada, creció en mi una admiración enorme por él y un sentimiento que no creí volver a experimentar jamás; el amor.

Desde ahí, supe que el sería mi perdición y el tiempo que transcurrió entre nosotros, solo afirmó aún más mi teoría.

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Hasta aquí...

Perdón por el capítulo tan corto y tan poco desarrollado, pero necesito hacer un longfic para poder desarrollar un omegaverse. Lo siento, no es mi fuerte