-Osea, que por si fuera poco, aparte de estudiar, preparar la exposición de ética y ese portafolio tan importante, también estás entrenando a todo un equipo de fútbol americano-afirmó Lau, resumiendo todo lo que acababa de decir. Yo asentí.
-Bueno, solo que ellos todavía no lo saben... Hoy hablaré con ellos para contarles mis ideas.-añadí, caminando decidida hacia nuestra última clase.
-Oh, ¿Qué ideas tienes?-preguntó Dani curiosa, agarrando otro puñado de Doritos de su bolsa.
-Ninguna-suspiré frustrada y Lau frunció el ceño.
-¿Y por qué te comprometes con otro proyecto del que no tienes idea? Ellos ni siquiera te lo han pedido-preguntó Lau, sin entenderme.
-Shhhh, todavía no me has dejado acabar. Mi noche de Google y RedBull me ha otorgado algún que otro conocimiento sobre fútbol americano, además de años de stalkeo a quientúyasabes, y todo esto sumado a tu ayuda va a resultar muy sencillo de implementar.-terminé, mirando sonriente a Lau, que tardó unos segundos en procesar la información.
-¿Cómo que mi ayuda? No Álex, no te voy a sacar de otro lío, la última vez que te ayudé mi madre encontró un mono en el armario.-recordó Lau con tono enfadado.
-¡Pero lo liberamos de la crueldad del circo! Además, esta vez tan solo es hablar con tu hermano e informarte de cómo va el tema. No me estás ayudando, estás reforzando el vínculo con tu querido hermanito.-aclaré satisfecha, pero Lau no parecía tan convencida, y Dani en vez de apoyarme estaba concentrada en chupetear los restos de Doritos de la bolsa.
-Lau, sabes que estoy muy ocupada con el instituto y el club de patinaje y que casi nunca coincido con Dylan, además de que deberías ser tú la que le pregunte para que él entienda mejor lo que quieres saber-argumentó Lau-ya ha pasado un tiempo desde todo eso, y entiendo que hasta ahora te haya sido bastante incómodo, pero yo creo que ya os podéis relacionar como si nada.
Yo bufé y me callé durante unos segundos. Sabía que tenía razón, pero me fastidiaba reconocerlo... Además de que tampoco sabía cómo empezar a hablar con Dylan, e iba a resultar bastante extraño preguntarle continuamente sobre fútbol americano cuando nunca he tenido mayor interés en el deporte (sino en los jugadores).
-Vaale, ya pensaré en algo, pero como tu hermano me ponga una orden de alejamiento o algo así y no pueda entrar a tu casa será todo culpa tuya.-exageré molesta, y Lau rodó los ojos riendo.
Así que al salir de otra aburrida clase de Matemáticas y tras despedirme de las chicas, me dirigí a la cancha para llegar temprano al entrenamiento del hermano de Lau.
Waoh, esto me trae recuerdos y no muy buenos.- * -
Estuve durante todo el entrenamiento y observé cómo calentaban antes de jugar y cómo era todo el procedimiento del partido. La verdad es que estaba algo perdida y me vendría bien una explicación cara a cara en vez de información dudosa de alguna página de Google, pero por ahora me iba a conformar con ser una simple espectadora.
Y menudo buen espectáculo tenía enfrente...
¡Álex, céntrate! El juego, necesitas saber sobre el juego...
Así que después de tomar unas cuantas notas y esas cosas, esperé en mi sitio habitual a que viniera el equipo de Nate a entrenar para poder ofrecerles mi ayuda, y cuando llegaron bajé con mi cuaderno hasta el campo.
-Hola Alexandrina-me saludó Nate con una sonrisa de lado-¿Vienes a devolverme mi paraguas?
-Ups, me había olvidado... Bueno, ese pajarraco se quedará otro día más en mi casa.-me encogí de hombros y Nate frunció el ceño-Pero hoy no vengo por eso, vengo a ofreceros una propuesta que no podréis rechazar.
Todos me miraron extrañados.
-Seré vuestra entrenadora personal, os convertiré en un equipo oficial y así arrasaréis en el campeonato estatal.-expliqué entusiasta. Todos se miraron entre sí y se echaron a reír-¡Así no empezamos bien, eh!
-A ver Álex, no te ofendas pero no parece que tengas mucha idea de fútbol americano, además de que no creo que podamos ganar ese campeonato, no somos taaan buenos...-dijo Nate y yo negué con la cabeza.
-He estado toda la noche informándome, además de que tengo contactos en el equipo del instituto-informé, enseñando las páginas de mi cuaderno llenas de apuntes-Además... ¿Qué es eso de que no sois lo suficientemente buenos? Todos los equipos han partido de una base, ya sea mejor o peor, y con esfuerzo han conseguido llegar a donde están. Se trata de la voluntad y el empeño, y con eso iremos a por todas. No importa que no seamos profesionales, sino que queramos serlo y nos esforcemos por mejorar: Nadie nace siendo un experto.-dije motivada mirándolos, pero no los vi muy convencidos.
Hice una pausa, suspiré y seguí hablando más calmada.
-Mirad chicos, sé que no soy una genia del fútbol americano, pero quiero ayudaros y sé que puedo conseguirlo y que podéis formar un gran equipo. Creed en mí, no creo que sea tan difícil conseguirlo, y es mejor intentarlo que quedarse de brazos cruzados esperando a que todo se haga solo, porque eso no va a pasar.-finalicé.
Todos se miraron entre sí y luego miraron a Nate, que se veía pensativo. Debía de ser el capitán del equipo.
-Tiene razón, por intentarlo no perdemos nada... Llevamos demasiado tiempo sin tomárnoslo tan enserio como podríamos y perdiendo el tiempo, y un poco de ayuda no nos vendría mal. Además, si no funciona siempre podemos probar otras opciones... ¿Qué opináis vosotros?-dijo Nate, mirando a sus 12 compañeros. Todos asintieron y Nate me miró-Vale Álex... ¿Por dónde empezamos?
-Para empezar me presentaría, porque no conozco a nadie salvo a Nate, y tampoco mucho... Yo soy Álex, de primer grado. ¿Y vosotros?
Y ahí comenzó todo.
Por hoy lo único que hicimos fue lo que dije anteriormente: Presentarnos y contar la historia de cómo decidieron formar el equipo. Nate contó que básicamente eran un grupo de 5 amigos a los que les encantaba el fútbol americano desde pequeños, por lo que diariamente salían a jugarlo por la calle todos juntos.
Cuando entraron en la preparatoria, conocieron a más gente que compartía su pasión, y al ver que había un equipo de fútbol americano del instituto, decidieron crear el suyo propio, ya que si optaban por entrar en el del instituto, alguno quedaría fuera y no les parecía justo.
Así que los "Street Falcons" llevan practicando meses para mejorar, pero nunca se lo habían tomado tan enserio como para comprometerse a entrenar todas las semanas sin falta y plantearse participar en el campeonato.
Pero ahí estaba yo para darles un empujón y que se esforzasen de verdad, descubriendo todo su potencial y viendo hasta dónde podríamos llegar...
Esto promete.* * * * *
Holaa!
Normalmente actualizo los sábados pero esta vez no pude porque bueno, fiestas y esas cosas de la vida jesjes
Espero que os haya gustado, no os olvidéis de votar y comentar vuestras opiniones, teorías, etc.
¡Nos leemos en el siguiente capítulo! :)
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El Cuaderno de Álex
RomanceUna exposición sobre el amor. Esas fueron las palabras y la propuesta que anticipaban un gran cambio en la vida de Álex, una chica sin demasiada suerte ni mucho éxito en el amor. ¿Qué podría cambiar en 3 meses que no haya cambiado en 17 años? Absolu...